Reseña del cómic “Hay algo matando niños Vol. 4”, de James Tynion IV y Werther Dell’Edera
Ya ha llegado un nuevo número, y van cuatro, del título que este mismo año ha ganado el Eisner a la mejor serie regular. Y si lo ha ganado es por algo. No es un cómic que plantee una idea la hostia de original (monstruos matando niños y cazadora matando monstruos), pero no sé qué tiene, aparte de un buen dibujo y color fantástico, que engancha a todo el que la lee y se espera con ganas la próxima publicación. Y lo mejor, sin bajar ni una pizca el nivel. ¿Será tal vez el carisma de Erica? ¿Será que tal vez alguien como ella acaba convirtiéndose también en un monstruo? ¿O una combinación de todo ello?
Y bien mirado, acabado el tercer tomo la colección bien podía haber acabado ahí con un primer arco cerrado de manera más que satisfactoria. Porque, ¿cómo iba a seguir? ¿Mostrándonos de nuevo a Erica dando muerte a otros monstruos en otro pueblito? Eso sería más de lo mismo. No. Los guionistas no son tontos y en este nuevo arco, no vamos a liberar otro pueblo de los bichos, sino que vamos a ir hacia atrás en el tiempo y a conocer los orígenes de Erica y alguna que otra cosa de la Casa de Slaughter.
Y entramos de lleno en la acción. O casi. Con una Erica de doce años como única superviviente del ataque del monstruo a sus padres y hermana. Una Erica muy “perceptiva” que es reclutada para la Orden de San Jorge por Jessica, la cual apareció justo después de que la pequeña matara ella solita a la bestia. Aunque lo de reclutada está por verse, claro. De camino a la Casa de Slaughter, en Chicago, Jessica la advertirá de la existencia de unas normas que deberá conocer y respetar, que todos los niños y adultos que encontrará ahí crecieron con ellas y que se comportarán como abusones con ella.
“Van a tratar de asustarte mucho, mucho y van a intentar que hables. Pero tienes que mantener el secreto. En realidad no puedo decir nada más.”
Jessica va a encontrarse con el cabreo de la organización porque se ha saltado todo el proceso de reclutamiento y lo ha hecho todo de manera muy irregular. Pero Jessica sabe. Jessica también es perceptiva y ve que Erica está hecha para matar monstruos. Lo ha visto (o casi) y sabe que dentro de Erica hay mucho potencial al que hay que dar forma.
Aunque para ello Erica tendrá que pasar una prueba.
Tatuajes, tipos de cazadores, pañuelos y mucho más aprenderemos sobre la Casa de Slaughter en este cuarto tomo que se perfila como el inicio de un arco que promete ser incluso mejor que el que finalizó en el tercer número.
En lo tocante al dibujo y el color nada nuevo. Siguen ambos a un grandísimo nivel y destaco de nuevo el trabajo del color del español Muerto.
Hay algo matando niños Vol. 4 sigue la estela de los otros tres volúmenes y deja un muy buen sabor de boca. Puede que lo que venga a partir de ahora lo hayamos visto mil veces (la iniciación, el entrenamiento,…) pero me da igual, yo quiero ver todo lo que nos quieran contar en esta serie fantástica.