Reseña del libro “Esto no se dice”, de Alejandro Palomas
Los que ya me conocéis un poquito sabéis que adoro a Alejandro Palomas, me encanta su universo literario lleno de mujeres que irradian verdad, de vínculos, de emoción, de vida. El modo de escribir de Alejandro es otra de las cosas que admiro de él, esa ternura, esa forma tan suya de contar. Me atrevo a decir que Esto no se dice es uno de sus libros más especiales y comprendo el recelo que muchos lectores pueden sentir ante esta obra, el miedo a acercarse, el miedo a que duela. Es cierto que el libro parte de lo que parte, de algo que duele y mucho, de la violación de un niño, y uso este término y no otro porque una de las cosas que he aprendido tras la lectura de Esto no se dice es que ya tenemos verbos y sustantivos para designar y referirnos a las cosas y que hay que usar las palabras correctas, no edulcorar para restarles fealdad, lo que no se nombra no existe y aquellos eufemismos, aquellos otros términos que no son, solo sirven para que el hecho pierda parte de lo que es, de su crudeza, de su impacto.
Si, Alejandro fue un niño violado y su libro se inicia con ese hecho, pero eso no os debe causar rechazo. Esto no se dice es un transitar desde la conmoción hasta la emoción y aunque no os lo parezca está lleno de luz.
Desde que Alejandro Palomas decidió mostrarse, sin fisuras, sin sombras, desde que compartió públicamente los abusos sexuales que sufrió por parte de un profesor del colegio del que era alumno se sumió en un torbellino de preguntas, muchas de ellas le cuestionaban. Pero desde mi punto de vista, lo que ha hecho es algo tan generoso, tan difícil: se ha expuesto, ha dejado al descubierto su vulnerabilidad y ha dejado al aire la herida, a la vista de todos y nosotros solo podemos darle las gracias por haberlo hecho.
Os decía al principio que este libro es un transitar de la conmoción a la emoción. Alejandro nos habla de su infancia, de su familia y de ese vínculo, esa complicidad tan especial que tenía con su madre, nos habla de las ausencias, de la soledad, del silencio, del alivio y lo que llega después, de los abrazos, de la enfermedad, de un perro, de una madre, de la vida, de la muerte, de la fragilidad, del suicidio (que como veréis es un eje transversal que atraviesa la novela), del acoso escolar, de la risa, la risa compartida, de la escritura, la lectura y la imaginación como una ventana hacia un espacio de salvación, de esos momentos dolorosos, traumáticos y cómo la suma de todo eso nos hace lo que somos.
A lo largo de las páginas de este libro vamos conociendo a Alejandro en varias facetas, conocemos al Alejandro niño, hijo, lector, escritor, al joven que fue y al hombre que es hoy. Y entendemos, y le entendemos.
Tal como anuncia su título este libro habla sobre todo aquello que no se dice, esos silencios impuestos, ese no nombrar, ese no decir cómo nos sentimos, cómo estamos, no decimos aquellas cosas que deberíamos, pero si aquellas que no importan mucho, que llenan de ruido.
Esto no se dice es una carta de amor a una madre, es un abrazo que sana, es una ventana por la que se cuela la luz después de una tormenta, es el alivio y es un ejercicio de valentía y generosidad. Todas las palabras se me quedan cortas. Leed este libro, leed a Alejandro Palomas.