Historias del calcio, de Enric González
Me gusta el fútbol, y mucho. Pero no sé demasiado de su historia, de sus nombres propios y de sus grandes gestas. Menos de la Serie A italiana, de la que hasta hace relativamente poco, sabía menos que cero. No exagero. Para mí el nombre de Francesco Totti no significaba mucho antes de este verano y de que tuviera la oportunidad de disfrutar de uno de sus partidos con la Roma, en el bellísimo estadio Olímpico. Fue una noche perfecta en la que, acompasado con los tambores y las voces de los hinchas, el cielo rompía una y otra vez, como los goles, en un claro afán de animar a los locales. Ni qué decir que Roma ganó, Totti cumplía 37 años aquel día y parecía que nada podía salir mal. Ni si quiera la lluvia.
Así las cosas, hay quien opina que para conocer Italia por dentro uno tiene que conocer también su fútbol. El que lo piensa es, entre otros, Enric González y donde lo cuenta es en sus Historias del Calcio, el libro que recoge lo que es, en opinión del propio periodista, una selección de sus mejores columnas sobre la Serie A, publicadas durante las cuatro temporadas que permaneció como corresponsal en el país italiano, y que transcurrieron entre los años 2003 y 2007. Razón no le falta. O al menos, este libro tiene mucho que decir de lo que es Italia.
Por suerte, y también por esto último, la mayor proeza de Historias del calcio reside precisamente en que no es imprescindible, ni necesario, saber mucho de fútbol para leerlo. En él, su autor se centra en la esencia del relato, en los pequeños detalles y en lo anecdótico, casi poético, pasando por alto lo obvio de este deporte. Y focaliza su mirada en lo humano, para bien o para mal, que hay detrás del deportista, los clubs y sus aficionados. Algo que tiene que ver con los gustos, las pasiones y los sentimientos, pero también con la política, los modos de vida, la filosofía y la historia. Relatos de grandes y pequeños equipos, que viven su destello de gloria, de las victorias de los vencidos, de futbolistas que anteponen los colores al dinero, de fraudes, chanchullos y violencia, de fanáticos y fanatismos, de héroes y villanos, de locura, bendita locura, y de ilusiones, de fe y de milagros. De la vida, al fin. Y también de fútbol. Y cómo no, de Italia.
Y es que en estas columnas, escritas, según confiesa el propio Enric González, un poco sobre la marcha, el periodista recuerda por qué es un experto en el arte de contar historias. Con una narrativa fluida, casi susurrada a media voz, unas descripciones precisas y un gran sentido del humor, su autor nos deleita con estos breves relatos que se suceden unos a otros de forma prácticamente automática y natural. Porque una vez que empiezas ya no quieres parar.
El resultado es esta publicación, personalmente la que más he disfrutado de todas sus historias, entre las que se encuentran Historias de Londres, Historias de Nueva York y, la también reseñada, Historias de Roma. Un placer de lectura altamente recomendable para los amantes de este deporte. Un recorrido preciso, y bien hecho, por el fútbol del país italiano y sus recovecos, sus luces y sus sombras, con la brillante prosa de Enric González, que nunca falla.