El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa
Leer libros de Mario Vargas Llosa resulta una aventura fantástica y te da la seguridad de confiar en un escritor que no te fallará, asegurándote una infinidad de sensaciones y la posibilidad de vivir otras vidas y de olvidarte un poco de la, por momentos, dura realidad.
En El sueño del celta, el Premio Nobel de Literatura narra la vida de Roger Casement, uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo; a través de la mágica pluma del peruano, nos adentraremos en el Congo, en la amazonia peruana, Irlanda e Inglaterra, países que al terminar el libro soñaremos con visitar para buscar las huellas perdidas de este fantástico y no tan conocido personaje de la historia.
Roger Casement parece haber vivido no una vida, sino varias, por lo tanto a la hora de hablar de él, algunos historiadores lo recordarán como moral, libertario y héroe, mientras que otros lo calificarán como villano, traidor e inmoral.
¿Cómo maneja esta dualidad Vargas Llosa? Presentando la mayoría de los hechos de un modo histórico pero a la vez novelado, lo que permitirá al lector leer un libro imposible de dejar, al tiempo que sentirá estar aprendiendo historia de la buena, para finalmente concluir por cuenta propia si coloca a Casement del lado de los buenos o del lado de los malos… si es que puede lograrlo. ¿O acaso todo es blanco y negro en este mundo? ¿No se puede aceptar a una persona con sus grises?
El fantástico irlandés, cuya historia se desgrana a lo largo de 464 páginas, empezó trabajando para una empresa que lo llevó a conocer el Congo Belga, donde supuestamente la “civilización” europea, bajo el mando de Leopoldo II de Bélgica, iba a llevar prosperidad y bienestar a las tribus “bárbaras” que poblaban esa zona de África; sin embargo, allí empezará a conocer la dura realidad, esa que estaba compuesta por las atrocidades y abusos del sistema colonial y donde las autoridades practicaban torturas, mutilaciones y asesinatos. Más adelante comprobará que en la amazonia peruana el horror puede incrementarse aun más. Altas dosis de buena literatura se presentan en los momentos del libro en los que se detallan las penurias vividas por los habitantes de esos sometidos lugares.
Casement, como diplomático británico, comienza a tomar nota de todos los abusos que se perpetran, para presentarlo luego ante el mundo, denunciando algo totalmente inesperado que conmocionó a la sociedad de la época.
Al tiempo, porque como dijimos Casement tuvo muchas vidas, iremos conociendo su lado más íntimo, al que se le atribuye prácticas homosexuales que nunca se confirmaron del todo, pero que finalmente le jugarán en contra a la hora de ser acusado de traidor a la patria.
¿Pero porqué acusarán así a alguien que denunció ante el mundo las atrocidades de la época? ¿Por su aparente homosexualidad?
No solo por eso, sino principalmente porque, lentamente, mientras adquiría fama y condecoraciones por sus labores humanitarias, Casement emprendía una lucha mayor, esa que como irlandés no dejaba de latirle en su mente: si la sociedad repudia la acción de Bélgica en el Congo ¿Por qué no hace lo mismo con la invasión de Inglaterra en Irlanda? El espíritu nacionalista se hace presente y Casement no podrá evitar, pese a ser cónsul inglés, jugar fichas a favor de la independencia de Irlanda. El libro toma entonces un ritmo impresionante.
Mientras tanto, Vargas Llosa nos demostrará su genio haciéndonos parte de las sensaciones internas del personaje, que desde su condición de detenido y posiblemente condenado a muerte, recuerda sus viajes y sobre todo vive en carne propia esa sensación de injusticia, impotencia y confusión que sienten las personas al comprobar y entender que no serán recordados en el futuro como lo que en realidad fueron.
¿Cómo no iba a sentirse confuso alguien que trabajó para Inglaterra, que era condecorado por este país por sus acciones en el Congo y la Amazonía peruana, pero que a la vez se sentía irlandés y militaba activa y secretamente a favor de su independencia?
Un libro que tengo pendiente, que Vargas Llosa es un autor que me suele gustar bastante. Y tu reseña me anima aún más a querer leer este libro. Lo has expuesto tan bien que no creo que tarde en pillarlo y disfrutar de su lectura.
Besotes!!!
Muchas gracias por leer la reseña; no dudes con este libro porque te la pasarás genial ¡Saludos!
Gracias por leer y comentar mi lbro; tiene dinero para viajar a Irlanda? no? entonces no leas este libro, ya que no podrás evitar querer viajar a Irlanda tras cerrar la última página ^^
Saludos!
Uff, pues entonces voy a tener que replantearme lo de leer el libro, que la crisis me está tratando muy mal últimamente… Jajajaa, bueno, creo que eso es lo mejor que se puede decir de un libro, así que indudablemente será un libro que lea. No sé cuándo porque los libros pendientes que tengo en la estantería ya me están acosando pero que me lo leo, es seguro.
Besotes!!!
¡Qué lindo que la lista de libros a leer sea interminable!
Yo lo leí hace unos meses y la historia me gustó bastante. Eso sí, no volveré a leer ningún libro de este autor, al menos de forma voluntaria. Odié su forma de escribir, con esas frases larguísimas que se extendían por más de diez líneas del libro. Le doy un diez a la historia. De hecho, busqué más información cuando lo terminé. Pero no volveré a coger un libro de Mario en mis manos…
Los libros cambian y las personas también; cuando leí Cien años de soledad, de García Márquez, me dije que nunca podría leerlo completo; dejé pasar un tiempo y ahora voy a releerlo por cuarta vez; ¡Dale tiempo! Total, mientras tanto tienes millones de libros disponibles ¡Saludos y gracias por leernos!
Nosotros somos incondicionales de Vargas Llosa desde Conversaciones en la Catedral pero El sueño del Celta nos decepcionó en todos los sentidos, tanto en fondo como en forma. Nos quedamos con un sabor de boca agridulce y la sensación de que su publicación respondía más a criterios “marketinianos” hijos del Nobel que a la brillantez de otras novelas suya como La fiesta del chivo o La ciudad y los perros
Según tengo entendido, el libro lo escribió antes de ganar el Nobel, e incluso recuerdo que se enteraron del premio en medio de la promoción; no obstante, acepto y está claro que este libro, si bien para mí es excelente, no puede compararse con maravillas como “La guerra del fin del mundo” o “La fiesta del chivo”
Saludos!