Reseña del libro “El sol y la mentira”, de Iria G. Parente y Selene M. pascual
Leer a Iria G. Parente y Selene M. Pascual se ha convertido en uno de mis últimos vicios. Las conocí gracias a Sueños de piedra, primera parte de su famosa saga Marabilia y continué leyéndolas en su bilogía El orgullo del dragón. Con estas lecturas comprendí lo versátiles que eran y lo fácil que les resultaba adaptarse a diferentes géneros narrativos (el primer título es fantasía y el segundo steampunk, pero además han escrito contemporánea o young adult). Ahora nos sorprenden con El sol y la mentira, la segunda parte de la saga Olympus donde la ciencia ficción con inspiración en la mitología griega es la protagonista. Vaya mezcla, ¿verdad? Pues créeme si te digo que funciona.
Antes de entrar en materia, tengo que decir que esta segunda parte no es una segunda parte como tal. La saga Olympus está compuesta por libros autoconclusivos desarrollados en un mismo mundo pero con historias independientes que permiten que se lean en un orden indiferente. Yo no he leído la primera parte y aun así he querido adentrarme en este libro y la experiencia ha sido inmejorable. En ningún momento he sentido que me faltaba información o que había partes que hacían referencia a otra historia, por lo que ha cumplido sus promesas de ser independiente a la perfección. Y todo ello a pesar de que a los lectores de la primera parte les sonarán los protagonistas de esta, ya que aparecían con más o menos intensidad.
Ahora bien, vamos al meollo de la reseña. Seguro que te habrás quedado con el detalle de que es un libro de ciencia ficción con inspiración en la mitología griega, y no es para menos. Precisamente eso es lo que llamó tanto mi atención cuando descubrí la existencia de esta novela, y es que las autoras, Iria G. Parente y Selene M. Pascual, nos llevan al Marte de 2634, donde la sociedad está dividida en sectores según las funciones de los antiguos dioses olímpicos. Por supuesto, la cúpula de Zeus es una de las más ambicionadas y por ello uno de nuestros protagonistas, Armand Cordroy, decide infiltrarse en ella para descubrir qué traman los que manejan el asunto. Sin embargo, no le será fácil, porque aunque es un diseñador en ciernes del Servicio de Afrodita que pretende infiltrarse ganándose los favores de Enid Dusan —que tiene toda la pinta de ser la nueva líder—, esta es más dura de lo que en un principio se pensaba. Así que ya te puedes imaginar: Armand hará todo lo posible por camelar a Enid y Enid, más dura que la piedra, no podrá evitar usar a Armand para llevar a cabo sus propios planes. Una locura.
Lo más interesante de todo es la ambientación que crean las autoras. Poder conocer a Enid es poder conocer una sociedad de lujo, dramas y salseo que hará que los lectores piensen que, en ocasiones, están ante un programa de televisión. Por no hablar de la relación que existe entre Armand y Enid, que supone, en términos modernos, un enemies to lovers (un poco «los que se pelean se desean», para que nos entendamos todos), que tiene una química innegable y que hace que el lector quiera más y más.
Sí que hay algo que he echado de menos y es que encuentro una pega en el principio de El sol y la mentira. Me ha parecido un pelín lento y me ha faltado ritmo. Durante más de cien páginas las autoras nos dan a los protagonistas por separado y se encargan de perfilarlos muy bien como personajes —cosa, por otra parte, imprescindible—, pero sí es verdad que esto hacía que me preguntara cuándo iban a empezar a ocurrir cosas. Tal vez este sentimiento se debiera a que quería que los personajes avanzaran en la historia historia más rápido o es que yo, al esperar una novela de ciencia ficción, ya estaba exigiendo más ritmo desde el principio. Sea como sea, esa es la única pega que le encuentro a la novela.
Al margen de este detalle, como siempre, he disfrutado mucho de la prosa de las autoras (madre mía, cómo me gustan sus descripciones) y me han dejado con el corazón calentito y dolorido a partes iguales, a la espera de uno de sus nuevos títulos.