Hace unos años, antes de que internet nos pusiera al alcance de un clic de ratón la opción de conseguir la música que nos gusta (por no hablar de otras formas de cultura o vicio), solo se podía disfrutar de un buen tema musical mediante la radio; sin poder controlar los temas que escuchabas, como mucho el estilo dependiendo de la frecuencia que escogieras. De esta manera, y tras machacar nuestros oídos, una y otra vez, con esa balada heavy, ese enérgico tema de rock o aquella canción popera, cuando ya eras un adicto a aquella pegadiza melodía, acababas comprándote el cassette o el cd. En mi caso, no era la primera vez que tras escuchar el álbum entero descubría que únicamente me gustaba aquella canción que me había obligado a acercarme a la tienda de música (ay, qué nostalgia) para hacerme con él. La irrefrenable máquina del marketing había funcionado conmigo centenares de veces. Con los libros que son un compendio de relatos acostumbra a pasar lo mismo, sobre todo si éste reúne historias escritas por varios autores. En estos casos te venden nombres: que si el autor súper ventas de libros de fantasía, o aquella autora que escribe adictivos thrillers de investigación, etcétera; una forma tan lícita como necesaria de promocionar y vender un libro, pero que en más de una ocasión resulta una desagradable sorpresa para el pobre lector que, ingenuo, pensaba que todos los relatos estarían a la altura del narrado por el afamado escritor que se anunciaba en portada. ¿Pero qué pasa si en el libro en cuestión todos los relatos pertenecen a ese laureado autor? Bien, para resolver la cuestión planteada no hay mejor forma que ponerse manos a la obra con un libro que cumpla con estas características: en este caso, y yéndonos al género fantástico, Filos Mortales de Joe Abercrombie parece la mejor elección.
Pero antes de entrar en materia, antes de explicaros que estaba deseando leer este libro porque había llegado a mis oídos que en él aparecía un Glokta ágil, seductor y bien parecido, es justo resaltar su envoltorio. La portada de Filos Mortales, editado por Alianza Editorial, es, probablemente, la mejor que un libro haya vestido este año 2016; además de bonita y cautivadora, atesora la más exquisita composición en su fachada principal. Carta de presentación indispensable en cualquier libro. En ella aparece, con todo lujo de detalles y por primera vez, el mapa del Círculo del Mundo (el universo de fantasía creado por Joe Abercrombie). Algunas partes, del mapa mencionado, muestran en su contorno un reluciente dorado que deslumbra al lector, y sobre éste aparecen desperdigados algunos naipes, además de monedas. Ahora seguramente es cuando os viene a la mente ese tan recurrente refrán que dice: no juzgues a un libro por su portada; pedante forma de manifestar que no hay que ser superficial. ¡No lo seáis! Al menos por costumbre. Pero hoy, y ante este libro, la tentación es tan irresistible que es de vital importancia dejarse llevar por los ojos. Venga va, un día es un día. Lo dicho, la mejor y más bella portada de este año.
Pero vamos al grano: ¿qué tiene en su interior Filos Mortales por el que valga la pena asaltar un castillo espada en mano para hacerse con él? Para empezar, y como antes he adelantado, en el relato titulado Un magnífico bastardo nos reencontraremos con Sand Dan Glokta. ¿Cuántas veces nos habremos preguntado, tras leer la trilogía de La primera Ley, cómo era ese cínico inquisidor antes de estar tan lisiado que incluso su esfínter se niega a desempeñar la función para la cual fue creado? En este relato todas las dudas son resueltas. ¿Queríais ver un Glokta guapo, aguerrido y demostrando sus excelentes dotes de espadachín? Pues aquí lo tenéis, y por supuesto no os defraudará. Además este relato sirve de perfecto nexo de unión para enlazar con La voz de las espadas, primer libro de la trilogía gestada por el autor. Y es que Filos Mortales no deja de ser un libro que cuenta aquello que ni en La trilogía de la Primera Ley ni en sus posteriores spin-offs (La Mejor Venganza, Héroes y Tierras Rojas) el autor, por falta de tiempo o porque no le dio la gana, nos contó.
En esta antología, además de este relato, que claramente es el gancho, nos encontramos con otras doce historias que ordenadas cronológicamente nos llevarán a lo largo de la trilogía y más allá de Tierras Rojas. Historias de venganza, de robos y de lucha. De amor, rencor, odio y amistad. Relatos como por ejemplo ¡Libertad! que, al más puro estilo fantasía heroica clásica, narra cómo Nicomo Cosca (perverso soldado de fortuna y traicionero como pocos) se convierte en un héroe de guerra con más honor que un samurái. O ese otro, titulado Trabajos Ridículos, en el que un grupo de bárbaros norteños emprende una incursión para robar un objeto del que no saben ni siquiera como es. O ese otro frenético relato de supervivencia (con una prosa que recuerda al de las famosas novelillas del oeste) en el que conoceremos a Shy South antes de que se convirtiera en el personaje principal en Tierras Rojas. Y como no, qué decir de Creando un Monstruo en el que la visión que teníamos de Logen y Bethod cambiará radicalmente. Pero son sin duda las aventuras protagonizadas por la pareja formada por la ladrona Shev y la bárbara Javre las que brillan con luz propia en la antología. Todas ellas divertidas, repletas de aventuras y con altas dosis de humor. Dos personajes con una química pocas veces vista en la literatura y que dejan con ganas de más.
Así pues, Filos Mortales resulta una antología extraordinaria, no solo para todo aquel que ya haya sobrevivido a algunas de las aventuras acaecidas a lo largo y ancho del Círculo del Mundo, sino también para aquellos que quieran iniciarse en el violento, oscuro y retorcido universo de Joe Abercrombie.