Hablaré cuando este muerto, de Anna Jansson
Suecia, ese sí que es un lugar lejano para mí que soy una habitante más de un país al sur de América. Suecia es nórdico, Argentina es sureño. Algo en mi mente me hace pensar en Suecia como un país donde suele hacer mucho frío la mayoría del tiempo, mientras que en Argentina las mujeres salimos en vestido las noches de verano y nos sofocamos de calor durante la tardes de Enero. En Suecia, las escritoras como Anna Jansson escriben sobre crímenes, algo que es mucho más común en la literatura del Río de la Plata. Hablaré cuando este muerto parece una frase salida de cuentos de ultratumba, pero en realidad es el título de un libro policial escrito por una autora del norte.
Este libro fue una sorpresa para mí. Lo tomé en la librería, y al leer su contratapa me imaginé una historia por mis propios medios. Sin embargo, me sorprendió el giro que tomó el libro a partir de las nuevas faces que fueron surgiendo. La historia comienza con Frida Norrby, una mujer mayor, que habita una casa en la localidad de Roma, Suecia. Su vida ha sido sin sobresaltos hasta la época en la que se desarrolla el libro, donde se encuentra viuda luego del fallecimiento de su esposo Helge.
La vida de Frida está en sus últimos tramos, donde todo parece tranquilo y hasta un poco melancólico. Sin embargo, su existencia toma un rumbo inesperado cuando la anciana encuentra en un terreno cercano a su casa los restos óseos de un niño. Esta situación la lleva a Frida a comenzar una desesperada búsqueda por encontrar más información sobre la situación. La necesidad de la mujer parece ser descubrir el verdadero punto de encuentro entre esos restos y su marido.
Lo interesante de este libro es, como lo nombré al principio, que no se mantiene solamente en la historia central, sino que va entrelazando las experiencias de Frida con nuevos relatos. Se combina el descubrimiento de la anciana, con nuevos crímenes que suceden en la ciudad. La investigación que se realiza para develar esos sucesos policiales comienza a desenterrar viejas historias de los habitantes pueblo, los que hace más interesante al libro.
Anna Jansson proviene de un país diferente al que vivo y confieso haberme preguntado cómo es que una escritora de un país tan ordenado podría llevar adelante un libro que se tratara de crímenes. Sin embargo, la autora ha sido muy hábil para entrelazar historias, de manera que existieran varios factores que resultan interesantes. Uno de esos factores es, sin duda, la personalidad de los integrantes de la historia. En mi caso, algunos personajes secundarios (como Signe, una habitante del pueblo) lograron captar mi atención.
Es difícil imaginarse una novela criminal en un país tan lejano a las costumbres latinas, sin embargo este libro me enseñado algo: cuando se trata de delitos, es parecido en cualquier parte del mundo. La combinación de historias y la necesidad de descubrir el por qué de los restos de ese niño mantienen al lector ocupado y expectante por conocer un poco más de la historia central.
Georgina Marrapodi
Una novela mas de la saga, como ya las llamo, despues del milenion los crimenes del norte nos invaden, es la moda que le vamos a hacer, la verdad yo no me fio mucho de las modas
Como dice Pepe, está instalada la moda de las novelas nórdicas. Han traducido un montón. Tengo una apilada pero no me llama todavía para empezarle.
Seguramente caiga tarde en la fiebre de este tipo de novelas y ahí será cuando vuelva a esta reseña para tenerlo en cuenta.
Un saludo!
pepebadajoz: Si me permites un consejo, es bueno leer este tipo de novelas cuando nos abstraemos del lugar de donde provienen. Puede ser una buena estrategia ¡Gracias por tu comentario!¡Saludos!
Rosario:Espero que puedas disfrutar el libro ¡Saludos!