Volvemos a asistir al céntrico y maravilloso “Hotel de las Letras”, en Madrid, para reunirnos con otro autor de la editorial Destino. Esta vez nos espera allí Iñaki Martínez (Guatemala, 1954), que está presentando en estos días su segunda novela La ciudad de la mentira, una novela de amor y espías ambientada en la Tánger cosmopolita de los años 40. Pronto tendremos la reseña en el blog, pero mientras tanto os dejamos nuestra charla con Iñaki, un autor (y un libro) que no os podéis perder.
LyL: Buenos días Iñaki. En el dossier nos explicas un poco cómo fue la génesis del libro ¿Nos la podías explicar más ampliamente qué te ha llevado a escribir La ciudad de la mentira?
I.M.: Mi padre estuvo en la II Guerra Mundial en la Brigada Vasca (Batallón Gernika). Fue un grupo de resistencia en la zona de Burdeos que luchó hasta que terminó la II Guerra Mundial en 1945. La brigada la dirigió el Comandante Ordoki y mi padre fallece en 1989 y fui a visitarle en Hendaya para ver si me hablaba de él. Me contó muchas cosas de él y al final, cuando nos despedíamos, me dijo: “¿Habéis visto la película de Casablanca? ¿Os habéis fijado que uno de sus protagonistas, el contrabandista de salvoconductos, interpretado por Peter Lorre, se llama Ugarte? Ese apellido de tan malísima pronunciación en inglés. Yo llevaba tiempo intentando montar una novela alrededor de Tánger, una ciudad que he visitado tantas veces, y fabulé inmediatamente la historia de Martín Ugarte, en la época de 1939 a 1942 en Tánger.
LyL: En 2015 la novela fue finalista del Premio Nadal. ¿Ha habido alguna modificación en la novela durante este año?
I.M.: He mejorado algunas cosas, de la trama no. Cosas de estilo, la trama sigue siendo la misma.
LyL: De tu novela dices que sobre todo es un relato de extranjeros en Tánger. ¿Por qué te ha costado más hablar sobre los propios locales?
I.M.: No me he atrevido a escribir una novela de personajes locales. Obedece a como era Tánger en esa época, una ciudad donde acudían muchísimos extranjeros por muy diversas razones. Los extranjeros ocupaban un papel importantísimo, en una ciudad gobernada por siete países. Me parece muy difícil para una persona como yo, de Bilbao, construir personajes musulmanes o bereberes con solvencia.
LyL: La novela cuenta con varios personajes principales, ¿Cuál ha sido el que más trabajo le ha costado definir?
I.M.: La ciudad de la mentira gira en torno a tres grandes personajes. El de Joan Allison me parece extraordinario porque es una mujer con muchísima fuerza, una mujer adelantada a su tiempo. Stanley me parece un personaje muy de su época, y Martín Ugarte empieza de una manera y termina de otra, propia de un chico tan joven, que se ve abocado al sacerdocio por circunstancias de familia y que luego se encuentra con esa mujer que es Joan.
LyL: En 2013 publicó Arresti, una trilogía sobre la extorsión de ETA a empresarios vascos, que se ha interrumpido por este libro. ¿Piensa volver?
I.M.: Ahora mismo no podría contestarte, pues estoy embarcado en una novela que ya está escrita en borrador. En ella, los tres grandes personajes de esta novela vuelven a reencontrarse unos cuantos años después en La Habana. Lo otro es un proyecto que lo tengo en la cabeza pero no sé cuando lo voy a poder desarrollar.
LyL: Usted hace novelas de ficción dentro de un contexto histórico real. Has pasado de hablar sobre ETA en la década de los 90’s a hacerlo sobre la II Guerra Mundial. ¿Es más sencillo ficcionar sobre hechos ocurridos hace casi un siglo?
I.M.: Tánger y su contexto histórico es un pretexto para contar esta ficción. Todos los episodios históricos que se narran sirven solo de pretexto. Me siento cómodo buscando en los documentos históricos pretextos para desarrollar una historia de ficción.
LyL: Creo que esta novela tiene dos velocidades. La parte personal, sobre todo la historia de Joan Allison, es más calmada, serena, más descriptiva. Luego está la parte diplomática, mucho más tensa y rápida. ¿Está usted de acuerdo con esto?
I.M.: Sin duda. Creo que esta es una novela muy sensorial, porque Tánger es una ciudad muy sensorial, sobre todo en aquella época. Para mí, el gran protagonista de la novela es la ciudad y la historia de amor de Joan Allison con Martín, dirigido en un marco de espionaje en el que aparece Stanley. Lo demás son pequeñas historias que se van entrecruzando entre ellas y van dando fortaleza a la novela.
LyL: ¿Cuáles son sus rutinas a la hora de escribir? ¿Es constante o confía más en los momentos de inspiración?
I.M.: Soy muy constante, tengo la suerte de escribir debajo de un árbol, en el vagón de un ferrocarril, en un avión, en una cafetería llena de ruido. Me concentro con facilidad en lo que estoy escribiendo. No tengo demasiadas manías y escribo al final en el ordenador, pero si tengo un rato libre, pido un bolígrafo y un papel y me pongo a escribir las horas que sean.
LyL: ¿Por qué has elegido La Habana para tu próxima novela?
I.M.: Los personajes de La ciudad de la mentira acaban en 1942. Joan Allison tiene 25 años, Martín la misma edad y Stanley tiene unos cuarenta. Los tres vuelven a reencontrarse en la Habana en 1952. Batista da el golpe de Estado, las grandes mafias norteamericanas habían hecho de La Habana su ciudad y estaban perseguidos por la justicia norteamericana. Los servicios de inteligencia norteamericanos no entienden lo que está pasando allí y envían a Stanley a la Habana para hacer un informe. Joan Allison ha tenido un papel importante en Casablanca y ya es una guionista célebre. Una productora norteamericana le manda a La Habana para escribir una película con pretensiones como Casablanca pero en La Habana. Martín Ugarte, tras su experiencia personal, embarca hacia la Habana para dar clases. Vuelven a reencontrarse los tres personajes en La Habana y se desarrolla una nueva historia de amor y espías.
Muchas gracias por tu tiempo, y esperemos que los lectores disfruten de “La ciudad de la mentira”.