Reseña del libro “Escritores y amantes”, de Lily King
Hay libros que llegan a ti por casualidad. Porque los ves destacados en las librerías a las que sueles acudir. Porque te llegan por e-mail como novedades del mes y decides darles una oportunidad. O simplemente porque te llaman la atención sus cubiertas o lees las sinopsis y crees que podrían ser interesante. Libros a los que les das una oportunidad pensando que te van a entretener y eso es justo lo que necesitabas en ese momento. Pero Escritores y amantes es muy diferente a lo que pensaba que iba a ser. Y eso es realmente lo que ocurre con algunas novelas con las que no tenías ninguna expectativa…
Creo que elegí leerla porque, en un principio, me identifiqué un poco con la protagonista. No estamos viviendo momentos fáciles y, cuando te encuentras con personajes con problemas reales y sueños no cumplidos, reconozco que me suelo sentir atraída hacia ellos como un imán. Desde los primeros capítulos, sentí que Casey iba a ser una protagonista especial. Una mujer de 31 años que acaba de perder a su madre y sufrir un desengaño amoroso ya es un punto de partida interesante. Pero, además, si le añadimos que actualmente es camarera, pero su deseo es llegar a ser escritora algún día: ¿creéis que es tan difícil identificarse con esto?
Escritores y amantes se centra en muchas dificultades a las que nos enfrentamos normalmente en la vida real, pero creo que lo que más me ha gustado es que no pretende ser algo que no es. Aunque Casey no esté dispuesta a abandonarse a sus sueños, nos muestra sus vulnerabilidades y miedos de manera sincera, real y muy humana. Sin idealizar ciertos aspectos que muchas novelas sí lo intentan.
Creo que, a través de este relato íntimo y profundo (ciertamente de personajes), bastante descriptivo a nivel narrativo, Lily King nos presenta los problemas a los que se enfrenta una mujer a la hora de abandonar sus veintitantos e iniciar la etapa adulta. Las reticencias que surgen cuando te ves obligada a asumir ciertas responsabilidades y abandonar viejos y malos hábitos. Cuando sientes que debes ser fuerte y adulta a pesar de los problemas que llevas arrastrando los últimos años. Lo que significa aprender realmente de los errores del pasado (no tan lejano) para afrontar una nueva etapa en tu vida y el miedo que supone no sentirse preparada para ello. Terminar viviendo un período de tiempo bloqueada al exigirte, quizás, demasiado. O darte cuenta de que no te has convertido en la persona que querías ser con 30 años.
Quizás el sentido del libro se podría resumir en esta última frase… De la idea romántica que tenemos en nuestra juventud de alcanzar nuestros sueños para ser felices. De convertirnos en una persona de la que sentirnos orgullosos y hacérselo sentir a aquellos que nos rodean. Para terminar dándote cuenta de que, quizás (solo quizás), no sea esto lo que más importe. Y Lily King ha querido reflejar esta idea a través del paralelismo de este momento vital con el proceso de escritura. Casey siente que su vida amorosa es un desastre y siempre tiene en la cabeza a su madre, a la que ha perdido recientemente, y piensa que solo cuando se sienta a escribir (aunque, por ahora, sea incapaz de hacerlo) logra escapar de su dolor.
Escritores y amantes ha sido toda una sorpresa. De la novela entretenida que pensaba que sería sobre el proceso de escritura y las idas y venidas de amores y amantes, ha terminado resultando una novela íntima sobre el temor a abandonar la juventud y todo lo que significa entrar en la década de los 30, el dolor de afrontar la pérdida o no sentirse todo lo amado que esperabas o creías necesitar en el pasado. Sobre el miedo a encontrarse con una versión de ti mismo distinta a la que imaginabas. Y sobre la incertidumbre de un futuro en el que no parece atisbarse la felicidad.
Casey es un personaje al que te gustaría abrazar a lo largo de todas las páginas del libro para decirle que todo irá mejor de lo que cree. Que todos tenemos momentos en nuestras vidas en los que nos gustaría rendirnos, en los que crees que todo caerá por su propio peso. Pero solo son etapas, al fin y al cabo. Siempre acaba saliendo el sol, ¿verdad? A pesar de ellos, te terminas dando cuenta de que todos tenemos derecho a nuestras propias montañas rusas emocionales.
Acabo de cumplir 30 y ahora, luego de leer esta reseña, creo que necesito leer este libro. Gracias por compartir tu experiencia de lectura, Virginia.