Reseña del álbum “¿Hay alguien ahí? Preguntario interplanetario para terrícolas inteligentes”, de Ellen Duthie y Studio Patten
El perspectivismo es una teoría de conocimiento. Diversas corrientes han adoptado este concepto dándole su peculiar interpretación, lo cual no deja de ser irónico. Para Nietzsche, el científico (en masculino universal para él, of course) debería atender al posible conocimiento del mundo de un pájaro o de un insecto. Su perspectivismo desmonta la mirada privilegiada del ser humano. En ¿Hay alguien ahí? Preguntario interplanetario para terrícolas inteligentes la perspectiva la da la confirmación de vida inteligente extraterrestre que mira y pregunta a los habitantes del planeta Tierra.
Un delicioso entramado narrativo a modo del tópico “manuscrito encontrado” presenta el “preguntario interplanetario”. ¿Hay alguien ahí? es el primer mensaje extraterrestre verificado. Un primer contacto, un primer mensaje alienígena. ¿Quién hubiera imaginado que el primer mensaje nos llegaría en formato de libro? ¿Y que al abrir el libro nos encontraríamos solo preguntas y no las respuestas que esperábamos? El caniche de una paseante matutina fue quien descubrió la nave extraterrestre con forma de dónut en la playa de la Victoria, en Cádiz. ¿O es que pensabas que todos los descubrimientos los tiene que hacer un ser humano?
El libro que reproduce el manuscrito original, según el storytelling de la maravillosa publicación de Wonder Ponder, recoge cerca de 500 preguntas enviadas a la Tierra desde el planeta Bibopia. Lejos quedan los miedos a las invasiones o las amenazas de conquista de una civilización alienígena. No hay nada que temer, nos están tendiendo las mano, de hecho su cuestión final es: ¿y si lo que tuviéramos en común todas las vidas inteligentes del universo es un afán por preguntar como forma excelente de transmitir conocimiento?
Alguien podría argumentar que no tiene sentido publicar una colección de preguntas y además sin respuestas. Podría interpretar que la publicación de un libro “serio” debe incluir un saber resolutivo, confirmado, verificado y todos esos grandes adjetivos que llevan por bandera las academias más rancias. O quizás podrían atacar a ¿Hay alguien ahí? Preguntario interplanetario para terrícolas inteligentes por no contar una historia al estilo esperado en una publicación infantil. Un momento. ¿Es esta una publicación infantil? ¿Acaso no pueden leerla y disfrutarla las personas adultas? Y de paso, ¿una colección de preguntas no puede ser una narración?
De hecho, el manuscrito está dividido en dobles páginas que incluyen preguntas ordenadas por categorías, según vas avanzando en las preocupaciones de los habitantes de Bibopia. Aunque el comienzo es la exposición de 4 certezas que sirven de partida. A saber, “el dónut de Bibopia no es de origen terrestre”, “la humanidad ha recibido la primera comunicación extraterrestre verificada por la ciencia”, “la tierra ha estado bajo observación y estudio extraterrestre desde hace un tiempo” y “existe una vida inteligente sorprendentemente parecida a la humana”.
Studio Patten embellece el artefacto con un diseño elegante y pertinente para cada categoría. Por poner algún ejemplo de estas y de preguntas, señalaría: ¿En la Tierra, 2+2 siempre son 4?, ¿la violencia es parte de la naturaleza humana?, ¿para qué sirve el género? o ¿por qué seguís haciendo arte? Enmarca el contenido un saludo bíbope y una despedida bíbope que podría permanecer colgada en los museos de arte contemporáneo. El cierre de ¿Hay alguien ahí? Preguntario interplanetario para terrícolas inteligentes es tan ingenioso que solo me queda aplaudirlo. “Advertencia: Cualquier sospecha de que este libro pueda ser ciencia ficción se interpretará como una señal de vida inteligente al otro lado de la página”.