El sueño de la crisálida, de Vanessa Monfort

A veces siento que voy muy deprisa. El trabajo en la oficina, las reseñas, las lecturas pendientes, la escritura, el canal de Youtube, la casa, el deporte, las aspiraciones, los sueños, las cosas por hacer, las cosas que no quiero hacer pero tengo que hacer, el lidiar con estos pálpitos que me dan de vez en cuando, con la falta de oxígeno, con la montaña que tengo delante de mí que quiero trepar a la vez que siento que me estoy jugando la vida. 

Para. 

Me he estresado solo con hacer un pequeño resumen de mi vida. Algo falla. 

Demasiadas cosas, demasiados planes, demasiados quehaceres. 

¿En qué momento hemos llegado a este punto?

Estoy segura de que te has sentido un poco identificado con estas palabra. Puede que no con todo, pero tengo claro que todos tenemos por delante un gran Everest particular. Si te sientes así, quizás deberías leer El sueño de la crisálida, de Vanessa Monfort, una historia imprescindible para los tiempos que corren ahora mismo.

En esta novela encontraremos a dos protagonistas: por un lado está Patricia, que lejos de trabajar para lo que ha estudiado, decide que su mundo está en una agencia de publicidad. A pesar de hacer lo que le gusta, lleva un ritmo de vida frenético, tanto que hay momentos en los que no puede lidiar con él. Y, por otro lado, está Greta, una religiosa que fue expulsada de su comunidad después de haber sufrido años y años de maltrato y que ahora necesita encontrarse a sí misma. 

Ambos personajes, tan opuestos, nada más que tienen en común esta sociedad loca en la que vivimos. Ambas están luchando su batalla personal. Greta intentando encontrar su hueco en el mundo, Patricia lidiando con sus crisis de ansiedad. Y ambas, aunque al principio no lo sepan, van a ser la salvación una de la otra. 

Esa amistad que surgirá entre ellas de manera repentina será lo que ayudará al lector a darse cuenta de que algo también está fallando dentro de su propia vida. Verá que las cosas no son para tanto, que no hay nada que no se arregle y que también se puede renacer para convertirse en una bonita mariposa. La clave es encontrar el fallo, esa pequeña pieza dentro de nuestras vidas que no encaja y que hace que todo sea caótico.

Vanessa Monfort se ha convertido en muy poco tiempo en una de las grandes voces de la literatura española actual. Su anterior libro, Mujeres que compran flores, tuvo un gran éxito. Y no solamente en España, sino que se vendió por multitud de países contagiando a todas las personas que lo leían con su optimismo y su manera de ver la sociedad actual desde otro punto de vista. A esto también hay que añadir su prosa, personal y con nombre propio, que se ha convertido ya en su marca. Así que sí, El sueño de la crisálida, va a convertirse de nuevo en un gran éxito —lo auguro—, ya que tiene lo que todos necesitamos ahora mismo: optimismo, un canto al «todo va a ir bien», una oda a la esperanza. 

Sinceramente, me encantan los libros así, esos que te dicen que la sociedad está mal. Que nos hemos vuelto demasiado autoexigentes, egoístas. Que nos hemos metido tanto en nosotros mismos y en la imagen que queremos dar al mundo que se nos han ido olvidando las cosas más importantes. Y después de este retrato cruel y verídico de nuestra propia vida, el libro se convierte en una ventana a través de la cual uno puede huir y dejar atrás los errores. Pero la verdad es que creo que es una batalla perdida: mientras lo estás leyendo te estás dando cuenta de todas las cosas que haces mal en tu vida pero, en cuanto lo cierras, acabas por subir una foto a Instagram con el hastag #lecturaterminada. Así somos: necios, cabezotas y estúpidos. Pero está bien sentirse de otra manera durante unas horas.