Reseña del libro “El sótano”, de Begoña Huertas
En El sótano, la escritora española Begoña Huertas nos transporta a un lugar indeterminado, en un tiempo indeterminado. A una clínica médica de alto standing en la cual ingresa la narradora, dado que ésta sufre de una enfermedad una vez más, indeterminada. La autora nos presenta una novela breve, pero de algún modo, condensada, en el que el ambiente es extraño y en cierto modo, perturbador.
Decidí leer este libro impulsada por las buenas críticas que estaba cosechando en Twitter a principios de este año. A pesar de tratarse de una historia que en un inicio no entra dentro de mi tipo de lecturas, hubo algo que me llamó la atención y que hizo que finalmente me lanzase a leerlo. Pues bien, creo que ese “algo” es precisamente toda la novela: la la sensación de letargia.
Si bien poco puedo mencionar sobre la trama ya que nada y todo a la vez es especialmente relevante, todo y nada importa. Más allá del lugar en el que se sitúa la narradora, la mencionada clínica de lujo en la que se realizan misteriosos tratamientos en el sótano del edificio junto a las reflexiones de la narradora y del resto de pacientes. Y las dinámicas que se establecen entre ellos, ese empeño por no contar nada de sus vidas fuera de la clínica, una regla no escrita que incomoda si alguien la incumple. Las observaciones de la narradora de las relaciones de algunos pacientes, especialmente, entre Dolores y Rubén, pareja que captará la atención de la misma.
Cuando he mencionado la sensación de letargia me refería a que el ambiente en esta novela está condensado, el aire se siente claustrofóbico, el cansancio crónico que la narradora siente te arrastra y la somnolencia te abraza. Sin embargo, a pesar de ello, pude apreciar el tinte en la voz de la narradora que intenta salir de esa situación y gritar. Además, las reflexiones que hace sobre la vida y las relaciones humanas, el dolor físico, la enfermedad, me han parecido muy interesantes.
“En ese momento, la desconfianza hacia la propia pareja me pareció uno de los peores castigos posibles de este mundo“.
Aunque por otro lado, me hubiese gustado algo más de desarrollo, ya que creo que la autora podría haber ahondado más en algunos aspectos de dichas reflexiones. No obstante, es una novela en la que no se explican muchas cosas y creo que ahí radica su peculiaridad, no entendemos la vida de la narradora, qué será de ella, de dónde viene, por qué está ahí exactamente. Pero sí entendemos que la sombra de la muerte acecha, el miedo que supone esa certeza. Al final, considero que podemos interpretar esos aspectos según consideremos, según lo reflejados que podamos sentirnos.
Así pues, recomendaría El sótano a aquellos lectores que busquen una lectura pero que no les deje indiferente, un libro que se preste a interpretaciones varias, pero especialmente, un libro que les permita reflexionar sobre aspectos de la vida que todos y cada uno de nosotros nos cuestionamos.