Hierba

Reseña del cómic “Hierba”, de Keum Suk Gendry-Kim

Las mujeres no van a la guerra, han sido y son el botín y su cuerpo, el campo de batalla. Esta es la triste realidad de la que da testimonio Keum Suk Gendry-Kim en su cómic: Hierba. Por desgracia, de rabiosa actualidad, pero algo que no se debe olvidar. 

Hierba es un cómic biográfico, que cuenta la historia de Lee Ok-Sun. Una de tantas mujeres coreanas que, durante la ocupación nipona, en la primera mitad del siglo pasado, fueron raptadas por militares japoneses y enviadas a “estaciones de consuelo” para servir de esclavas sexuales. ¿He dicho “mujeres”? Perdón, me refería a cualquier “cuerpo con vagina” que tuviera entre 12 y 20 años. Lee Ok-Sun solo tenía 16 tiernos años cuando se la llevaron forzada para ser violada una y otra vez, cada día, por soldados japoneses. Como una víctima de trata de blancas, solo que esta vez el grupo criminal era el mismísimo estado japonés. La historia de Lee Ok-Sun es en realidad la historia del destino que les espera a muchas mujeres en los conflictos armados: ser violadas por el enemigo y repudiadas por el vecino.

Hierba está narrada en flashbacks, como una conversación de la autora del cómic con su protagonista en la que, desde el presente, se hacen largas incursiones en el pasado, en las que te van revelando la historia de Lee Ok-Sun. Y su historia comienza en 1934 en Busan, que por aquel entonces era una colonia de Japón. Lee tendría en aquellos tiempos apenas unos ocho años. Su familia era tan pobre que a veces no tenían nada para comer más que gachas de corteza de pino. Pasaban mucha hambre y no se podían permitir dejar ir al colegio a Lee, porque ésta “tenía que” ayudar a su madre en el cuidado de los hermanos y la limpieza del hogar. 

Más tarde, al caer enfermo su padre, decidieron dar a Lee en adopción a los dueños de un restaurante, que la explotaron laboralmente. Tenía 15 años. Por entonces, Japón estaba en guerra con China y hacía poco, en 1937, había tenido lugar la famosa Masacre de Nankín, magníficamente retratada en la película “Ciudad de vida y muerte”. Durante 42 días de pesadilla, los japoneses asesinaron brutalmente a miles de soldados y civiles, quemándolos o enterrándolos vivos para ahorrar munición. Y violaron sistemáticamente entre 20.000 y 80.000 mujeres y niñas a las que tuvieron retenidas. 

Hierba no es la historia de una víctima. Lee es una luchadora superviviente, que aun anciana sigue siendo activista y se reúne todos los miércoles frente a la embajada de Seúl para exigir justicia al gobierno japonés. 

Con un dibujo en blanco y negro muy apropiado a la historia, que inevitablemente recuerda al “Persépolis” de Satrapi o al clásico “Maus”, Hierba tiene un estilo sencillo, con personajes caricaturescos y paisajes que parecen a veces pintados con pincel. Agustín de Hipona se preguntó allá por el siglo IV, qué diferencia a un estado de una banda de ladrones. Yo me pregunto: ¿Qué hacer cuando no hay ninguna diferencia y es el propio estado la banda? 

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