Las mujeres nacemos para casarnos y ser madres, cuidar de nuestro hogar y de nuestra familia. Punto. Final de la historia. No hay que darle más vueltas al asunto.
¡Qué injusto!, ¿no? ¿Qué pasa si una mujer tiene talento y ha nacido para ser un prodigio de la música, del arte, de las ciencias, de las matemáticas o de las letras? ¿Debe tirar su carrera por la borda cuando llegue a la edad apropiada para casarse porque la sociedad así lo ordena?
La protagonista de la novela que hoy os traigo es justamente eso: un prodigio en la sombra por el mero hecho de ser mujer en el siglo XVIII. Y no creáis, que aunque ahora estemos en el siglo XXI y esta mentalidad nos resulte muy obsoleta y antigua, todavía existe gente en el mundo, en diferentes sociedades y culturas, que piensa de este modo.
Y por culpa de personas así, de sus ideas y de sus costumbres, el mundo solo llegó a conocer a Wolfgang Amadeus Mozart y no a… su hermana. Porque tenía una hermana, ¿lo sabíais? Una hermana igual o mejor que él: Maria Anna Mozart, apodada Nannerl.
El Reino del Revés nos cuenta su historia, pero de un modo distinto, con ogros, brujas, bosques y dos lunas. Porque, ¿qué habría ocurrido si Nannerl hubiera descubierto una puerta a otro mundo? Un mundo dispuesto a adorarla y a reconocerla como lo que ella realmente era: una figura espléndida de la música. Un mundo dispuesto a concederle la inmortalidad, pero con una condición.
Pues eso justamente hallamos entre las páginas de este libro. La historia que pudo ser y no fue con matices sobrenaturales.
Cierto es que yo nunca había leído a Marie Lu, pero si todo lo escribe como ha escrito esta novela, ya tiene una seguidora fiel asegurada. Su prosa es tan especial y tan delicada que me ganó desde la primera página. Me fui enamorando capítulo tras capítulo de esa pluma suave pero firme y constante, que nos atrapa y no nos suelta hasta llegar al final, manteniendo el ritmo todo el tiempo y regalándonos una ambientación rebosante de magia que salta de la Austria del siglo XVIII a ese reino extraño y atrayente de duendes y ogros.
Casi como un susurro en el oído, como un cuento contado bajito, saboreando cada palabra. Así es el prólogo, que nos abre el apetito para que deseemos probar ese plato repleto de una historia real bañada en fantasía.
Una historia que me ha removido por dentro, pues nos hace plantearnos ese «¿y si las cosas hubieran sido de esta forma y no de la otra?». ¡Qué hermoso poder imaginar!
Tengo claro que Marie Lu ha acertado de lleno al darle esta magnífica oportunidad a Nannerl Mozart. Una oportunidad que la vida nunca le concedió, y, sin embargo, siglos después otra mujer sí lo ha hecho obsequiándonos con la historia desde un punto de vista diferente, cargado de magia, oscuridad, deseos, prohibiciones, soledad, celos, rencor, madurez, amor fraternal y música. Porque sin música Nannerl no era nada y… con música lo era todo.
Por eso, el hecho de encontrar un libro como este que le da protagonismo a esta mujer que tanto lo merecía es enternecedor. Y ya si encima mezcla su historia con fantasía y la traslada a un reino cubierto de peligros, secretos y cuentos oscuros, para qué queremos más.
De cualquier forma, El Reino del Revés es una obra que no podéis dejar pasar, porque si os gusta la novela histórica, aquí tenéis personajes que existieron; si os gusta la fantasía, aquí hay mucha; y si os gusta la música, aquí la sentiréis como nunca antes la habíais sentido.
Una historia que cabalga entre Canción de invierno y El laberinto del fauno para llevaros a un País de Nunca Jamás con un Peter Pan oscuro y dispuesto a hacer tratos.
Una novela que va más allá, que da voz a todas aquellas a las que la vida y la sociedad puso límites y silenció. Una lucha por mostrar lo que realmente somos y no lo que debemos ser.
Por eso, cada vez que escuchéis hablar de Mozart, recordad que hubo una mujer brillante con el mismo don, una compositora que el mundo quiso olvidar: Nannerl Mozart.