“Gotham Central 2: Payasos y lunáticos”, de Ed Brubaker y Greg Rucka
Ser policía no es tarea fácil. Todos lo sabemos, no por experiencia propia, sino por la multitud de filmes, novelas o series de televisión que hemos mamado. Y si ser policía no es fácil en ninguna ciudad, en Gotham, la ciudad del Caballero Oscuro, infierno para muchos de sus habitantes y antítesis de la luminosa Metrópolis de Superman, es casi una misión imposible.
Porque si bien es cierto que aparte de afrontar los crímenes “normales” de cualquier ciudad, la Unidad de Crímenes Mayores también debe enfrentarse a los monstruos y villanos del universo de Batman.
Sin embargo este no es un cómic de Batman. O más bien, sí, lo es pero sin él. Tan solo aparece, y eso cuando aparece, de manera muy tangencial, bien por alguna brevísima intervención, bien por la de alguno de sus enemigos. Y el hecho de la ausencia del murciélago no es nada malo. Al contrario. Con Gotham Central nos encontramos ante una serie alabada desde sus comienzos, un prodigio del género negro de ese genio del guión que es Ed Brubaker (recomiendo totalmente su Catwoman), una obra indispensable para cualquier amante del género. ¡Olvidáos de Batman! Batman está bien, no puedo decir lo contrario (de hecho Batman es conocido como el mejor detective del mundo), pero si eres de los que camina por la librería y al ver bajo el título de Gotham Central: Payasos y Lunáticos la cara del Joker, das media vuelta creyendo que será alguna de esas historias del murciélago para la que además tienes que saber de historias anteriores, te prevengo: te estarás perdiendo un conjunto de historias (cuatro concretamente) de altísima calidad tanto en el dibujo como en los argumentos.
Gotham Central tiene como protagonistas a algunos de los secundarios que aparecen en los cómics del murciélago: Harvey Bullock, Crispus Allen, Josie Mac, Renee Montoya…Tampoco es necesario que los conozcas de antemano, ni que te hayas leído anteriormente el primer tomo (En cumplimiento del deber) porque, aunque si que hay una línea temporal, los tomos pueden interpretarse de manera autoconclusiva.
Una cosa importante que se pone de manifiesto en las historias es el bando que los policías toman acerca de Batman. ¿Es “bueno” porque les ayuda a hacer el trabajo sucio” o es “malo” para el cuerpo porque les deja en ridículo?
Y ahora hablemos un poco de las historias:
-Ensueños y soñadores: cuenta la vida de Stacy, una secretaria en la comisaría de Gotham que escribe una carta a su amiga contándole el día a día en el departamento, las relaciones con sus compañeros, la “burocracia” en torno a la batseñal y sus fantasías con Batman tras haber roto con su novio.
-Blancos fáciles: el plato fuerte (aunque todos los arcos son buenísimos). Un francotirador dispara al alcalde. Más tarde disparará a policías. ¿Quién está tras los disparos?
-La vida está llena de decepciones: El cadáver de una mujer aparece en un contenedor de basura. ¿Cómo ha llegado ahí? ¿Quién y por qué la ha matado?
-Sin resolver: Uno de esos casos no resueltos que Bullock no se quita de la cabeza y que tal vez ahora pueda cerrarse. Aparece el Pingüino y uno de los personajes menos usados: el Sombrerero Loco.
Cuatro historias con personajes que se levantan temprano y se acuestan tarde, llenos de sentimientos, con problemas reales y creíbles, con secretos, personajes que son colegas entre ellos, con lazos a veces más allá de la amistad, con familia, con sueños de ascensos… Reales en un mundo, el de Gotham, fuera de esta realidad.
Ya he dicho que los guiones son muy buenos y lo mismo el dibujo, que consigue además una atmósfera oscura que le va que ni pintado al género.
Solo me queda elogiar la gran edición en tapa dura de ECC y volver a recomendar encarecidamente la lectura de este soberbio Gotham Central: Payasos y lunáticos.