El secreto de Vesalio

El secreto de Vesalio, de Jordi Llobregat

La relación entre un lector y un libro tiene muchos parecidos con una relación amorosa. Las hay tortuosas, satisfactorias, sencillas… y también hay situaciones que propician el enamoramiento instantáneo con un libro. La mía fue la siguiente. Me disponía a realizar mi primer viaje transoceánico en avión y yo, que sufro del mayor de los insomnios cuando de viajar en cualquier medio de transporte se trata, acudí a tan insigne cita con un buen arsenal de libros en la mochila. Uno de ellos era El secreto de Vesalio, una novela tan bien escrita que fue capaz de convertir un pesado trayecto en un feliz viaje atrapado a una historia mientras veía como los que me rodeaban se ponían antifaces, cascos y almohadas para hacer el viaje lo más llevadero posible.

Y, ¿quién es el culpable de todo esto? Jordi Llobregat, el autor del nuevo “fenómeno editorial español” (18 traducciones en proceso) con El secreto de Vesalio, un thriller histórico ambientado en la Barcelona de finales del Siglo XIX, que se ha convertido en una de mis lecturas más satisfactorias de los últimos años.

Son tantas las cosas buenas que querría decir sobre el libro que no sé si voy a ser capaz de darles un orden coherente, pero… ¡vamos a intentarlo!

Todo sucede en Barcelona, el año 1888, pocos días antes de inaugurar la Exposición Universal, donde empiezan a aparecer cadáveres de jóvenes mujeres mutiladas que hacen incluso pensar en una antigua maldición local olvidada durante años.

La historia se sustenta en tres protagonistas principales. Daniel Amat es un profesor español en Oxford que vuelve a la Ciudad Condal tras siete años para asistir al funeral de su padre. Por su retorno conocerá a Bernat Fleixa, periodista peculiar encargado de cubrir los sucesos en un conocido periódico barcelonés. Estos crímenes parecen tener relación con la muerte del padre de Daniel y los dos protagonistas empezarán a investigarlos junto a Pau Ribas, misterioso estudiante de Medicina con varios secretos.

Lo destacable de El secreto de Vesalio, entre otras cosas, es lo fácil y rápido que consigue enganchar al lector. Casi desde su inicio hay tensión y los sobresaltos no paran durante las más de 500 páginas, provocando una necesidad de saber más y más, leyéndote el libro en un par o tres de sentadas, pese a su volumen. La trama se mantiene siempre arriba, a base de capítulos cortos pero intensos y el uso del cliffhanging.

Otro punto a su favor es la ambientación. No se le escapa ningún detalle a Jordi Llobregat, haciendo una recreación fabulosa de la Barcelona de finales de siglo, con sus lugares emblemáticos, sus calles, sus barriadas y la idiosincrasia de sus gentes.

Cuando llevas muchos años como lector, expresiones como “fenómeno editorial” o best-seller te hacen estar alerta, y te obligan a hacer incluso un poco más crítica la lectura. Sin embargo, pocas veces un éxito es tan merecido como el de Jordi. La novela El secreto de Vesalio es lo mejor que he leído este año, y muy buena tendrán que ser las lecturas que vengan después para quitar dicha posición de privilegio a esta gran historia.

César Malagón (@malagonc)