Ilustrísimos de aquí, de Míchel Suñén e Ignacio Ochoa
Autores: Míchel Suñén e Ignacio Ochoa
Editorial: Nalvay
Páginas: 142
ISBN: 9788494026553
De vez en cuando, en mis reseñas literarias, esas que ustedes tan amablemente leen, les cuento que vivo en una localidad de Aragón, también les cuento que esta tierra está dando un movimiento literario muy importante, no daré ahora nombres porque seguro que me dejaría muchos, pero tanto los autores de esta obra, Míchel Suñén en el texto e Ignacio Ochoa en las ilustraciones, como los editores de Nalvay que han hecho realidad esta idea, son un claro ejemplo de ello.
Nunca me había parado a pensar cuántos aragoneses ilustres ha dado la historia. Si recuerdan, no hace mucho leí, y compartí en este mismo espacio, el libro de José Luis Corral, El médico hereje, que no es otra cosa que la vida de Miguel Servet, un sabio del renacimiento nacido en Villanueva de Sijena en 1511, y que descubrió uno de los grandes avances médicos de la historia: La doble circulación del cuerpo humano, eso no impidió que muriese quemado en la hoguera acusado de herejía. Y claro, este gran hombre, como no podía ser de otra manera, está incluido en el libro.
Pero los personajes están ordenados por riguroso orden alfabético, será por ello que como subtitulo tiene esta obra “La chiquipedia de los personajes aragoneses”, así que, veamos, ¿cual será ese personaje universalmente conocido que empiece por la letra “A” y que debe encabezar esta lista de famosos aragoneses?
Pues sí, si han pensado en esa heroína que impidió la entrada de las tropas de Napoleón en Zaragoza, han acertado. Agustina de Aragón, llamada realmente Agustina Raimunda María Zaragoza Doménech, de la que no se puede determinar exactamente el lugar de su nacimiento, aun cuando es absolutamente seguro que fue en el “antiguo” Reino de Aragón.
Y además conoceremos a ese Rey tan guerrero al que todos llamaban Alfonso I El Batallador, o el famosísimo Buñel, al que todos recordamos por lo bien que tocaba el tambor en Semana Santa, no, no, no, aunque eso es cierto, lo conocemos por sus estupendas películas, muy raritas, pero todos dicen que de muchísima calidad.
Otro de los grandes que encontraremos entre los personajes es D. Santiago Ramón y Cajal, que no son tres, no se me líen. (Esta es la típica broma que gastamos por estas tierras). Como todos saben fue un hombre de una gran inteligencia que recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.
Y así, una a una, nos cuenta e ilustra las vidas de treinta Ilustrísimos de aquí. Aunque si ustedes están por ejemplo en Madrid, pues pueden decir, sin temor a equivocarse, Ilustrísimos de allí.
Como están viendo, estoy intentando hacer esta reseña con cierto sentido del humor, que es el que reina en esta publicación, pues bien es cierto que está escrito para la chavalería pero desde ahora les digo que también a los adultos interesará, ya que siempre viene bien saber un poco más de personajes tan curiosos como el sabio Avempace, Francisco de Goya o Baltasar Gracián, del que yo misma ya les conté algunas cosillas, tampoco podían faltar personajes tan populares y queridos como Labordeta, o Paco Martínez Soria.
Preguntando al autor que personajes le han sorprendido más, contesta que “en primer lugar, el Papa Luna, por lo controvertido de su biografía y de hecho fue el único aragonés que llegó a ser Papa. Luego, santa Isabel de Portugal, cuya vida podría reflejar un culebrón histórico. Y finalmente, podría ser Lázaro Carreter, por su contribución al desarrollo de la Academia de la Lengua”.
Y si yo destacase a uno de los que están, creo que sería a María, Dª María Moliner, imagino que ya sabrán el porqué.
Y todo esto, como ven, animado con las ilustraciones de Ignacio Ochoa, que no es el primer proyecto que comparte con Míchel Suñén, ya que juntos han realizado también una serie de cuentos ilustrados sobre los Cabezudos de la capital aragonesa y sus historias jamás contadas.
Un libro que, por la forma, el humor y el estilo ágil y desenfadado con el que se ha escrito, será muy especial y apreciado por los chavales, pero les aseguro que si cae en manos de un adulto tipo “Susana” puede hacer que se pase un rato de lo más enriquecedor y entretenido.
Susana Hernández
¡Ya me imaginaba yo que han habido y hay mucho personaje ilustre por “allí”! La verdad que desde que me voy pasando por aquí me doy cuenta de lo que da de sí este territorio.
Cuando un libro así se dice escrito para la chavalería, me parece todo un piropo, porue ya me imagino que son libros que en su intento de transmitir una información valiosa, no han querido descuidar los cebos para mantener al lector atrapadísimo. Como dice Punset, el conocimiento se transmite mejor con diversión, se fija más. Y cuando se sabe poco de algo …. es perfecto.
Un abrazo desde “aquí”
Pues sí, es un llibrito estupendo para aprender pero con un tono muy entretenido. Para mí hablar de la “chavlalería” también es hablar de algo muy en positivo, creo que donde más miedo da perder lectores es en la frnaja escolar, porque en muchas ocasiones la selección de libros obligatorios dejan mucho que desear y puedes provocar aburrimiento en ello. Así que tener un libro, no obligatorio que pase de mano en mano por toda la familia me parece interesante.
Un fuerte abrazo, si quieres acercarte te lo doy “aquí” y si no te lo mándo “allí” !!! 😉
pues espero acá poder encontrar el libro de los ilustres de por allá 🙂
que me queda claro que hay muchos y bien.
Un beso,
Ale
Siempre es interesante compartir “Ilustrísimos” jejeje
Un besico !