Reseña del libro “Historias del mundo de las hormigas”, de Edward O. Wilson
Si los humanos se comportasen como hormigas, sería como vivir en una obra de terror. Así lo explica el reconocido entomólogo Edward O. Wilson al comienzo de su último libro: Historias del mundo de las hormigas, publicado por la editorial Crítica. Y es que las abuelas hormigas no se dedican a contar cuentos a los niños, ellas luchan en el frente en las devastadoras guerras entre colonias. Si esto os sorprende, esperad que desgrane un poco más las páginas de este peculiar ensayo de divulgación científica.
Cuando me refiero al último libro del autor, lo hago en el sentido más literal, ya que Edward O. Wilson falleció en diciembre de 2021, a los 92 años, dejando un legado de descubrimientos. Más de ocho décadas de experiencias que se resumen en esta obra con toques biográficos y que ahora podemos disfrutar en castellano. En ella, el científico cuenta cómo fue esa conexión con los invertebrados desde su infancia y en especial su relación con las hormigas, campo en el que llegó a ser autoridad mundial. La lectura nos sumerge en un mundo lleno de olores y feromonas —muy distinto del nuestro de colores y sonidos— en el que estos pequeños insectos se relacionan por medio de un lenguaje químico. Es casi como si vivieran en un plano paralelo. Podemos hacernos a la idea si pensamos que tendríamos el mismo problema para comunicarnos con los extraterrestres.
En la Tierra hay más de diez mil especies diferentes de hormigas, por lo que es imposible hablar de todas ellas. El libro se concentra en destacar la diversidad de comportamientos tomando como ejemplo especies concretas y llamativas, como la hormiga de fuego, la hormiga toro o la cortadora de hojas, entre otras. De este modo, además de su nombre científico, aprenderemos que pueden llegar a ser tímidas o tan agresivas que te persiguen hasta que te has ido; que su estilo de vida puede llevarles al saqueo e incluso a convertirse en esclavistas o ser esclavizadas; que las hay simbiontes que arriesgarán su vida por la planta hospedadora y que existen otras capaces de cultivar y/o que disponen de su propio ganado.
Si bien el comienzo es un poco novelesco y se apoya mucho más en la parte biográfica, que es bastante poco común, poco a poco va calando la objetividad a la hora de contar las historias. Aunque el autor vuelve a aparecer de vez en cuando para añadir algún ejemplo concreto de anécdotas que él u otros colegas han vivido durante su etapa investigadora.
Historias del mundo de las hormigas es un libro muy interesante para quien le atraiga el concepto de la eusocialidad —un nivel de organización social superior en el que las tareas se reparten—. Un término que el propio autor ayudó a definir. Y es que, al igual que ocurre con las abejas, en general las colonias de hormigas actúan como si se tratase de un superorganismo que no sería capaz de funcionar sin sus partes especializadas. Esta estrategia de supervivencia me parece verdaderamente inquietante y arriesgada si la aplicamos a los humanos —por suerte no se aplica—. Sería como desprenderse de la identidad propia en busca de una mayor eficiencia colectiva. En el camino se perdería esa humanidad, valga la redundancia. Y aquí podríamos entrar en un debate filosófico de tipo Shakespeariano: «ser o no ser, esa es la cuestión». No me extraña nada que el autor lo vea como una obra de terror. Otros también lo han visto así, porque la eusocialidad se ha utilizado hasta la saciedad en la ciencia ficción como modo de organización de las razas alienígenas que intentan invadirnos. Siempre hay que encontrar a la reina para acabar con el problema.
Con los ensayos de ciencia no es fácil sentir el tipo de emoción que se desprende de la lectura de una novela. Pero en este ejemplo concreto, no solo aprenderás muchas curiosidades, sino que se te pondrán los ojos como platos imaginando cómo sería antropomorfizar la forma de vida de las hormigas. Algo que sin duda ayuda a valorar la nuestra. Y si además se trata del último libro del que fue un gran científico y divulgador, leerlo es todo un homenaje a su memoria.