Historia en meme, de Guillermo Pérez Romero

Si no eres de la generación millennial (personas nacidas entre 1981 y 1993) o de la generación Z (personas nacidas a partir de 1993), quizá no sepas lo que es un meme. Y como el libro que voy a reseñar se llama Historia en meme, es mejor que empiece aclarando este concepto.

Se llama meme a los vídeos o imágenes que incluyen una frase graciosa y que se comparten por internet para generar una respuesta inmediata. La creatividad de los creadores de memes no tiene límites: igual te parodian una escena de una película o serie que hacen una crítica social mordaz. Y Guillermo Pérez Romero, un historiador millennial, se ha servido del poder de difusión de los memes para acercar la historia a la sociedad. Comenzó haciéndolo en una página de Facebook, que hoy en día suma más de ciento treinta y cinco mil seguidores, y ahora ha dado el salto al mundo editorial con el libro Historia en meme, en el que, aparte de incluir sus viñetas satíricas, hace un divertidísimo repaso de la historia de la humanidad. Desde el principio deja claro que no cuenta ninguna mentira, pero que lo explica desde su punto de vista. Y a mí me parece perfecto, porque me encanta su sentido del humor y su enfoque de los acontecimientos (será porque soy millenial como él).

Historia en meme se divide en los cinco periodos de la historia: prehistoria, que va desde la aparición de los primeros homínidos hasta el nacimiento de la escritura; Edad Antigua, que llega hasta el fin del Imperio romano de Occidente; Edad Media, que, según a quien se pregunte, acaba en el descubrimiento de América o en la caída de Constantinopla; Edad Moderna, que según qué fuente se consulte, termina en la Revolución francesa o en la Independencia de los Estados Unidos, y la Edad Contemporánea, que llega hasta nuestros días. Y, de cada uno de esos periodos, Guillermo Pérez Romero nos descubre los episodios más sorprendentes. Los juicios al cadáver del papa Formoso o la carta que Carlos III envió a sus padres, relatándoles con todo lujo de detalles su noche de bodas, son de esos capítulos que no se olvidan. También explica el origen histórico de algunos refranes, como «mantenerse en sus trece», «quien fue a Sevilla perdió su silla», «estar en Babia», «irse por los cerros de Úbeda», «acabar como el rosario de la aurora» o «irse de picos pardos», y de palabras como «debuti», «guiri» o «empecinarse». Además, desmonta bulos históricos, que nos hacen ver cómo los prejuicios, los intereses y las exageraciones distorsionan la versión que se da de los hechos. Y todo ello aderezado con sus memes, entre los que merecen mención especial los titulados «Cuando ves una película con un historiador». Sin olvidar las continuas pullas al Canal Historia, y alguna que otra a los periodistas y a Mel Gibson, por sus incursiones en el terreno de los historiadores.

Historia en meme demuestra que la historia es interesante y divertida, aunque sea «a cachos», y reivindica el trabajo de los historiadores, que sirven para algo más que dar clases. Un libro que no defraudará ni a millennials ni a los de la generación Z. Incluso conquistará a los de la generación X y a los del Baby Boom. Porque, una vez se descubre el mundo de los memes, ¿es posible resistirse?