Reseña del libro “¡Hola, Sócrates!. La filosofía explicada a los niños”, de Laura Vaioli
Si te gustó ¿Hay alguien ahí? Preguntario interplanetario para terrícolas inteligentes, de la estupendísima Ellen Duthie o te interesa eso que llaman Filosofía para Niñxs, no sé a qué esperas para correr a la librería de tu barrio y comprarte ¡Hola Sócrates! La filosofía explicada a los niños, de Laura Vaioli.
El valor de la pregunta y acompañar el proceso de conocimientos de las criaturas es la base de esta rama de la filosofía. Aunque si debo ser sincera esta reseña es un fake porque la verdad es que el libro no lo he leído yo. Me lo han leído mis hijxs. En cuanto tuve en mis manos ¡Hola Sócrates!, recordando lo que escribe Platón en el Teeteto (“Vamos esclavo, toma este libro tú y lee”), sencillamente me senté a escuchar. Y así, a razón de capítulo por día, nos hemos adentrado en la intrincada senda de la historia de la filosofía de la mano de una fantástica guía. Su autora, Laura Vaioli, ha conseguido captar y retener la atención de toda la unidad familiar. Todo un reto hoy día. Ha mantenido nuestra curiosidad y nos ha hecho reír con su particular modo de escribir.
En cuanto a lo formal, en ¡Hola Sócrates! todos los capítulos tienen la misma estructura. Comienzan con una pequeña narración dialogada, donde el protagonista es sospechosamente parecido al filósofo del que va a hablar, incluso en el nombre. Con cierto tono irónico o incluso cínico vas a escuchar a Socratina, Tommy (de Aquino) o Federica (Nietzsche). Ellos conversan y se enfrentan a una situación que sirve para exponer una pequeña biografía y un par de conceptos, uno por página. Echo de menos eso sí a la cantidad de filósofas ya reconocidas incluso por el canon académico más allá de Simone de Beauvoir. Recojo algunos nombres: Hipatia, Cristina de Pizan, Rosa Luxenburgo, Sara Kofman, Simone Weil, Nancy Fraser, María Zambrano, Marina Garcés o Judith Butler.
¡Hola Sócrates! está escrito con un lenguaje claro, accesible para niños de ocho o diez años. Viene además acompañado de abundantes dibujos, muy simpáticos, que facilitan la comprensión. De Juanito (Sartre), por ejemplo, se explica “¿Qué es la responsabilidad?” en una página, y “¿Qué es el existencialismo?” en otra. Le sigue luego otro texto dialogado, que permite introducir un nuevo concepto y plantear en la última página un reto, tipo: “Ponte una túnica como un griego antiguo y hazle estas preguntas (a alguien): ¿Qué significa…?”, tal y como haría Socratina. Pero lo más original son las Filopoesías. Breves poemas con ideas y/o rasgos de cada filósofo. Te recito un fragmento de una: “Siento rabia ante la codicia / y al ver tanta injusticia / por eso mi voluntad / es dar a todos dignidad”. ¿A qué filósofo dirías que corresponde? ¿Nietzsche, Marx o Rousseau? Si no lo tienes claro has de leer, ¡Hola Sócrates! Y será un placer.
Por último, una advertencia como en el oráculo de Delfos. Atreverse a saber implica responsabilidad y es arriesgado este primer acercamiento al mundo de la filosofía. Seguro que te encanta oír a tus hijes reírse de “ese” nombre impronunciable (Schopenhauer), pero entrena tu paciencia para oirles usar como excusa el clásico “sólo sé que no sé nada” y prepárate para jugar a quién recuerda más nombres de filósofos durante la comida.