Esperando a los ángeles, de Juan Herranz
Opinión: Una novela a la que la Brosquil ha querido poner alas, como las alas que le suponemos a todos esos ángeles que, en alguna ocasión, todos hemos esperado.
Dicho esto, y regresando a nuestro libro, os contaré que esta no es esta la primera novela de Juan Herranz, ha publicado ya varias, y a través de cada una de ellas, he ido viendo su evolución como escritor. Con esta novela yo diría que ha llegado a ese nivel en el que el lector, al cerrar la última página, precisa de una reflexión haciendo que la historia perdure en la memoria.
¿Alguna vez se han preguntado que harían si su médico le dijese que le quedan pocos meses de vida ya que sufre una enfermedad irreversible para la que no hay tratamiento posible?
Es evidente que no.
Así que al enfrentarme a la lectura de esta novela he debido ponerme en el lugar de un joven de 20 años, Eduardo, que debido precisamente a su juventud, toma decisiones incomprensibles para un adulto como yo, y estas decisiones, como todos los actos que realizamos en la vida, tendrán unas consecuencias a corto plazo que harán que no pueda abstraerse de un profundo sentimiento de culpa que arrastrará el resto de su vida.
La historia va adquiriendo tientes policiales, que incluso podrían hacer que la catalogase como una novela negra, pero no lo haré; aparecen dos policías que descubren, y esto creo que lo puedo contar, que el médico que le diagnóstico la enfermedad es a su vez un enfermo mental que dictaminaba enfermedades incurables, e inexistentes, a sus pacientes. ¡Lo que le faltaba a una hipocondríaca como yo!, ahora supongo que, además del título de licenciado en medicina y cirugía, deberé pedir a mi médico de cabecera un certificado psiquiátrico que me asegure su estado mental.
¡Qué complejo es el ser humano! Será por ello que el autor nos ofrece una obra que la podemos disfrutar desde diversos enfoques: La historia personal de Eduardo, el compromiso de la amistad, la trama policial, la corrupción, siempre presente en nuestra sociedad, y amigos… la política periodística, ¡que fácil es perder el norte cuando uno cree que tiene el mundo a sus pies!
Si Juan Herranz fuese poeta, habría sacado a Eduardo de su pueblo en un tren y nos habría hecho una recreación detallada de paisajes y sentimientos, pero este joven, que parecía que seguiría su camino por el terreno de la ciencia ficción, se nos ha trasformado en escritor de corte realista, que utiliza las palabras justas para que comprendamos, y se nos haga creíble, una historia actual. Y sí, al terminarla puede que pensemos que podría haber profundizado más en el personaje de la madre, o en el de la novia abandonada, o incluso haber desarrollado más la trama policial, pero si hubiese sido así, ahora estaría yo aquí diciendo que cuando una historia está bien contada no deberían hacer falta más de trescientas páginas. Y Herranz lo consigue en 298.
Dentro de muy poco Juan viajará hacia Valencia para presentar su libro, después, quiero animarle a tomar ese vuelo intercontinental que le llevará hasta Argentina, donde está prevista la presentación del libro en la Feria de Buenos Aíres, y así, mis amigas y colegas, Rosario y Georgina, tendrán la oportunidad de conocerle y ejercer de perfectas anfitrionas, y de paso, hacerse con uno de los ejemplares de esta estupenda novela.
Una novela a la que la Brosquil ha querido poner alas, como las alas que le suponemos a todos esos ángeles que, en alguna ocasión, todos hemos esperado.
Susana Hernández
Me ha gustado mucho conocer a este escritor con cara tan simpática, aunque dices que no lo clasificarías dentro de la novela negra, yo por la trama en sí, me lo voy a apuntar en esa lista, para cuando me llegue el tiempo de disfrutar ese género (ya tengo unos cuantos, la verdad. Susana, no podemos morir, todavía tenemos que llegar a descubrir unos cuantos libros)
Un besico y una flor.
Está bien Icíar, eres libre para anotarla a tu gusto jejeje.
Sí, Juan no solo tiene cara de simpático, es simpático!!
Y… No (claro que no podemos morir aun), tienes razón, tenemos que leer mucho para vivir mucho, viajar mucho, sentir mucho e “indignarnos” mucho, mucho, mucho.
Un fuerte abrazo y… Un besico! jejej
¡Hola, Susana! Empecé a leer este libro ayer y me he ventilado ya la mitad. Algo de novela negra tiene, no? Un beso!
Está bien querida Gea, habéis ganado, la clasificaremos como novela negra jejej; es que a mí me gustan poco las clasificaciones de estas novelas tan realistas.
No me extraña que leyeras de corrido medio libro, se deja leer bien y conforme avanza la novela van generando más ganas de ver como se desarrolla la trama, yo creo que el final queda muy bien cerrado, ya nos contarás…
Un fuerte abrazo! y otro besico para ti!
¿QUÉEE? Viene a BsAs?
Cuando iba leyendo pensaba en que quería leer este libro pero ya estaba enojandome internamente porque sabía que acá no se podría conseguir, como siempre pasa.
Pero ahora que me decís que viene para la Feria del Libro o que al menos vas a animarlo…un dejo de esperanza tengo.
Muy buena reseña.
¡Buenas tardes!
Muchas gracias por interesaros por mi última novela. Lo de Buenos Aires me lo nombró el editor y la verdad es que me pilla en malas fechas para viajar tan lejos, pero retomaré el asunto con él a ver qué opciones hay. De cualquier forma también le recordaré (si finalmente no voy) que lleve algún libro para allá.
En cuanto a la temática, no sé, os parecerá mentira, pero por ser el autor no me atrevo a ceñirla o excluirla del género negro por completo. Está claro que la investigación policial se desliza entre la historia, pero en ocasiones es algo fundamental de la trama y en otros momentos es una excusa para que la novela avance. Digamos que tiene dos lecturas que se van complementando y entrelazando.
Saludos.
Juan.
Por cierto, esta reseña de Susana, con su estilo tan particular, supone un gran estímulo para un escritor como yo.
Espero que entre todos podamos convencerle! Ya le he dicho que le trataréis super bien jejejej.
De todas formas el que seguro que estará será el libro. Ya que la editorial si estará seguro.
Besicos amiga!
muchas gracias por pasarte por nuestro blog Juan!!!!
Y me alegra que tampoco tu le pongas etiqueta a la novela (jejeje)
Veo que Rosario te ha hecho retomar la idea de viajar a Buenos Aires, anímate hombre que son encuentros con lectores estupendos!!!
Muchas gracias, un besico y FELICIDADES por esta novela!
Tengo que confesar que no he leido nada del autor, que no había oido nunca su nombre, pero que como siempre haces que me interese por lo que escribes, si encima tiene algo de novela negra aunque no lo ceñirias por completo a este genero, pues creo que voy a intentar encontrarla…
Pásale a tu bibliotecaria/o una nota con los datos del libro y que lo compren jejejje, supongo que sigue en vigor la norma de “alejamiento” tantas veces incumplida. Ahora en serio, el libro te gustará amiga mía!
Gracias por tu visita! y … Un besico!
Buenas!!! Ya he acabado “Esperando a los ángeles” y, desde luego, me lo “he bebido” en dos noches. Me parece que lo más interesante de esta novela es, en primer término, la propia historia del protagonista, Eduardo; la capacidad de Juan Herranz para transmitir lo que siente el protagonista ante la decisión que toma y cómo evoluciona, y, sobre todo, me ha interesado sobremanera la lealtad del amigo del protagonista, Nico. Me ha resultado un personaje muy entrañable, que evoluciona en el tiempo y, sin embargo, es el mismo al final que al principio de la novela. Eso es la amistad.
Cierto que la trama de novela negra está pero, tras acabar el libro, no me parece lo más relevante. Como dice el autor en un comentario anterior, “la investigación policial se desliza entre la historia”.
Un abrazo! Y muchos éxitos para Juan!
Que bien Gea! Como me alegra que hayas disfrutado de esta novela. Tienes razón, sobre lo de NIco, los amigos tienen que estar ahí, a tu lado, aconsejar, pero no pueden tomar decisiones por el otro.
Ya ves como al final no era fácil catalogar la novela, es la sensación que me dejó a mí.
Un besico! y… Gracias por haber regresado a contarnos tu experiencia con el libro.
Gracias, Gea por dedicar tu tiempo a la lectura del libro, aunque visto lo visto lo de las 300 páginas para tí no supone casi ná de ese tiempo;)
La verdad es que Nico es mi personaje favorito, no sólo porque haga sus pinitos como escritor, también lo es por esa forma de entender la amistad, la forma en que siempre debería ser, en el sentido que ya comenta Susana.
Hasta el final del libro, Nico es la tabla de salvación para que el presente y el futuro de Manuel no se hundan en el pasado de Eduardo.
Supongo que esa pregunta nos la hemos hecho todos alguna vez en la vida…
Me parece una propuesta interesante y todo un lujo poder comentar nuestras impresiones con el propio autor.
Un saludo!
Está claro, Juan, que un amigo como NICO es lo que todo ser humano necesita a su lado jejjeje.
Iván, Gracias por no hacerme sentir más rarita de lo que soy jejeje.
El libro no te decepcionará.
Un fuerte abrazo !
Me he puesto en contacto con el editor y me ha dicho que finalmente no pudo asistir a la feria de Buenos Aires. De cualquier forma, si alguien está interesad@, podría pedirse a alejandro@brosquilediciones.com
Saludos!!!
Muchas gracias por la información, Juan, le deseo la mejor de las suertes a tu libro por tierras hispanoamericanas!
Un fuerte abrazo!