Entrevista a Helena Cosano

Entrevista a Helena Cosano, autora de “Almas brujas”

helena cosanoSer escritor nunca es fácil. Echas los restos en lo que escribes y tu criatura empieza a volar sola y te lleva por destinos que no te esperabas. Lo más importante es que sea el propio autor, junto a los lectores, los que sepan hablar de la obra y todo aquello que les han hecho sentir. Así fue como me planteé las preguntas que le he hecho a Helena Cosano, a raíz de su libro de relatos Almas brujas que habéis podido ver hace poco reseñado en este mismo espacio. Ahora le toca el turno a ella, a su voz, para hablar de lo que ha supuesto esta obra para ella y lo que esconde lo que hay en su interior.

Con todos vosotros, Helena Cosano. ¡Disfrutadla!

Para empezar, nos gustaría conocer un poco más tus gustos a la hora de escribir:

1. ¿De día o noche? De noche. (Aunque a veces es tan larga que destiñe sobre el día…)

2. ¿Un cigarrillo al lado? Mucho café y mis gatos ronroneando. 

3. ¿El papel y la pluma han pasado a mejor vida? ¡No! Todos los cuentos y poemas han sido escritos primero en papel, y todas las ideas, los bocetos, los diarios… Sólo la versión final es con el ordenador.

4. ¿La inspiración llega por sorpresa, o sorprendentemente, siempre te pilla trabajando? Llega por sorpresa y puede ser arrebatadora. No me encuentra necesariamente trabajando, pero sí en general cuando estoy sola. Para mi la escritura nace de la soledad.

5. ¿Quién es tu mayor crítico? Mi hermana.

6. ¿Qué personaje te gustaría que leyese tu libro? Hmmm… Pocos personajes literarios son grandes lectores, salvo tal vez Ana Ozores o Emma Bovary, o alguna joven melancólica de Jane Austen. Tendría su gracia imaginar a Don Quijote leyendo Almas Brujas: es un libro diametralmente opuesto a una novela de caballería.  

7. ¿Qué libro(s) estás leyendo ahora? Esta mañana empecé a releer el Otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez. Lo había leído hace 15 años y me había impactado, pero ahora estoy conmocionada: ¡es GENIAL!

8. ¿Qué libro guardas como el más valioso? No hay solo uno, muchos me han marcado y los guardo todos con infinito respeto (de hecho, uno de mis mayores problemas prácticos es que soy incapaz de desprenderme de ellos y ya tengo más libros de los que caben en casa). Los escritores y pensadores que me han marcado son muchos y pertenecen a tiempos y espacios diversos: obras de espiritualidad oriental como la Bhagavad Gita, Voltaire, Dostoyevski,  Schopenhauer, Nietzsche, Kant, Borges, Proust, Platón, García Márquez, Nabokov, Chéjov, Tolstoi, Thomas Mann, Kundera, Simone de Beauvoir…

9. ¿Qué usas para marcar las páginas? Lo que tenga a mano en el momento de desear cerrar el libro: billetes de metro, tarjetas de visita, postales, entradas de teatro, las servilletas de la terraza donde estaba leyendo… 

10. ¿El mejor lugar para leer? He leído en todas partes, pero para mi el mejor lugar es una terraza desde la que se vea el mar. Tomando café. 

Y ahora que sabemos un poco más de tus gustos como escritora, metámonos de lleno en lo que nos cuentas en tu libro…

1. Para aquellos que no te conozcan, ¿quién es Helena Cosano?

Creo que el adjetivo que mejor me describe es “polifacética”. He tenido una curiosidad insaciable, bulímica, y he hecho muchas cosas, a veces demasiadas y demasiado rápido. La escritura ha sido siempre el hilo conductor, mi forma de integrar elementos dispares e incluso contradictorios, la síntesis de todas las experiencias.   

2. ¿Cómo nace la idea de “Almas brujas”?    

Cada relato tiene su historia, pero todos ellos tienen algo en común. Todos ellos surgen de alguna emoción poderosa que necesita ser expresada, una suerte de catarsis. Yo lo hago a través de las palabras: la angustia, una inmensa tristeza, un duelo, la nostalgia de un amor perdido, el sentimiento de soledad o de sinsentido vital, pueden engendrar textos hermosos. En el caso de la protagonista pintora de la “Historia de una obsesión”, su medio no son las palabras sino los colores y las formas. Creo que el Arte sublima emociones no siempre puras transformándolas en algo bello.

La idea de unirlos en un solo libro llamado Almas Brujas fue posterior, cuando me percaté de la inquietante unidad en la atmósfera de los relatos: una forma peculiar de interpretar la vida, íntima, oscura, llena de obsesiones secretas, turbios deseos, anhelos inconfesables o sueños de huida. Mientras Cándida Diplomática (editorial Algaida, 2011), mi obra anterior, era una novela de aventuras y humor, activa, solar, masculina, los cuentos de Almas Brujas viajan hacia el interior, hacia el mundo lunar de la intuiciones, los sentimientos que desafían a la razón, la “noche oscura del alma“. En ese sentido, es un libro intensamente femenino, en un sentido taoísta o arquetípico, no como un rol social ni un género aprendido, sino como el eterno principio que rige las mareas, los ciclos, el nacimiento y la muerte, la fertilidad y la compasión, la receptividad o la intuición: la energía ‘yin’ del universo“. 

3. El libro tiene tres partes muy diferenciadas, casi diríamos que son tres voces de tres personas distintas, ¿premeditación o simple necesidad? 

Sí, así es. Almas Brujas consta de tres partes, con una unidad estilística y temática. Fue necesidad premeditada: son partes que vertebran el conjunto y le dan sentido. Los relatos de la primera parte, “Obsesiones”, giran en torno al tema de la obsesión. La segunda parte, “Alas rotas”, reúne textos más breves, líricos y sonoros. Y la tercera parte, “Sueños”, está comprendida por cuentos simbólicos, que a veces podrían responder al concepto de “cuento filosófico” de la Ilustración. Las tres partes se funden en una atmósfera común, reforzada por varios leit-motiv.

4. Las mariposas tienen un papel muy importante en el segundo bloque de tus relatos. ¿cuál es la razón? ¿somos seres que siempre buscan volar sin conseguirlo?

Sí, es uno de los leit-motiv del libro, que le otorga unidad. La mariposa simboliza el alma humana. En muchas culturas, la mariposa es una metáfora del alma que ha adquirido cierto grado de consciencia: ya no es oruga ni nunca lo volverá a ser, ha vivido una metamorfosis irreversible. Y en su nuevo estado, rodeada de seres que aún se arrastran mientras ella necesita volar, está condenada a la soledad. Las mariposas son diferentes. No saben – ¡no pueden!- vivir como los demás, por mucho que se intenten camuflar. Las mariposas tienen alas como los pájaros, pero no tienen nido, no tienen un hogar al que regresar. Son frágiles, pues si tocas el polvo de sus alas, las destruyes. Son efímeras y lo saben, y por eso juegan con el tiempo. Y a veces logran trascenderlo. Logran la eternidad. A veces consiguen poderes sorprendentes, tanto que parecen sobrenaturales (comparables a los “siddhis” de ciertas vías espirituales). Por eso son seres “mágicos” y las llamo también “almas brujas”, por su poder, generalmente benévolo, pero a veces oscuro.

Todos somos como mariposas en algún momento de su evolución: aún orugas inconscientes, o claustrofóbicamente encerrados en un capullo en el que un cuerpo muere para que pueda renacer otro más hermoso, o ya somos seres libres y capaces de volar. Todos podemos conseguir volar. En el fondo, todos tenemos un “alma de mariposa”, sensible, mística, libre y llena de color. Con este libro, me gustaría que cada lector descubriera la suya y aprendiera a cuidarla, porque es esa esencia sagrada que nos da alas hacia la felicidad.

5. Hay algunos relatos que desprenden un aire opresor que atrapan al lector y lo sumergen en una espiral de la que es muy complicado salir. ¿Las emociones de tus personajes son un fiel reflejo de cómo estamos preparados para mirar al mundo?  

Sí, así es. Las emociones de los personajes pueden a veces resultar excesivas, “absurdas” o desadaptadas, ya que no son el reflejo objetivo del mundo real, sino una forma subjetiva de vivir en el mundo: vemos lo que somos, proyectamos, malinterpretamos, falsificamos… Y cuando esa proyección deforma la realidad más allá de lo que una sociedad considera aceptable, caemos en la enfermedad mental. La locura no es otra cosa: es estar atrapado en la propia mente y creer que el pequeño mundo privado en el que estamos encerrados es el mundo de los demás.

6. ¿Qué es lo que guía a tus personajes? 

Alguna forma de pasión. Todos los personajes buscan un absoluto, algo trascendente: a través del arte, de una gran pasión o de la huida en la enfermedad mental. Les guía una inmensa fuerza, a veces dirigida hacia el mundo exterior, activa y creativa, y a veces oscura, introvertida y destructiva.

7. Últimamente se dice mucho que el mercado editorial tiene muy cerradas sus filas a la hora de editar a autores que están empezando o que quieren dar a conocer sus obras, perdiéndose entre medias verdaderas joyas, ¿es el peor momento para la literatura en nuestro país?

Eso afirman las estadísticas, y todos mis amigos escritores, más veteranos que yo, se quejan. Dicen que la crisis ha sido nefasta para la cultura en general, y particularmente devastadora para el sector del libro, considerado como un producto prescindible. Yo no sé cómo era antes, no puedo comparar. Sí constato que el mercado editorial está polarizado entre una minoría absoluta y siempre menor de superventas y una masa que apenas vende para la que es imposible vivir de su pluma, independientemente de su calidad. Falta una “clase media” de la escritura. Pero también creo que hay editores valientes, sobre todo en pequeñas editoriales, que apuestan por lo que ellos creen que merece la pena.

8. La literatura siempre ha tenido esa visión romántica de que los autores son almas atormentadas que buscan en las letras el sentido de su vida, ¿Helena Cosano, por qué o para qué escribe?

Soy romántica, muy a mi pesar. Sólo he estado atormentada en la época en que deseaba escribir y no podía porque las circunstancias me lo impedían, me veía obligada a dedicar todo mi tiempo, mi energía y mi mente a otro trabajo. Sé hacer otras cosas, pero para mi sólo las letras otorgan sentido a la vida. Es eso tan absurdo que denominan “vocación”. La entiendo como un destino. Casi una fatalidad, porque no elegimos nuestra vocación. Nos elige. Es una llamada tan fuerte que sólo seguirla da sentido a la vida, y que cualquier otra opción se vuelve imposible, absurda y dolorosa. Constituye una brújula infalible de inconmensurable poder, una mágica voluntad capaz de lograr que se tracen caminos en el desierto. Pero su fuerza de creación puede ser también  destructiva: Si no te atreves a seguirla, te consume por dentro.

9. ¿Nuevos proyectos en el aire? 

Acabo de terminar otra novela, cuyo título provisional es “Todos locos“. En ella, una estudiante de psiquiatría en Viena vive extrañas aventuras que le permiten explorar la mente humana… descubriendo que los más locos no son siempre los que lo parecen.

Gracias por responder a Libros y Literatura

 

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