No suelo leer cómics, pero cuando apareció ante mis ojos esta novela gráfica tan loca, tan original, y con esas ilustraciones tan divertidas y coloridas, no le pude decir que no. Érase una vez y otras mentiras, de Andy Weir, es un crossover, un cruce de personajes, que nos cuenta a través de atractivas viñetas ilustradas por Sarah Andersen, cómo les fue la vida a tres de las heroínas más famosas de cuentos conocidos por todos: Dorothy, de El mago de Oz; Alicia, de Alicia en el país de las maravillas; y Wendy, de Peter Pan.
Creedme, la vida no se porta bien con ellas. Pero no penséis que estas tres jovencitas se quedan de brazos cruzados ante tal situación. Todo lo contrario, porque se convierten en tres rebeldes dispuestas a luchar y a enfrentarse contra todo aquel que se interponga en sus caminos.
Adentrémonos en la historia. Dorothy, Alicia y Wendy tienen poderes, sí. Pero esos poderes y las historias que cuentan que han vivido, las han hecho parecer unas locas mutantes a ojos del resto de la humanidad. Por eso han ido saltando de manicomio en manicomio hasta llegar a Cheshire Crossing.
Allí, el doctor Rutherford y la señorita Poole ayudarán a las tres jovenzuelas al más puro estilo de Charles Xavier y Jean Grey con sus discípulos. Lo que no se imaginan es que las chicas van a acabar viajando entre mundos y montando un lío bien gordo. Tan gordo como el romance que surge entre dos malos malísimos: el Capitán Garfio y la Bruja del Oeste.
En mi opinión, el prólogo, tal y como está escrito en este libro, es muy necesario. A mí me ha ayudado a entender mejor la historia que luego se nos presenta, a comprender mejor al autor y los motivos que le llevaron a realizar algo tan distinto a los crossovers o retellings a los que estamos acostumbrados hoy en día. Es una locura, sí, pero una locura apasionante y con fundamento.
Algo muy importante en esta entretenida novela gráfica es el humor que sale de sus páginas: hilarante, irónico y ácido. Me he reído en muchos momentos debido a las rocambolescas situaciones en las que se ven envueltas las tres chicas, que no se cortan un pelo en responder como mejor les parece. Los comentarios de unas y otras no tienen desperdicio, os lo puedo garantizar.
Cada una se nos presenta con una personalidad diferente. Dorothy es quizás la que se muestra más coherente de las tres, la más sensata, la más racional dentro de lo irracional de los mundos que las rodean. Alicia, sin embargo, nos enseña al principio lo deslenguada, desagradable, prepotente y egoísta que puede llegar a ser —vamos, una rebelde profunda porque el mundo la ha hecho así—. Pero a su vez, también esconde mucho honor y respeto hacia sus compañeras, y lo demostrará según avanza la historia. Y Wendy, en el medio de las otras dos, a la que muchos subestiman —sobre todo el Capitán Garfio—, y para sorpresa de todos siempre acaba demostrando lo mucho que vale.
Lo que le da sentido a esta novela gráfica es esa combinación de poderes mágicos entre las tres, que se intercambien sus habilidades y caigan en los mundos que no les pertenecen. Pienso que eso es lo que realmente uno busca cuando se encuentra con un crossover, que ocurran las cosas más impensables y absurdas, que todo se ponga patas arriba y ver cómo reaccionan esos personajes y en qué desemboca todo. Puedo decir que Andy Weir lo consigue con esta historia.
También tengo que recalcar el maravilloso trabajo de la ilustradora Sarah Andersen. Sus dibujos son brillantes, son llamativos. Sin ellos no sería lo mismo, vaya. Le da su toque especial y original a cada chica y a cada mundo.
Antes he dicho que el prólogo es una de las partes que más me han gustado. Pues lo mismo digo del epílogo. No esperaba lo que me encontré en él y me dejó descolocada totalmente. Muy asombrada. Porque gracias a este epílogo, una puerta se abre a una posible continuación muy suculenta.
Sinceramente, después de degustar esta novela gráfica, nunca volveré a pensar en Dorothy, Alicia y Wendy de la misma manera. He vivido el romance entre el Capitán Garfio y la Bruja del Oeste y he sido testigo de la amistad que surge entre las tres, pasándomelo en grande con las situaciones que se generan. Érase una vez y otras mentiras nos trae muchas verdades de lo que sucede cuando tres de nuestras heroínas de cuento preferidas se conocen un mal día.