Entrevista a Paloma Bravo, autora de “La Piel de Mica”
Son pocas las ocasiones en los que una novela te toca, quizá demasiado, y que lees con una voracidad propia de un naufrago que necesita de historias para convertirse en lo que es (sea lo que sea). La novela de Paloma Bravo supone un grito desgarrador, y como he dicho en la carta – reseña, un puñal que se clava dentro. Lecturas que se leen con avidez, que se leen en un par de horas porque las páginas son como un pegamento que no te dejan separar las manos de ellas. Y esa sensación se merece, por lo menos, ampliar con las palabras de la autora lo que significa esta novela. Así que aquí la tenéis, respondiendo mis preguntas, para que todos vosotros podáis leerla y comprenderla.
Con vosotros, Paloma Bravo.
Para empezar, nos gustaría conocer un poco más tus gustos a la hora de escribir:
1. ¿De día o noche? En cualquier minuto que tenga libre. Tengo otro trabajo que es el que me da de comer, y una hija, amigos y otros animales que me exigen tiempo y me lo compensan, así que he llegado a llevarme el portátil en el autobús para ir adelantando. Pero, vamos, al final es casi siempre por las noches, cuando debería estar durmiendo para conservar la poca salud mental que me queda.
2. ¿Un cigarrillo al lado? No fumo. Me encantaría fumar si el tabaco no dejara rastros de olor, sabor y enfermedad. Es muy bonito lo de echar humo y muy cómodo lo de tener algo en las manos. Sin cigarrillos, mordiéndome las uñas, dando saltos en la silla por puro nervio…
3. ¿El papel y la pluma han pasado a mejor vida? Espero que no. Yo, por si acaso, siempre llevo papel y boli encima, y, de hecho, en el trabajo pienso siempre haciendo esquemas sobre hojas de papel reciclado. Pero reconozco que para hacer literatura no podría sin ordenador: necesito borrar y releer, guardar versiones, cambiar la tipografía y… enredar para luego abrir salidas.
4. ¿La inspiración llega por sorpresa, o sorprendentemente, siempre te pilla trabajando? La inspiración a mí me llega viviendo (y, además, dejando que el mundo me entre, que me afecte, que importe).
5. ¿Quién es tu mayor crítico? ¿Aparte de mí? Nadie, o cualquiera. Tengo una timidez que suena borde y eso se nota al escribir, así que siempre hay algún lector (sobre todo del blog de EL PAÍS) que me llama chulita. No es el caso, ya me gustaría: yo sólo sé que no sé nada, y además lo sé de verdad.
6. ¿Qué personaje te gustaría que leyese tu libro? No me interesan demasiado los personajes, me gustan las personas, los lectores: gente inquieta, inteligente, comprometida. Gente a la que le importen los demás.
7. ¿Qué libro(s) estás leyendo ahora? Acabo de leer “Karoo”, de Steve Tesich (Seix Barral); estoy leyendo “Cómo ser mujer”, de Caitlin Moran; y me esperan Luisgé Martín; “Capital”, de John Lanchester, y, en cuanto tenga un rato de paz, los “Diarios” de John Cheever.
8. ¿Qué libro guardas como el más valioso? Uno que escribimos mis hermanos y yo con mi padre: una historia de indios y vaqueros que inventamos e ilustramos nosotros (mis hermanos no saben que lo guardo yo, no se lo digáis).
9. ¿Qué usas para marcar las páginas? La faja cuando la hay, aunque la suelo perder. Tarjetas de visita, peines, teléfonos, bastoncillos de oídos…
10. ¿El mejor lugar para leer? Nada como un espacio en paz, pero yo leo hasta en la cinta del gimnasio: con el kindle sobre el cuentakilómetros y la letra muy grande.
Y ahora que sabemos un poco más de tus gustos como escritora, metámonos de lleno en lo que nos cuentas en tu libro…
1. Para todos aquellos que te descubran por primera vez, ¿quién es Paloma Bravo? Como dice mi perfil de twitter, mi mejor CV son mis amigos.
2. “La piel de Mica” es un libro sobre la vida, casi me atrevería a decir que es LA vida, con mayúsculas, ¿en qué te inspiraste para crear el personaje de Micaela?
En eso justo, en la vida, la vida de la gente que se arriesga a querer, a implicarse, a equivocarse.
3. Un libro como éste, a pesar de ser una historia sobre una mujer que se queda sin trabajo, derrocha fuerza por todos lados, ¿es Micaela como tendrían que ser las personas hoy en día o no podría sobrevivir en un mundo como éste?
No soy quien para decir cómo deberían ser los demás. Yo, lo que intento, es ser autocrítica y aprender de mis errores sin echar la culpa a otros y, luego, sobre todo, seguir; seguir andando, seguir haciendo, que no quiero morirme quieta.
4. ¿Cómo definirías, en pocas palabras, este libro y lo que ha supuesto para ti?
Es una novela honesta, valiente, algo bruta, cargada de energía. Es también una novela llena de vida, pero yo no sabía definirla hasta que lo hicieron los lectores por mí. Los dos primeros no los olvidaré: “Me has hecho reír, me has hecho llorar, y, sobre todo, me has demostrado que todo es posible”; “No has escrito un libro, has hecho un espejo”.
5. Investigando un poco, he visto que el público ha acogido muy bien la novela (si se me permite el inciso, lo merece) y la crítica también ha sido muy buena. Pero, si yo te preguntara por alguna crítica negativa que te haya impresionado especialmente, ¿podrías decirme algo de ella?
Se ha quejado una lectora de que Mica es un poco intensa. Yo no estoy de acuerdo, creo que es una tía que sufre y que se atreve a mirarse al espejo para luego reírse, que acaba creciendo, pero… (Por cierto, a esa lectora el libro le gustó).
6. La protagonista de la novela, Micaela, es una mujer que está en una continua búsqueda de sí misma, ¿crees que uno de los males de hoy en día es, precisamente ese, no encontrarnos a nosotros mismos entre tanta gente?
¿Encontrarnos? Quizá hay que empezar por querer buscarse, que en esta sociedad es muy fácil la evasión y más complicado el responsabilizarse de tus propias decisiones e intentar construir un camino personal.
7. Uno de los puntos fuertes de tu novela es Manu, el pepito grillo de Micaela, esa clase de amigo que puede decirte lo que piensa porque sabes que te está haciendo bien. Mirando un poco alrededor, ¿es posible que, hoy en día, no nos apoyemos tanto en la gente que nos rodea y que nos quiere, dando prioridad a aquello que nos hace daño?
Esa es la primera norma, intentar dejar atrás a la gente que nos hace daño y, salvo que sean jefes o familia, suele ser más fácil de lo que parece. Como decía un amigo mío, el primer número que tienes que guardar en la agenda del móvil es el de la persona con la que menos quieres hablar . Yo además, como Mica, necesito a mi Manu (a mis Manus) para que me digan cuatro cosas bien dichas, para que me enseñen mi mejor lado y, sobre todo, para que se rían de mí y conmigo.
8. Desde que escribiste tu primera novela, hasta esta última, ¿cómo ha cambiado tu vida de escritora? ¿Tienes más facilidades a la hora de editar o, por el contrario, algunos inconvenientes los sigues encontrando a pesar de todo?
De momento, en mi editorial me quieren y me quieren también otras, así que me es más fácil publicar y, a la vez, mucho más difícil escribir: ya sé que todo lo que diga puede ser utilizado en mi contra y tengo más miedos. Pero eso nunca ha sido suficiente para pararme (quizá aquí debería contestaros con un emoticono, para que los lectores de la entrevista sepan que hablo en serio y en broma, para que sepan que, de verdad, aterra publicar y exponerse).
9. ¿Qué nuevos proyectos tienes para trastocarnos la vida lectora?
De los que se pueden contar, un libro de cuentos para niños que le prometí a mi hija y se publicará en primavera de 2014. De los que no se pueden contar, algo de teatro y algo de… Hasta aquí puedo leer.
Gracias por responder a Libros y Literatura