Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa
Aunque no es mi caso, la de maestra es una profesión de gran tradición en mi familia con mi abuela a la cabeza, cuyo orgullo por haber desempeñado esa profesión era de los pocos sentimientos que se permitía a sí misma mostrar, fiel como era, a ese carácter tan fuerte (tan suyo) que tenía. Leer novelas como esta y ambientadas en esa época, me acercan a ella y a una parte de su vida que, por edad, para mí es totalmente desconocida. Aunque sí que es verdad que a lo largo de los casi 25 años de convivencia con ella que tuve la gran suerte de disfrutar, mi abuela compartió con nosotros toda clase de recuerdos de una serie de años que, aunque duros y difíciles, siempre evocaba con un brillo especial en los ojos. A “eso” le llamo vocación y amor por una profesión.
El título es suficientemente revelador así que creo que no sorprendo a nadie al escribir que, “Historia de una maestra”, es simple y llanamente eso, una conjunción de anécdotas, vivencias y sentimientos contadas por una madre a una hija que le pide que le cuente cómo ha sido su vida.
Gabriela es la protagonista de esta historia, una maestra recién titulada que comienza su andadura profesional con toda la ilusión, todas las ganas y todo el empuje tan propios de quien es consciente de que está comenzando a vivir el sueño por el que ha peleado. Su gran dedicación profesional la lleva a ejercer el magisterio en lugares tan diversos que van desde humildes pueblos perdidos en la montaña Leonesa, hasta la mismísima Guinea, su primera escuela en propiedad. De su mano y, a través de su historia, nos acercamos al periodo de la historia de España comprendido entre los años veinte y el comienzo de la Guerra Civil: la llegada de la República y con ella los intentos de exaltar la figura del maestro, la lucha contra el caciquismo, los prolegómenos de la Guerra Civil…
Leyendo “Historia de una maestra” viajamos a través de una España totalmente diferente a la que nos ha tocado conocer: completamente sumida en la pobreza y la ignorancia. Un país donde asistir a la escuela para algo más que para aprender a leer, escribir y sumar era una auténtica pérdida de tiempo. Había otro tipo de preocupaciones como trabajar para poder comer o simplemente sobrevivir. Haciendo frente a esto, estaban hombres y mujeres como Gabriela que, con gran determinación, luchaban por hacerse camino en un entorno que les era totalmente hostil pero que, gracias al trabajo duro, les reportaba a su vez grandes satisfacciones.
Se trata de un libro breve pero muy bello en la que la historia está narrada con la sencillez y la serenidad de aquel que echa la vista atrás para evocar su pasado. La vida cotidiana en una escuela de pueblo se entremezcla con momentos clave de nuestra historia vistos desde la óptica de aquellos protagonistas destinados a acatar o incluso sufrir las decisiones tomadas por otros.
La autora de la historia es Josefina Rodríguez Álvarez (La Robla, León 1926- Mazcuerras, Cantabria 2011), fue una escritora y pedagoga perteneciente a la Generación del 50 integrada, entre otros, por Carmen Martín Gaite, Rafael Sánchez Ferlosio e Ignacio Aldecoa, con quién se casó y del que adoptó el apellido cuando se quedó viuda. Además de “Historia de una maestra” perteneciente a una trilogía completada con “Mujeres de Negro” y “La fuerza del destino” es autora de “Cuento para Susana” y “La educación de nuestros hijos” por destacar algún libro entre una veintena.