Conocí a Elia Barceló hace un par de años en un evento literario: era la autora omnipresente en las charlas. Yo, que hasta entonces nunca había oído hablar de ella, la apunté en mi lista de autoras por descubrir porque me cayó muy bien. Tiempo después, me percaté de que, cuando a otros escritores españoles les pedían que recomendaran una lectura, El secreto del orfebre se repetía. Y era de Elia Barceló. Si me animaba a leerla, empezaría por ese libro.
Cuando vi que Roca Editorial ofrecía descargas gratuitas durante la cuarentena, no presté mucha atención. Al fin y al cabo, tengo muchísimos libros por leer en casa, tanto en físico como en digital. Pero allí estaba El secreto del orfebre en primera línea, y, claro, no me pude resistir. Había llegado el momento de conocer esa obra que me picaba la curiosidad, aunque ni siquiera sabía de qué iba. Y menos mal, porque es una de esas historias en las que merece la pena adentrarse a ciegas.
El secreto del orfebre se publicó por primera vez en 2003. Según explica Elia Barceló en el prólogo, formaba parte de un universo literario que ella y otros autores pretendían crear en torno a Umbría, un lugar ficticio que bien se podría ubicar en el norte de España. Aunque, finalmente, solo tres obras llegaron a ver la luz: El vuelo del Hipogrifo y El secreto del orfebre, de Elia Barceló, y Leonís, de César Mallorquí.
El protagonista de esta novela corta es un maestro orfebre de prestigio, y es el que se encarga de narrar su regreso a su pueblo natal, Villasanta de la Reina, en 1999, veinticinco años después de que dejara atrás a la mujer de su vida, Celia Sanjuán, una de las amigas de su madre. Debido a este viaje y a la posibilidad de reencontrarse con ella, rememora esa historia de amor, literalmente, e irá engarzando las piezas que en su día le parecían inexplicables. Poco más diré, pues desvelar alguno de los giros sería privaros de parte de las emociones que Elia Barceló nos reserva en cada página.
Con una prosa exquisita, una ambientación onírica y un retrato vívido de la España de los años cincuenta, setenta y noventa, Elia Barceló nos regala una de las historias de amor más hermosas y conmovedoras que he leído en mi vida.
Aunque el gran secreto del orfebre lo intuimos demasiado pronto, eso no resta encanto a la novela, que nos deslumbra hasta el final. Y por si este no fuera suficiente, en 2017 Elia Barceló añadió unas páginas inéditas, en las que da voz a la otra protagonista, Celia Sanjuán, y ofrece un nuevo giro, un nuevo significado al conjunto, más bello incluso que el original. Así que, si hay alguien que solo ha leído la primera versión, no debería perderse la novela reeditada.
No exageraban esos escritores al decir que El secreto del orfebre es uno de esos libros que hay que leer para darse cuenta de lo que es escribir bien, pero bien de verdad. Sin duda, Elia Barceló no tiene nada que envidiar a la maestría de su protagonista: ella también es capaz de crear joyas con sus palabras.