Entrevista a Carlos Molinero, autor de Verano de miedo
De siempre me han gustado las historias de vampiros, no sé porqué. De pequeño me daban miedo, pero aún así me gustaban. No todos, claro, –que aquí como en cualquier parte hay de todo– solo los buenos, los que tratan con respeto a los vampiros y no los pervierten y los transforman en muñecos gusiluz. Tanto me gustan que yo mismo he escrito un par de novelas vampíricas, una de ellas, Valeria, publicada por Extinta e-ditores en formato digital y disponible también en papel.
Por eso me llevé una alegría al enterarme de que el premio Minotauro este año había recaído en Verano de miedo, un libro de este género. Un libro que ha sabido crear una atmósfera que, al menos a mí, me recuerda al ambiente de aquellas pelis de los 80 pese a transcurrir en 2000; un libro que entretiene muy bien y deja un buen sabor de boca. Y lo que es más importante, un libro que respeta la figura del vampiro.
Afortunadamente, gracias a Libros y Literatura he tardado poco en conseguirlo y menos aún en leerlo, y ahora tengo la oportunidad de entrevistar a su autor, Carlos Molinero.
1. ¿De día o noche?
“Verano de Miedo” de noche. Pero una noche de transición. Empecé escribiendo acostándome tarde y la terminé despertándome en mitad de la noche y escribiendo hasta el amanecer. La edad hace que dejes de ser nocturno para ser simplemente insomne.
2. ¿Un cigarrillo al lado?
No. Una pepsi max helada.
3. ¿El papel y la pluma han pasado a mejor vida?
Para mí sí. Afortunadamente. Porque tengo una caligrafía de personaje psicótico de Dario Argento, así que entre escribir y entender mi letra todavía estaría por la página diez.
4. ¿La inspiración llega por sorpresa, o sorprendentemente, siempre te pilla trabajando?
La inspiración o te pilla trabajando o muchas veces justo después de trabajar. Te vuelves loco, estrujas las neuronas y cuando paras esas horas que han parecido improductivas dan su fruto.
5. ¿Quién es tu mayor crítico?
Supongo que la voz maléfica que todo el que se dedica a algo creativo lleva dentro, esa voz que dice “vas a fracasar”, “vaya rollo”, “eres un fraude”, “dedícate a otra cosa”… No sé si es un espíritu maligno, un atavismo o simple esquizofrenia.
6. ¿Qué personaje te gustaría que leyese tu libro?
Bella de “Crepúsculo” para que clavara una estaca en el corazón de Edward. Habría sido lo mejor para todos.
7. ¿Qué libro(s) estás leyendo ahora?
“Arte Salvaje” de Robert Polito. Una biografía del novelista Jim Thompson.
8. ¿Qué libro guardas como el más valioso?
El que conservo todavía con mucho amor es “Fantasmas” de Peter Straub, en una edición de Bruguera comprada en una pila de rebajas de El Corte Inglés. Para mí es una novela fundamental en la modernización del terror y creo que sin ella “It” no habría existido.
9. ¿Qué usas para marcar las páginas?
Marcapáginas muy chulos que me regalan y pierdo, folios reciclados y, lógicamente, papel higiénico.
10. ¿El mejor lugar para leer?
Metro o tren. Me gusta mucho leer en el transporte. Estar a punto de pasarte una estación porque el tiempo se comprime por la lectura.
1-¿Cuáles son los libros y películas de género vampírico que más te gustan y que te han influido?
Hay muchas, pero para “Verano de miedo” las influencias cinematográficas esenciales son “El misterio de Salem´s Lot”, “El baile de los vampiros”, “Noche de Miedo” y “Los viajeros de la noche”. En literatura vampírica esencialmente “Drácula”.
2-La estructura narrativa de tu novela (posts en blogs, sms, mails, chats,…) me ha agradado mucho. ¿Es un homenaje al Drácula de Bram Stoker?
Totalmente. Es una voluntad por recuperar al vampiro primordial, la novela fundadora, no solo en la esencia del vampiro como criatura fascinante y terrible, sino en la forma fragmentada y ruidosa.
3-No entiendo porque has situado la acción en el 2000 y no en fechas más recientes. Te has apoyado en la tecnología de aquel entonces pero podrías haber sacado algo de partido a las redes sociales, whatsapp…
Drácula es una novela de fin de siglo en la que conviven formas antiguas de comunicación epistolar con formas recién nacidas como el fonógrafo. Yo quería que “Verano de miedo” fuera igual. Una novela de transición. Creo que la forma de comunicarse en internet en el 2000 es ya algo del pasado. Tras la aparición de Facebook, Twitter y los smartphones todo ha cambiado. No quería perder ese tiempo de foros, mensajes de texto y correos electrónicos de género epistolar. El ritmo de narración utilizando Whatsapp o Twitter sería totalmente distinto y algo que quería reservar si los personajes de “Verano de miedo” van más allá.
4-¿Cómo es posible que conozcas la Brigada 42-27? Se supone que somos unos pocos los que sabemos de ella…
Prefiero no hablar del tema. Es algo que me contó un amigo que trabaja en un centro de investigación universitario y por lo visto ya le han dado un toque. No quiero meter en problemas a nadie.
Las preguntas 5, 6 y 7 pueden contener spoilers, avisados estáis
5-En estos tiempos en los que prácticamente todo el mundo conoce casi todo sobre los vampiros, ¿cómo es posible que Jürgen se extrañe de que Juan conozca los efectos del ajo sobre los no-muertos?
Esto es un acto de revindicación del ajo, como condimento y como antídoto vampírico. En toda la catarata de película vampírica de los últimos años el tema del ajo no se refleja, no existe. El condimento español por antonomasia ha sido expulsado del canon vampírico. Se habla de plata, de rosal, pero de ajo no. Así que es normal que Jürgen piense que Juan, adolescente de su tiempo, no sepa que el ajo es un potente antivampiro.
6-¿Y cómo es que la madre de Juan no se extraña de que toda la casa huela a ajo?
Creo que es un orden de prioridad y de saturación. La pobre madre tiene muchos frentes abiertos con su madre enferma, con su hijo haciendo tonterías y siendo detenido por la Guardia Civil. Además piensa que se está volviendo un fumeta. Creo que con no oler a Marihuana la mujer ya se queda tranquila.
7-¿Tienes en mente una continuación? (Pese a la oposición de Pukachu…)
Tengo un poco idea de la forma que tendría, en que momento cogería a los personajes, y algo que puede ser una suerte de final definitivo, pero no lo tengo muy articulado. Sé que sería una novela con Juan bastante más mayor y perjudicado. Sería todavía más fragmentaria y más triste y sangrienta.
8-¿Qué te parece la saga Crepúsculo?
Si hubiera una iglesia de la Vampirología Crepúsculo sería una novela blasfema y herética.
“Verano de miedo” es mi respuesta de vampirófilo a Crepúsculo. Una alternativa para que lectores actuales se acerquen a una historia contemporánea de vampiros como Stoker manda. Recuperar lo que yo considero que es el vampiro esencial: Malvado, atractivo, incomprensible, saguinario y terrorífico.
9-Recomiéndame un buen libro de terror, pero de terror del de cagarse de miedo, aunque no sea de vampiros.
“La casa de hojas” de Mark Z. Danielewski es una novela muy retorcida, a todos los niveles, solo hay que ver su maquetación.
Es un libro que además de todos los juegos intelectuales que se permite, de todo el rollo metaliterario que tiene consigue transmitir angustia y desasosiego. Eso de mirar por encima del hombro cuando terminas ciertos pasajes. Miedo del bueno.
Por último…
10-¿Sigues mirando a la ventana por la noche para comprobar que Ralphie no esté ahí flotando y queriendo entrar en tu casa?
Afortunadamente ya no duermo en una cama con la ventana a los pies, así que ha bajado el nivel de estrés considerablemente. Pero tengo que decirte que cada vez que bajo la persiana antes de irme a dormir, una de cada tres veces me acuerdo de la imagen del hermano vampiro en busca de alimento. Y todavía me sigue dando un escalofrío.
la estructura del libro donde el corazon te lleve