Quienes desconozcan al autor de este libro, quizá crean que Enciclopedia Eslava recoge todo lo que hay que saber del país centroeuropeo, del que al menos yo no sé nada de nada. De haber tratado sobre eso, hubiera preferido seguir viviendo en mi ignorancia, lo reconozco. Pero como llevo años coleccionando las obras de no ficción de Juan Eslava Galán, me bastó leer las palabras «Enciclopedia» y «Eslava» unidas en la portada para tener claro de qué iba este mamotreto de más de seiscientas páginas y querer leerlo si dilación.
Y es que si hay un autor vivo al que admire especialmente, ese es Juan Eslava Galán: por su forma de escribir, por su guasa y por su sapiencia; la mezcla perfecta para que sus obras de divulgación sobre historia sean mis preferidas. Tanta es mi fascinación que cuando asistí a una charla sobre su libro Misterioso asesinato en casa de Cervantes, ganadora del Premio Primavera de Novela en 2015, me quedé embelesada escuchándolo, con mil preguntas que me gustaría hacerle rondando por mi cabeza. Pero no me atreví a abrir la boca, pese a su insistencia en hacer participar al público y su más que demostrada cercanía y afabilidad. Ni una foto me animé a pedirle, aunque me convertí involuntariamente en la fotógrafa del resto de asistentes, que me solicitaban una y otra vez que me encargara de inmortalizar el momento junto a uno de sus autores favoritos.
Visto que en el cara a cara fui incapaz de profundizar en los conocimientos de los que es poseedor este hombre, Enciclopedia Eslava se presentó ante mí como una nueva oportunidad de disfrutar de ellos desde la distancia.
«Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser razonablemente culto» es el ambicioso subtítulo de esta obra. ¿Qué es ser culto o razonablemente culto? Disertar sobre ello también daría para un volumen de considerable grosor y nunca nos pondríamos de acuerdo, aunque creo que todos sabemos reconocer a una persona culta cuando la vemos. Los que hemos leído a Eslava Galán tenemos constatado que él lo es y que está más que capacitado para escribir una obra de tal envergadura. Pero ¿realmente lo ha conseguido? Ahora pensaréis que voy a decir que claro que sí, cegada como estoy con este autor. Sin embargo, he de reconocer, mal que me pese, que ese «Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser razonablemente culto» se ha quedado algo corto y, a veces, la libro resulta repetitivo en los temas que son de especial interés para su autor.
¿Eso quiere decir que me ha decepcionado el libro? En absoluto. Como siempre, he aprendido un montón de cosas y he disfrutado de la prosa de Eslava Galán, sobre todo cuando se desata y, en vez de limitarse a hilar los datos más o menos fiables aportados por otros, expone irónicamente su punto de vista. Además, en Enciclopedia Eslava cuenta anécdotas personales e incluso muestra fotos suyas que nos hacen conocer un poco mejor a ese hombre sexagenario, viajado y curioso, al que le gusta visitar los restos arquitectónicos de las culturas antiguas y no deja pasar la oportunidad de sentarse frente a una buena mesa para degustar la gastronomía de cualquier parte del mundo.
Enciclopedia Eslava no llega a ser «Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser razonablemente culto», pero se acerca a «Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser tan culto como Juan Eslava Galán». Y eso ya es decir mucho; un reto bastante ambicioso para el común de los mortales.