Siempre que una historia me promete un viaje hacia lugares desconocidos, lugares que llevan a mundos mágicos donde conoceremos a personajes inolvidables —todos únicos y diferentes entre sí—, lugares donde están aseguradas las aventuras y las nuevas amistades, yo no puedo mirar para otro lado. Debo zambullirme en dicha historia y dejar que me envuelva, que me transporte a su núcleo. Debo realizar ese viaje. Y en este caso, nunca mejor dicho.
El viaje de Tori: AGON, de Juanjo del Junco, es un libro para todas las edades, pero sobre todo para que los jóvenes lo puedan disfrutar como nadie. En él conocemos a Tori Hojagris, una chica intrépida, inteligente y optimista, aunque algo despistada. Una lectora voraz y decidida dispuesta a salir de su zona de confort para descubrir todo lo que se esconde fuera de su pueblo, todo lo que el mundo puede ofrecerle. Así, Tori llega a un lugar muy diferente al suyo: Agon. Una tierra donde sus habitantes son física y mentalmente opuestos a ella.
Allí, nuestra joven protagonista conocerá a Gael, y juntos vivirán aventuras entre Agon y Eon, la tierra de Tori. Aventuras rebosantes de magia y peligros como nunca antes habían imaginado.
Dicho esto, quiero comentaros que lo que más me ha llamado la atención al leer esta novela ha sido la imaginación del autor, que no tiene nada que envidiar a la de Laura Gallego, Tolkien, Ende o Rowling. La suya es desbordante e impresiona mucho, pues gracias a ella tenemos el gusto de conocer a criaturas fabulosas cuyas descripciones están muy bien elaboradas. Pero no solo podemos disfrutar de los detalles de las descripciones de estos seres fantásticos, sino también de las de los lugares que encontramos a lo largo de la novela, que son todos muy originales.
Y es que originalidad no le falta a este hombre, ya que este universo que ha creado está lleno de ella. Desde los nombres de los lugares: Agon, Eon, Iconia, Sédiz, Teloreon o Puerto Rosa, hasta el aspecto y el carácter de los habitantes de cada sitio.
Quizás la única pega que puedo ponerle a Juanjo es la falta de mapa, que últimamente estoy un poco pesada con eso y también me pasó al leer El Elixir, de Cecilio González Forné. Sin embargo, tampoco creo que sea algo esencial que nos impida poder disfrutar de la historia porque, como he dicho antes, el autor derrocha imaginación y originalidad por los cuatro costados obsequiándonos con todo tipo de detalles para que no nos perdamos.
Por otro lado, algo que me ha enamorado es todo lo relacionado con las shanas. Son criaturas que podrían parecer mascotas, como Copo y Koitie, pero que están vinculadas al Eonita al que acompañan. Luchan junto a él, viven a su lado.
¿No es algo fascinante? De hecho, si habéis leído La brújula dorada, de Philip Pullman, recordaréis a los daimonion, esos animales que forman un todo con la persona a la que siguen. En mi opinión, los creados por Juanjo tienen similitudes con aquellos y eso a mí me ha encantado.
Por último, no puedo acabar sin hablar de la importancia que se le da en el libro a la lectura a través de la protagonista. ¡Qué cosa tan necesaria y qué bien enfocada está! Creo que es una gran idea que Tori sea una devoradora de libros incansable, aplicada en sus estudios y deseosa de saber más. De este modo, si los niños y adolescentes leen sus aventuras y la toman como ejemplo a seguir, también querrán leer tanto como ella, pues la lectura es poder y nos hace más sabios.
En conclusión, El viaje de Tori: AGON, de Juanjo del Junco, es una historia que no vais a olvidar fácilmente si le dais la oportunidad de entrar en vuestras vidas y en la de vuestros hijos. Una historia que recordaréis por los mensajes implícitos, como la importancia de la amistad, el compañerismo, la lealtad, las diferencias culturales, las maravillas que un libro esconde dentro de sus páginas y lo esencial que es fomentar la lectura desde pequeños.
Un mundo fantástico que brilla por la riqueza de personajes —ya que el autor profundiza en los secundarios y en los malvados consiguiendo que comprendamos distintas posiciones—, las dosis de humor y magia que no es magia, que os harán reír y os dejarán con la boca abierta, así como las partes dramáticas, las intrigas, los giros inesperados, su trepidante parte final y el interesante epílogo que nos abre la puerta a su continuación.
Porque aquí no acaba la cosa. Tori nos espera en un nuevo viaje, así que yo ya estoy preparando la maleta para irme con ella a Sepon.
Cuando vuelva, prometo reseña.