Reseña del libro “El polvo nunca se asienta”, de Karina Lickorish Quinn
En El polvo nunca se asienta, la escritora británico-peruana Karina Lickorish Quinn nos presenta una historia que hace honor a la historia de Perú. Mediante dos historias entrelazadas, la de Julia, la criada que trabaja en la casa amarilla de la colina en Lima y que cae precipitada del balcón, de esa misma casa a la que volverá muchos años después Anaïs Echeverría, protagonista de la segunda historia y vuelta que se verá propiciada por el deseo de venderla del resto de la familia.
El polvo nunca se asienta se orquestra como una novela caracterizada por el realismo mágico. A través de la muerte de Julia y su elevación a santa, ésta nos transportará de su mano y nos mostrará importantes episodios de la historia de Perú. Además, nos hará partícipes de todos los milagros que obrará en su comunidad y cómo todo se encuentra enlazado al destino de Anaïs. A su vez, Anaïs, quien lleva muchos años viviendo en Inglaterra bajo el ala de protección de la familia Napier, vuelve a su país de origen y se hospeda en la casa amarilla de la colina, la cual todo el mundo afirma que está maldita. Y aunque probablemente así sea, dado que Anaïs siempre que se ha encontrado en la misma, tiene ciertas apariciones de antepasados y ciertas visiones inexplicables, la muchacha se verá absorbida por el pasado, por el polvo limeño y por sus fantasmas.
Precisamente el encanto de esta novela reside en el misticismo que la envuelve. El lector no sabe hasta qué punto lo que se narra es cierto o precisamente es magia, es misterio. Esta historia me recordó en cierta medida en algunos pasajes a La casa de los espíritus de Isabel Allende y considero que aunque hubo ciertos momentos en los que me hubiese gustado que la autora fuese más directa, más detallada y ahondase más, seguramente ahí se encuentra la verdadera magia de la historia y me tuve que recordar a mí misma que al final, me encontraba ante puro realismo mágico y debía dejarme llevar.
Si bien es cierto que es un libro que he tardado en terminar, porque se necesita saborearlo, digerirlo, creo que a la vez, es muy envolvente y es fácil empaparse de todos los detalles. En definitiva, se trata una novela absolutamente caracterizada por la ambientación.
Por otra parte, en Instagram había leído la opinión de alguna lectora que determinaba su preferencia por la historia de Julia, mientras que en mi caso, me ocurrió todo lo contrario: no entendía a Anaïs y precisamente por eso, me atraía mucho conocerla. Deseaba comprenderla, los motivos por los cuales actúa de ese modo y qué la lleva a vivir tales episodios de delirio absoluto en la casa amarilla. Ese interés fue el que me mantuvo enganchada a estas páginas.
Así pues, recomendaría esta historia a aquellos lectores que estén buscando una novela de realismo mágico, pero que salga de las típicas recomendaciones clásicos. Y sobretodo a aquellos que quieran un cóctel de personajes con una ambientación envolvente y atrayente, dado que El polvo nunca se asienta está compuesta precisamente por esos ingredientes.