La primera imagen que se me viene a la mente de Pelé no es precisamente halagadora hacia el ídolo brasileño. Como tantos y tantos jóvenes me he criado viendo dos capítulos de los Simpson diarios durante años, así que es inevitable que venga a mi memoria el episodio en el que la familia amarilla va a ver un partido de soccer y antes de que éste dé comienzo aparece Pelé para saludar al respetable y ya de paso promocionar una marca de papel para el horno, tras lo cual un hombre trajeado le entrega una bolsa cargada de dinero. Por suerte también he tenido la oportunidad, a partir de algunos vídeos recopilatorios, de comprender la magnitud de su figura; si hoy en día alucinamos con lo que son capaces de hacer Leo Messi o Cristiano Ronaldo —dos jugadores que están, aún hoy, a mucha distancia del resto de los mortales—, no quiero ni imaginar lo que suponían aquellas gambetas, esos cambios de ritmo explosivos y esa calidad para definir de cara a puerta en una época en la que este deporte era tan distinto al actual.
El rey Pelé. El hombre y la leyenda hace honor a su nombre, ya que escarba en las dos magnitudes del bautizado como Edson Arantes do Nascimiento. Así, además de hacer un repaso por su carrera futbolística desde sus primeras pachangas en Três Corações hasta su (última) retirada en el Cosmos de Nueva York, este cómic profundiza bastante más de lo que esperaba en su vida fuera de las canchas. Siempre he creído que una biografía no es tal si sólo se centra en el ámbito laboral del protagonista, por muy interesante y apasionante que éste haya sido; si no nos aporta una visión de la persona, con sus luces y sus sombras, sus buenas y sus malas decisiones, no deja de ser una caricatura. Y en este cómic, para mi sorpresa, se atreven a bajar al ídolo al barro, tocando aspectos tan peliagudos como sus frecuentes infidelidades o sus momentos de depresión. También creo que es muy oportuna la decisión de los autores de combinar la narración de la vida de O Rei con la evolución política y social de Brasil, ya que ayuda a meterte en el ambiente y a comprender algunas de las decisiones del futbolista, especialmente durante la etapa de la dictadura militar.
Con todo, a nivel general este es un libro en el que predomina lo positivo, con muchos colores cálidos y unos dibujos que priorizan ser agradables antes que ser realistas. En los recuadros superiores que acompañan a la mayoría de las viñetas se van dando datos biográficos, mientras que las ilustraciones y los bocadillos están dotados de mucha mayor libertad, por lo que juegan con el humor en no pocas ocasiones. No sé hasta qué punto todos los datos que se aportan están contrastados —como los que se refieren a los primeros amores del delantero— pero los autores consiguen construir un relato muy completo y ameno.
Por todo esto, creo que pese a estar elaborada en formato cómic, El rey Pelé. El hombre y la leyenda es una biografía con todas las letras, ya que su nivel de detallismo y de profundidad es lo suficientemente alto como para que el lector pueda conocer mejor a uno de los jugadores más destacados de la historia del deporte rey.