Antes de comenzar esta reseña, debo confesaros algo. Soy una apasionada de las historias que relatan acontecimientos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Aunque sepa que no serán alegres y que lo más seguro es que me arranquen más de una lágrima, no puedo evitar sumergirme entre sus páginas y dejarme llevar por sus dramáticas historias. Sin embargo El secreto de Emmaline, a pesar de que forme parte de este grupo, no solo me ha sacado alguna que otra lágrima, sino que también me ha hecho sonreír y emocionarme con sus personajes. Porque esta es de esas historias de personajes que traspasan las páginas para convertirse durante el tiempo de lectura en personas de carne y hueso.
Pero empecemos por el principio… La principal inspiración de la autora, Megan Shepherd, para escribir este libro, fue una operación real, que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra: Flautista de Hamelín. Personalmente, desconocía este aspecto de la guerra. Esta campaña movilizó a millones de niños ingleses de las capitales a los campos, con el objetivo de evitar los bombardeos alemanes. Emmaline pudo ser uno de estos niños. Sin embargo, padecer la tuberculosis la llevó a uno de los hospitales que se crearon durante la guerra para cuidar de los enfermos.
Sabiendo que la novela está basada en hechos reales, es complicado empezar a leer, puesto que es bastante duro saber que las vidas de estos y otros millones de niños fueron separadas de sus familias. Sin embargo, cuando comienzas a leer, es muy difícil parar. La ternura de Emmaline, así como la originalidad con la que está contada la historia, en breves capítulos, te hacen leer el libro de una sentada. A través de una narración descriptiva y llena de detalles, Megan Shepherd nos va contando cómo era la vida de Emmaline y sus compañeros en el campo, así como los problemas de su enfermedad.
Pero esto queda en segundo plano cuando la protagonista se dirige directamente a nosotros como lectores y nos cuenta ese secreto que pone nombre a este libro, que ve caballos alados en los espejos del hospital Briar Hill. A partir de ahí, se hace realmente complicado desconectar de esta historia y del cariño que terminas sintiendo por Emmaline.
También queda en un segundo plano, y eso que en realidad es muy difícil, la Segunda Guerra Mundial, el escenario en el que está ambientada esta novela. Esto me ha parecido muy interesante, ya que casi todos los libros que están basados en esta etapa de la Historia, la tienen como protagonista y no como fondo. Me ha recordado mucho a El niño con el pijama de rayas por este motivo. Consigue que te centres en lo que nos está contando Emmaline en primera persona, y no en la dureza de lo que han vivido y están viviendo los niños y aquellos que les cuidan en el hospital.
El secreto de Emmaline es una novela muy especial, de amor, amistad y fantasía, que te traslada a la infancia, a esos momentos en los que la inocencia formaba parte imprescindible de nuestras vidas. Y, aunque en el libro haya sufrimiento y dolor (es inevitable), el protagonismo lo ocupa la imaginación de Emmaline, que te hace preguntarte qué es realmente real en esta historia y qué no lo es. Además, a través de un final abierto, nos invita a soñar junto a la protagonista y a imaginar qué ocurrirá próximamente. Una lectura inolvidable y que recomendaría a todos los públicos, pues a los adultos nos invita a soñar y nos devuelve pedazos de nuestra infancia, y a los niños les enseña acontecimientos de nuestra Historia a través de una preciosa y original novela que hará despertar su imaginación.