Los seres humanos soñamos todas las noches, incluso cuando no recordamos haberlo hecho, y llevamos miles de años intentando entender el significado de nuestros sueños. Hemos sido capaces de viajar al espacio exterior y de descifrar la secuencia del ADN; pero, en pleno siglo XXI, el mundo onírico sigue estando lleno de misterios para nosotros. Luis Manuel Ruiz —profesor de Filosofía, además de escritor— ha sabido sacar partido a esos enigmas en Hugo Lémur y los ladrones de sueños.
En esta novela de ciencia ficción tan particular, nos trasladamos a un futuro donde existe una avanzada ciencia del sueño. Sin embargo, poder adentrarse en ellos y desentrañar sus entresijos ha ocasionado nuevos peligros a la sociedad. Por un lado, proliferan los hurones, contrabandistas que sustraen de los sueños aquellos objetos y seres imposibles de crear en el mundo real, para venderlos en el mercado negro. Por otro lado, están las musarañas, personas que espían los sueños de otros para luego chantajearlos y descubrir sus secretos más valiosos. Estas intromisiones maliciosas desequilibran las dos dimensiones y tienen consecuencias nefastas para los durmientes, que además de ser secuestrados o extorsionados, pueden quedar en coma, sufrir trastornos psiquiátricos o morir. Por eso existe la Onipol, la policía encargada de velar por la seguridad de la gente durante los sueños.
Hugo Lémur, el protagonista de esta historia, es uno de los estudiantes de la academia de la Onipol, pero no es un estudiante cualquiera. Tiene la capacidad de caminar por Omicrón, la dimensión de los sueños, con la misma facilidad que lo hace por Omega, la dimensión real, sin necesidad de usar brújula como el resto de sus compañeros. Ser agente del sueño parece el trabajo ideal para alguien como él; pero, durante su periodo de prácticas, aparecen unos ladrones de sueños, mucho más poderosos que unos simples hurones, y su vida entera se trastoca.
A través de la ficción, Luis Manuel Ruiz le ha dado respuesta a aquello que todos nos hemos preguntado sobre nuestros sueños, por ejemplo, por qué el aspecto de las personas o de los escenarios varía a lo largo de un sueño, por qué la sensación de alegría o miedo perdura, aunque nos hayamos despertado, o por qué unos se acuerdan de lo que sueñan y otros no. Eso, unido al humor de Hugo, que narra en primera persona su cotidianidad en el mundo real y sus aventuras en el mundo onírico, ha convertido a Hugo Lémur y los ladrones de sueños en una novela de ciencia ficción cercana y hasta verosímil, pese a que muchos elementos resulten inconcebibles hoy en día. Y la verdad es que me ha perturbado imaginar cómo sería nuestro mundo si la barrera entre las dos dimensiones desapareciera.
No sé si el futuro llegará a ser cómo lo muestra Luis Manuel Ruiz en esta novela o si alguna vez existirá la ciencia del sueño; pero, en caso de ser así, espero que también se invente la Onipol. Desde luego, después de leer Hugo Lémur y los ladrones de sueños, no volveré a ver los sueños con los mismos ojos, pues me resultarán todavía más fascinantes.
He leído la obra en ebook y me gustó mucho. La parte que comienza con el necrófilo imposible, la ayuda al suicidio, la detención y el desenlace me sorprendieron mucho. No esperaba nada de eso. Volveré a leerlo más reflexivamente, ya que conozco su desenlace y las incógnitas que plantea. Pone “fin” entre interrogantes. ¿Hay una segunda parte? ¿Dónde se puede adquirir? No la encuentro. Un saludo. Eduarda.
Hola, Eduarda:
Por el momento no hay segunda parte, que yo sepa.
Saludos.