El profesor de francés, de Laura Kinsale
Era cuestión de tiempo. Sin prisa pero sin pausa, las novelas románticas han ido haciéndose con un espacio en mi estantería. Empecé por los clásicos del género y la verdad es que ya tenía ganas de catar letras más recientes como las que Laura Kinsale plasma en El profesor de francés: una novela romántica histórica con un buen arranque y un esperado final.
Lady Callista, nuestra protagonista, es una mujer de posición alta a la que le encantan los animales, en especial los toros, tímida y reservada nunca sabe cómo comportarse con los hombres y huye de ellos, podría decirse, espantada. A sus veintisiete años es soltera. ¡Ojo! La culpa no es suya: las tres veces que ha estado prometida ha sido abandonada. Ahí es nada.
Ahora, cuando tiene asumido, tras sus fracasos sentimentales, que se va a quedar sola para siempre jamás, aparece, o reaparece mejor dicho, Trevelyan, su primer amor, aquel al que nunca ha olvidado. El joven duque, soltero y sin compromiso, levanta pasiones allá por donde va sin embargo, el caballero solo tiene ojos para Callista quien no termina de fiarse de él.
¿Será a la cuarta la vencida, en este caso? Y es que el hombre de la protagonista parece tener un pasado turbio y un futuro más bien negro. Por si esto no fuera poco, aparece un antiguo prometido de ella, el comandante Sturgeon, que dice estar muy arrepentido de haberla dejado con un pie en el altar.
Por otra parte, en cuanto al resto de personajes, la madre de Trev, dará mucho juego, pudiendo llegar a sorprender al lector al revelar un pequeño secreto en las últimas páginas del libro, secreto sin el cual nada de lo escrito hubiera pasado.
La obra tiene un toque de humor y de ironía que tampoco esperaba y que hace más amena si cabe la lectura. La prosa es ligera, en cambio hay escenas, en concreto unas que tienen que ver con Hubert, la mejor pieza de la ganadería de Callysta, su mascota, su toro, que son extensas y un tanto repetitivas.
No es la primera obra romántica que leo pero sí la primera con toques “adultos” dicho así por las escenas picantes, podría decirse, que protagonizan la pareja principal.
La siguiente novela escrita por Kinsale que leeré será Flores en la tormenta, la más conocida de las que ha firmado. Como veis el espacio dedicado al género romántico en mi estantería amenaza con hacerse más amplio a paso agigantado.
¿Lo mejor? La química entre sus protagonistas, sus conversaciones y sus encuentros apasionados. Hubert, a pesar de ser un toro, resulta muy tierno.
¿Lo peor? Es una novela previsible, cierto, pero se lee bien y es entretenida así pues, dejando a un lado ciertos pasajes que se alargan, no tengo nada más que reprocharle.
De esta escritora sólo he leído Flores en la tormenta y me gustó, pero no he vuelto a repetir. Y ahora que he visto tu reseña, me ha entrado ganas de leer esta obra, que tiene pinta de entretenida. Y es lo que me apetece ahora mismo.
Besotes!!!
Entonces el libro cumple, que no es poco; puede ser una opción para el verano; felicitaciones por tu reseña; veré si lo leo en el futuro, yo que soy romántico por naturaleza; saludos!
Después de “Flores en la tormenta” que me encantó, todo lo que he leido de esta autora me ha aburrido soberanamente hasta llegar a “El profesor de francés” que me ha hecho pasar un rato estupendo. Es entretenida, divertida, romántica, los personajes carismáticos y encantadores, los diagogos son muy ágiles y chispeantes, y el final, por supuesto, feliz. No pido nada más (ni nada menos) para que una novela me guste.
La reseña es estupenda, felicidades.