El Sunset Limited, de Cormac McCarthy
Volver a leer un libro de McCarthy es siempre una experiencia enriquecedora, y ya tocaba volver a dar un paseo por las áridas palabras del estadounidense. Cormac McCarthy (Providence, Rhode Island, 1933) se ha convertido en una de las voces más aclamadas de la literatura norteamericana actual. A golpe de pluma y llenando el hueco dejado por William Faulkner, el autor ha ido desgranando a través de su obra las profundidades más violentas del alma humana, mostrándonos de frente la cruda realidad a la que en muchas ocasiones le damos la espalda.
El Sunset Limited, es la última obra del autor que se ha publicado en España y no viene a ser una novela al uso, sino el guion de una obra de teatro escrito por el autor. Escrita en el año 2006 y publicada por Mondadori en el año 2012, la obra fue representada por primera vez en el Steppenwolf Theatre de Chicago e incluso ha tenido una versión para televisión producida, dirigida e interpretada por Tommy Lee Jones junto a Samuel L. Jackson. El Sunset Limited es el nombre de del tren que va de Nueva Orleans a Los Ángeles y al que Blanco (uno de los dos personajes de la obra) está esperando en el andén. ¿Adónde nos llevará?
Pero al abrir el libro nos damos cuenta de que la intención de Blanco no era la de coger el tren, sino lanzarse a las vías para ser arrollado por él. Negro (el segundo y último personaje de la novela) lo salva del desastre y lo lleva a su casa (único escenario de la obra y donde tienen lugar las 112 páginas que nos regala McCarthy). Una vez estos se encuentran al calor de hogar de Negro, empiezan una conversación que abarcará el resto del relato. Y es que El Sunset Limited no es nada más y nada menos que eso: una conversación entre dos personas, una de ellas un académico universitario desencantado de la vida que acaba de intentar suicidarse en las vías de una estación de tren y la otra, un religioso hasta la médula que lo ha salvado e intentará por todos los medios disuadirlo de volver a intentarlo. Dos caras completamente opuestas de la moneda de la condición humana, opuestas como el color de su piel y los apodos que usa McCarthy para representarlos en la obra. No tienen nombre, podemos ser tú, yo o cualquier lector de esta reseña.
A través de las páginas del libro vamos conociendo las motivaciones de los dos protagonistas. Por un lado tenemos a Blanco, un académico con un alto bagaje cultural que ha acabado harto de la vida, de las personas y del mundo en general. Por el otro a Negro, un predicador dedicado en cuerpo y alma a la lectura de la Biblia, de clase baja y que intenta ayudar a la gente de su comunidad de la mejor forma que sabe hacerlo. Ambos entablan una conversación en la desvencijada casa de Negro: algunos muebles y una mesa son todo el escenario que verán los ojos de los personajes en lo que dura su conversación. Poco a poco se irán conociendo mejor, para acabar dándose cuenta de que cuanto más lo hacen, más lejos están el uno del otro.
El Sunset Limited es un choque frontal entre los dos. A través de las páginas del guión de la obra, ambos intentarán convencerse el uno al otro de que siguen el camino correcto. El libro nos muestra al McCarthy más desnudo, solo diálogos en un enfrentamiento cara a cara, sin armas, con las palabras como única manera de atacar y defenderse. No encontraremos en El Sunset Limited los lugares a los que los lectores de McCarthy estamos ya acostumbrados, ni las situaciones tan reales y desagradables con las que el autor nos vapulea desmenuzando todos los artificios de la realidad.
¿Con qué fin? Ninguno. No hay solución para las diatribas de los implicados. Ninguno de los tendrá jamás la respuesta a ninguna de sus preguntas. Seguirán vagando perdidos tratando de comprender un mundo que se escapa a su compresión. Todos somos un poco Blancos y un poco Negros. No hay extremos, solo grises en la literatura de McCarthy.
El gran McCarthy tiene el poder de hipnotizarme y trasladarme sin pestañear a la frontera. He leído todo lo que he encontrado de él en español, tendré que buscar ésta.
Gracias, un saludo
McCarthy también es mi debilidad. Voy descubriendo su bibliografía poco a poco para que no se me acaben nunca sus libros 🙂