Esperándolo a Tito, de Eduardo Sacheri
Aquél que afirme que el fútbol son 22 personas corriendo detrás de una pelota, puede saber mucho sobre la vida o sobre matemáticas o sobre monumentos históricos, pero con toda seguridad, de fútbol no sabe nada; porque el fútbol, lo más importante de las cosas menos importantes, es mucho más que aquello que ocurre dentro del campo de juego… porque el fútbol es (tal vez exagero) sobre todo, lo que ocurre alrededor de él.
Y pocos saben contar lo que se vive en torno a un partido de fútbol como lo hace Eduardo Sacheri, este escritor argentino que además es autor de otros libros entre los que se destacan La pregunta de sus ojos, en la que se basó la película El secreto de sus ojos, ganadora del Oscar al mejor film extranjero 2009.
En Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol, que en España se editó bajo el nombre Los traidores y otros cuentos, podremos disfrutar de 14 historias que recorren un amplio abanico de sentimientos que se hacen presentes antes, durante y después de que una pelota (ya sea profesional o gastada de tanto uso) ruede. La infancia, la amistad, la rivalidad y el amor por la camiseta aparecen perfectamente retratados en cada una de las líneas de este recomendable libro.
Particularmente, me cuesta destacar uno solo de los cuentos que se encuentran en esta edición, ya que cada uno de ellos logra tocar la vena emocional del lector y transportarlo en cuestión de segundos a algún momento personal con el que se sentirán identificados. Así como en el relato que da nombre al libro se pone en juego el poder de la palabra dada (un grupo de amigos espera a que el ahora famoso futbolista Tito se haga presente al partido anual del barrio) en Me van a tener que disculpar” el amor y la memoria aparecen para admirar al máximo ídolo por sobre todos sus pecados. Así como en Último hombre la rebeldía futbolera lleva a un rústico defensor a la osadía de intentar varios regates, en Valla invicta se plasma magníficamente la tendencia futbolera de exagerar las características de los futbolistas del pasado.
Continuando con un vocabulario futbolístico, cabe destacar que la fama literaria actual que posee Eduardo Sacheri, “se la ganó en el campo de juego”, ya que los relatos que aparecen en este libro son el conjunto de historias que se hicieron famosas a través del boca en boca, porque el autor era oyente de un programa radial argentino en el que cada día un reconocido locutor leía un cuento al azar enviado por algún radioescucha; Alejandro Apo, el locutor-lector, comenzó a recibir cuentos de Eduardo Sacheri y automáticamente supo, como cuenta en el prólogo del libro, que era un primera clase, un joven con talento natural capaz de atraer a todos los ojeadores del mundo con sus escritos de calidad.
El deporte también es cultura y dentro de un partido de fútbol ocurren infinidad de situaciones artísticas. Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol es una pequeña joya que aparece aquí para demostrar una vez más que el deporte más lindo del mundo es mucho más que 22 personas corriendo detrás de una pelota.
Roberto Maydana