En el Uadi, de Michèle Drouart
He regresado de Jordania. El viaje lo he realizado junto a Michèle. Hemos estado En el Uadi. Ella no es la primera vez que va. No ha sido un viaje fácil pero ha sido un viaje necesario. Y les aseguro que no ha sido baladí que alguien, ahora, en este momento de mi vida, me diga de una forma tan clara que la vida es para vivirla y no para escribir sobre ella ¿Entienden? Ustedes son lectores ¡Claro que me entienden! He decidido mirar por mis ojos durante todo el viaje, no he llevado cámara fotográfica, ni móvil, ni un papel para tomar notas; deberán ser sólo mis recuerdos los que les lleguen, porque yo he ido a Jordania a Vivir y a Sentir.
Michèle es australiana pero de origen europeo, me gusta que haya estudiado filología francesa, así podemos comunicarnos mejor. Siempre es fácil comunicarse con alguien que tiene el dominio de las palabras, y ella lo tiene.
Cada vez que ella habla, pienso, ¡esta será la clave del viaje Susana!, e intento tomar buena nota. Una de las primeras cosas que me dijo Michèle fue que no soporta el dolor físico. Me alegró mucho escuchar esta frase. Yo tengo bastante capacidad de sufrimiento, pero hay capacidades que no me gusta utilizar. Ella me había contado que nuestro viaje sería a lo más profundo de Jordania.
Vamos a Kurf Soum-Irbid
Pero Michéle no se refiere a eso …
Durante el viaje ella me habla de sus años dedicada a la enseñanza en Estados Unidos, Francia, Escocia y Jordania, también me habla de Australia, a la que deberá regresar tras nuestro viaje. Michèle habla de ella desde el interior, desde la reflexión contemplativa. ¡No se me asusten! Eso nos ayuda a comprender lo que vamos a conocer. Es una mujer abierta, alejada de estereotipos, una mujer que siempre busca en el interior, no sólo en el propio sino en el de los demás. Me cuenta que a través de los niños podré conocer mejor esa cultura, y que eso es mucho más que aprender un idioma.
En su primer viaje llegó a Jordania por amor. Omar era el primogénito de una humilde familia al que conoció cuando éste estudiaba en EEUU. Omar cocina con delicadeza y le recita poemas en árabe que ella no entiende, y ella quiere comprender los poemas, y a Omar.
En Kurf Soum me enamoro del Uadi Jordano. Comprendo a Michèle.
Uadi o Wadi (el-uadi, ??????, uad ???), es un vocablo de origen árabe utilizado para denominar los cauces secos o estacionales de ríos que discurren por regiones cálidas y áridas o desérticas…
Pero no será la belleza del paisaje la que hace que la autora quiera contarme esta historia, ni el motivo de que yo haya hecho este viaje a Jordania; tampoco será su amor por Omar, por amor se hace un primer viaje, después se va por otros motivos, por ese conjunto de vidas, de personas, de seres humanos que desde que llegas ya te hacen formar parte del nosotros… si nosotros queremos…
La Familia de Omar. Una familia árabe tradicional, muy tradicional. Y Michèle tiene una impresionante sensibilidad para hablarme de ellos, y yo al principio le hago algunas preguntas superficiales a las que ella no contesta, tampoco Omar contestó a las de ella. Hay que estar, hay que vivir allí para comprender.
Me ha gustado el viaje, y no, no hacía falta llevar cámara, para recordar a las personas no hace falta, y no creo que nunca llegue a olvidar a Omar, ni a sus hermanas, ni a su familia, ni a los vecinos, porque hemos compartido tiempo y espacio, pero yo no soy Michèle, ella regresa con un profundo amor en la mirada, ama a toda esa gente a la que yo, sólo he sido capaz de observar.
Al regreso de mi viaje he pensado mucho en Michèle, y su imagen ha traído a mi pensamiento las palabras de Lin Yutang: “La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad del ser humano que lo mira”.
Susana Hernández
Con qué bonita frase has cerrado la reseña. Me la apunto en mi cuaderno de notas. Y me apunto también este viaje a Jordania, pero siempre que sea junto a Michèle, que me parece que tiene mucho que enseñarme.
Besotes!!!
Con qué bonita frase has cerrado la reseña. Me la apunto en mi cuaderno de notas. Y me apunto también este viaje a Jordania, pero siempre que sea junto a Michèle, que me parece que tiene mucho que enseñarme.
Besotes!!!
El libro me ha entusiasmado y no tenía claro si sabría expresar en la reseña todo lo que la autora me ha transmitido. Si quieres hacer el viaje con ella, y no conmigo :D, creo que me has entendido.
Un besico también para ti!
ayy hacer estos viajes es de lo más bonito, como si cada libro viniera ya con la maleta lista para partir 😉 muy bonita reseña ¡como siempre!
un beso, Susana,
Ale.
Que contigo también iría Susana!!! Pero con Michèle como guía… Si no te importa otra vez… Jajaja
Besotes!!!
Querida Ale, muchas gracias! Hay libros que te mueven muchas cosas por dentro, pues este ha sido uno de ellos para mi. Y cuando pasa eso creo se se refleja en nuestras reseñas.
Yo tengo casi siempre la mochila preparada por si hay viaje jejejeje
Besicos!
Jajajaj Genial! Pues nos vamos las tres 😀 Seguro que ella estará encantada
Otro besico!
Qué buen libro para esta época de verano!! Suena muy bien eso de viajar con un libro a través de la experiencia de una mujer tan llena de viajes en sí misma. Buscar el interior…qué buena forma de viajar…
Bueno, mi lista crece y crece…en fin…tendré que tomar medidas drásticas.
Un abrazo!!
María, este libro no será fácil que lo olvide, el viaje es casi real y Michele la mejor de las compañeras de viaje.
Las listas son inevitables María, no hay tiempo para leer todo pero sí para disfrutar y compartir nuestras lecturas.
Besicos!!!
¡wow! ¡Fascinadora!
Si el libro te ha inspirado de esta forma, no puedo más que llevármelo, y viajar con vosotras también a este lugar, que tal y como lo cuentas, no voy a encontrar mejores guías.
Otro abrazo 😀
Querida Icíar, cómo me gusta que te unas a este viaje en el que tanto vamos a disfrutar jejeje
Seguro que descubrimos ese paisaje fascinador que en todo viaje deseamos encontrar, en esta ocasión encontraremos dos, el que nos ofrece la naturaleza y el que nos ofrece el interior humano.
Besicos !!!