Reseña del cómic “Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga”, de Al Ewing y Tom Reilly
Seamos sinceros: hasta el estreno en 2015 de la película Ant-Man, el Hombre Hormiga era el superhéroe preferido de una reducida minoría, por no decir de casi nadie. En general, hasta esa fecha, para algunos el Hombre Hormiga era una suerte de vengador secundario (a pesar de ser uno de los miembros fundadores), uno que servía para crear tramas cuando los grandes ya habían sido suficientemente exprimidos. Para otros lectores menos asiduos a la Casa de las Ideas, el Hombre Hormiga era solamente un rumor en la lejanía. Con todo, el Hombre Hormiga viene dando guerra desde principios de los sesenta cuando Jack Kirby, Stan Lee y Larry Lieber decidieron que el científico especialista en biofísica Hank Pym debutara en la publicación Tales to Astonish. El estímulo que lo llevaría a vestir un traje de superhéroe que le permitiría reducirse al tamaño de una hormiga e incluso mantener comunicación con ellas para defender la justicia fue la muerte de su esposa. Un acicate manido y poco original pero efectivo. De este modo Hank Pym se lanzaría tras villanos de toda clase, realizaría investigaciones policiales variadas e incluso llegaría a conocer a Janet van Dyne, que a la postre se convertiría en La Avispa. Pero Hank Pym no fue el único que interpretó el rol de Hombre Hormiga. Como en la mayoría de superhéroes, y a medida que los tiempos van cambiando y nuevas generaciones de lectores aparecen, el superhéroe en cuestión también debe hacerlo. Los sucesores de Hank Pym serían el ladrón de buen corazón Scott Lang y el miembro de S.H.I.E.L.D. de moral disoluta Eric O’Grady. En el cómic que hoy nos ocupa, y en el marco del sesenta aniversario del personaje, se honra tributo al personaje original así como a los sucesores. Y es que con Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga, los autores Al Ewing, Tom Reilly y Jordie Bellaire homenajean la trayectoria del personaje en un cómic que utiliza los viajes en el tiempo para mostrarnos las diferentes caras de un mismo superhéroe.
Solo hay una forma de unir el momento más primitivo de un superhéroe con el actual: viajes en el tiempo. El guionista Al Ewing toma como punto de partida una ubicación temporal en un futuro remoto para mostrarnos un tipo misterioso, con una misión desconocida que es capaz de viajar por el tiempo. Su primera parada es presentar respetos al Hombre Hormiga original. Entran en escena el dibujante Tom Reilly y la excelente colorista Jordie Bellaire para emular el estilo de dibujo de la época. Textos de apoyo, villanos de opereta clásicos como El Protector o El Señor del Tiempo hacen su aparición para rememorar una etapa inicial del héroe donde las tramas destilaban cierta candidez. Al Ewing no pierde el tiempo en realizar múltiples referencias a las aventuras que el héroe vivía en Tales to Astonish sin que por ello el hilo principal pierda fluidez o interés. Si bien es cierto que todos esos guiños (que no son pocos) serán más agradecidos por los seguidores del personaje y seguramente caerán en saco roto para el lector esporádico o que buscaba una puerta de entrada al mundo del Hombre Hormiga.
Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga, publicado por Panini en un único tomo, es una miniserie de seis capítulos que es capaz de repasar la figura y los momentos clave del superhéroe en menos de cien páginas. Sesenta años de historia donde se hacen alusiones a las etapas más significativas que el Hombre Hormiga tuvo tanto en solitario como formando parte de Los Vengadores. De igual forma se recuperan algunos personajes esenciales, como Cassie Lang, hija de Scott Lang, convertida ya en la superheroina conocida como Aguijón. A medida que viajamos por el tiempo el dibujo evoluciona conforme a la fecha, el sabor a clásico permanece y se nos muestran las diferentes personalidades que conformaron al héroe más pequeño de Marvel. Al final las piezas encajan de forma perfecta para crear un homenaje sincero que hará las delicias de los fans del personaje pero que puede saber a poco al lector eventual.