El secreto sumergido

Puerto Deseado, en la Patagonia Argentina y dos momentos que se cruzan: la historia de un naufragio de un navío inglés en las aguas del lugar en el año 1770 y la vida de Marcelo Rosales, un adolescente –y por fuerza, algo adulto- que practica buceo, en la década del  70.  Por esas cosas de pueblo chico, la leyenda del barco llega a sus oídos y por curiosidad, comienza a tirar del hilo…hasta que alguien muere de un tiro.

A Marcelo lo acompañan en sus inmersiones en el mar, su instructor Claudio y otro buzo aficionado, Ariel. Los tres se enfrentan a alguien que parece tener el mismo objetivo que ellos y están dispuestos a lo que sea para conseguir descubrir los restos bajo el océano.

Acá me detengo. No quiero revelar nada más del argumento de la novela porque una de las primeras cosas que hay que destacar es la intriga que recorre todo el libro. No sólo una, la de saber si sucedió o no el naufragio. Hay muchas más que se van acercando al lector en la medida justa, de a poco. Tiene mucho de aventura debajo del océano, de ese suspenso que me llevó a recordar los buenos libros de misterio que solía leer en mi adolescencia.  Y tiene soluciones a las intrigas muy bien resueltas y pensadas, de esas que podrían ser obvias pero no lo son. Aquellas  en las que terminamos envidiando al escritor por habérselas ingeniado de esa manera para darnos resoluciones.

Hacía ya un tiempo que no tomaba un libro que tuviese la necesidad de irme antes a la cama para leerlo, de dedicarle cada ratito libre porque es tan entretenido que uno no puede soltarlo. Pensé que una novela de buzos y naufragios, me gustaría, sí. Pero lo cierto es que me atrajo al punto de luchar contra el sueño, “por leer un capítulo más”.

Además de la gran fluidez que logró su autor a la hora de contar la historia – donde la situación se plantea de forma rápida, la acción sucede casi sin notarlo y cuando uno quiere acordar, lo está terminando- es meritorio que resulte creíble cada cosa que hace a la vida de Marcelo,  de la búsqueda que emprende con sus amigos para poder saber si existe el barco y por qué también le interesa a otros buzos.

Pero si tengo que definir a esta novela, más que resaltar la palabra “entretenida”, pienso en que podemos decir que este libro que mezcla misterio y aventura es muy creativo. A partir de la verdadera historia de la nave británica Swift, Perfumo armó en su cabeza una serie de eventos que luego plasmó en el libro y que demuestran un gran poder de imaginación y de creatividad para hacerlo. No resulta absurdo y, al contrario, tiene mucho mérito por haber transformado ese suceso en algo tan significativo. Claro, que sea verosímil y esto, para mí como lectora, depende mucho de los diálogos que mantengan los personajes. Yo les creía cuando hablaban y eso agrega a una ya muy buena historia.

Un paréntesis hay que hacer con el epílogo. En general, los autores ya han dicho todo durante la novela y es sólo un agregado. El epílogo es simplemente genial. Corona una novela de misterio muy buena, para darnos un último golpe y cerrar con una última línea más que poderosa. Lo que ocurrió realmente con la Swift es la punta del iceberg…pero lo que queda en el lector, es lo que el autor generó con su imaginación alrededor de ese evento histórico, lo que está debajo y tiene la fuerza suficiente para atrapar a quien lo lee.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)