Reseña del cómic “Hay algo matando niños Vol. 5”, de James Tynion IV y Werther Dell’Edera
Estaba equivocado al leer el Hay algo matando niños Vol. 4. Creía que íbamos a conocer cómo se inició Erica Slaughter en esto del mata-mata de monstruitos y que la serie iba a seguir con el tema unos cuantos tomos, pero no. En este quinto volumen hemos vuelto al presente, con una Erica a la que han puesto precio a su cabeza por abandonar la Casa Slaughter. Porque ella, como buena rebelde “estaba dispuesta a arriesgar los secretos de la orden para proteger a un solo niño”, y eso es algo que la Orden no podía consentir, así que van a mandar a una máscara negra para cargársela.
“–Hubo un tiempo en el que me habría conformado con que la hubieran metido en cintura y la hubieran mantenido a raya. Pero ya ha hecho suficiente daño.
–Dilo.
–La quiero muerta.”
Y menuda es la perla a la que envían. Una villana con clase, a la que vemos avisar a nuestra Erica-ojos-enormes de que va a jugar con ella al gato y al ratón, de que va a matarla a ella y a todos los que la hayan ayudado dentro de la Casa Slaughter y de que no tiene nada que hacer. Bien, bien. Parece que va a ver un jugoso tomo seis.
Mientras todo esto sucede por un lado, por el otro tenemos a Erica en Tribulation, Nuevo México, siguiendo los pasos a un monstruo que ya ha matado a unos cuantos niños y no tan niños. Y no parece ser un monstruo de esos a los que ya se ha enfrentado. No. Es un duplicitipo, un replicador, un ser que camina como un hombre, y Erica no tiene ni idea de cómo luchar contra él. Se ve limitada ahora que está fuera del amparo de su Casa y va a necesitar ayuda antes de que el duplicitipo vuelva a tener hambre, cosa que pasará más pronto que tarde.
“…viste algo, y ahora no crees lo que viste, y te da miedo explicarle a la gente lo que viste. Porque crees que pensarán que estás loca. Pero no estás loca.”
Tynion IV, Dell’Edera y Muerto conjugan su intelecto y su arte para volver a ofrecernos un tomazo épico lleno de diversión y suspense. Como he dicho, parecía que el tono y el ritmo había bajado un poco en el número anterior pero se han cuidado mucho de relanzarlo de nuevo en este glorioso e intrigante Hay algo matando niños Vol. 5. No es que la acción se suceda a una velocidad de vértigo, pero ocurren bastantes cosas a buen ritmo y eso para mí es vital en un cómic como el que nos ocupa.
En Hay algo matando niños Vol. 5, como en los anteriores números, no hay una originalidad deslumbrante, ya lo dije alguna vez, pero hay una narrativa que nos cuenta tan de puta madre las cosas que parece que nos descubre el mundo, a pesar de no hacerlo. Ahí es donde entra en juego el buen hacer del dibujante y, sobre todo, del guionista.
Un tomo imprescindible para saber qué nuevas aventuras va a correr Erica Slaughter Souter que acaba en lo más álgido de la historia.
Diversión y angustia a partes iguales. Es un must have, como los de Panini.