Hora de aventuras 1, de Varios Autores
¿Qué es “Hora de aventuras”? Una serie. ¿Y por qué está aquí si hablamos de libro? Porque ahora también es un cómic. Pero, ¿si es una serie, cómo puede ser un cómic? Pues porque la locura ha llegado al mundo de los cómics. Y eso es muy grande amigos, eso es lo suficientemente bueno para que yo me ponga a escribir. Pero, ¿qué es lo que tiene, a ver? Pues de todo, no seáis cerrados de miras, que ya veréis como lo pasáis bien. ¿Estás seguro, Sergio, que mira que yo un cómic infantil… no sé si me va a gustar eh? Qué tontería, si este es un cómic infantil, pero en realidad no lo es, porque lo disfrutan los adultos también. ¿Y tiene aventuras? Las más grandes habidas y por haber. ¿Y los personajes, que me dices de los personajes, eh eh eh? Es que si os lo cuento todo desde el principio esto no sería una reseña y se convertiría es un simple comentario. ¿Me dejáis que os lo explique todo un poco más adelante? Venga, creemos en ti, haznos una propuesta diferente. ¡Pero bueno, que en ello estoy! Esperad, que lo que viene a continuación es una de esas cosas que no podéis dejar pasar. ¿Me seguís verdad? Te seguimos, pero ahora, déjate de diálogos imaginarios y ponte a trabajar.
A eso iba, impacientes…
Cuando hace un mes vi por primera vez “Hora de aventuras” mis ojos se abrieron como platos. ¿Una serie de dibujos animados, que me hacía reír, que me sorprendía, y que también me hacía no mirar el reloj para ver cuándo acababa? No podía ser. Pero no contento con eso, resulta que me encuentro en una librería con un cómic sobre las aventuras de Finn y Jake y yo claro, tengo que comprármelo, porque desde ya mismo soy un admirador. ¿Y qué sucede? Que yo disfruto, que me sigo riendo, y que me sigue pareciendo increíble que esas viñetas me hayan hecho descubrir un mundo único e impredecible. La princesa Chicle, Marceline la Reina de los vampiros, BMO, el rey Hielo, y el país de Ooo, se han convertido en los últimos meses en aquellos compañeros de aventuras que cualquier niño y adulto quisiera tener en su casa (o en sus sueños más bizarros) para dejar a un lado la realidad y entregarse de lleno al alucinante mundo de una serie que, como si de un huracán se tratase, ha barrido con todo lo que había a su alrededor para conseguir una identidad propia. Eso lo consiguen pocos y en tan poco tiempo. Por eso una edición en papel de “Hora de aventuras” es un regalo para todos aquellos que están creciendo o que ya crecidos, saben apreciar lo bueno.
Esto es como una de esas carnes jugosas en las que piensas y empiezas a babear de la emoción. Es una invitación a vivir el surrealismo más absoluto, unos diálogos que te harán pensar si lo que estás leyendo es cierto, unos dibujos simples y efectivos que saltan de las páginas para inundar los ojos, y qué digo los ojos, todos los sentidos está bien, no nos vayamos a olvidar de ninguno. Y es que cuando “Hora de aventuras” aparece, la diversión está asegurada. A ver que yo os vea: estirad la boca, venga, un poco más. Ahora, arqueadlos, así, así, vais bien. Y ahora empezad a reír como yo lo he hecho desde el minuto cero con las aventuras en cómic de unos personajes únicos e irrepetibles, que entienden que en el mundo de Ooo sólo debe haber diversión y locura multiplicadas por mil. Y háganme un favor: no piensen, no es bueno (se lo dice un pensante de los de tomo y lomo, que para eso me va la vida en ello muchas veces en mi trabajo). Disfruten este cómic como un oasis, un pequeño refugio entre todo el estrés de la vida diaria. Estiren sus músculos faciales, vivan las historias que se encuentran en estas viñetas y si después no están satisfechos, entonces es que el sentido del humor se ha muerto. Porque es imposible no encontrarle la diversión a alguna de las partes de estas historias que, como si fuera un mazazo de los dibujos animados, con su “pam” incluido, te golpe en la cara y te hacen ver las estrellitas que tantas veces nos hemos tragado en bodrios sin sentido.
¿Qué es “Hora de aventuras”? Un cómic. ¿Y qué es también? Una serie de televisión. Por eso hemos llegado al final de esta reseña con una cara de relajación después de tanta sonrisa, tanta boca abierta y tan buenos ratos. Para que luego no digáis que no traigo cosas buenas, bonitas y baratas.