Instinto criminal, de Crimen & Investigación
Instinto criminal es el primer libro publicado por el canal Crimen & Investigación, si bien sus contenidos no están supeditados a ningún contenido específico del canal; antes bien, son (tristes) historias reales de asesinos en serie o de psicópatas asesinos; en el libro se aclara que ambos términos, que se suelen utilizar indistintamente, no son exactamente sinónimos. Los protagonistas de las historias son asesinos, la mayoría muy conocidos; tanto, que algunos ya han pasado a ser iconos de la cultura popular y a haber inspirado libros, películas y canciones en las que salen mencionados.
Instinto criminal no es, pues, un libro revelador ni innovador, pues no cuenta nada que no se haya contado antes. Es, sin embargo, un volumen de muy fácil lectura, sin pretender honduras psicológicas ni de ninguna otra especie pero que, no obstante, sí ofrece pinceladas de profundización y de algún tipo de explicación o indagación en las características comunes de la psique de los asesinos en serie, si bien no da respuestas concluyentes -no hay que olvidar que no se trata de un libro de psicología ni un manual especializado, sino de un libro de carácter periodístico, con las historias resumidas de asesinos muy conocidos y otros que, sin serlo tanto, han protagonizado sucesos escalofriantes.
Así pues, al lado de los siempre mencionados Ed Gein, Jeffrey Dahmer (el Carnicero de Milwaukee), Aileen Wuornos, Charles Manson, Ted Bundy, el Estrangulador de Boston o el Asesino de la Baraja, figuran la enfermera Beverley Allitt, el médico Harold Shipman o el camionero Volker Eckert. Se trata, pues, de casos de diversas décadas, todos ellos resueltos por la policía. Cierran el volumen dos casos sin resolver, ambos muy célebres: el del asesino llamado Zodiaco y el brutal crimen de la Dalia Negra, ambos materia prima de varias películas -con resultados bien desiguales- y de un sinfín de novelas y libros de no ficción.
Se trata de casos de características muy diferentes, tanto como las circunstancias de cada uno de estos criminales, pero Instinto criminal trata de establecer (¿o me lo ha parecido a mí?) un nexo común o, al menos, unos rasgos comunes entre todos ellos, al referirse a sus infancias casi siempre desgraciadas y a la personalidad que, parece deducirse, desarrollaron debido a esas situaciones anormales que les tocaron en suerte. De hecho, lo más interesante de Instinto criminal es que se remonta a los orígenes de los asesinos, a sus padres, al modo de vida que llevaron siendo niños, y, en efecto, nos hace ver que casi todos -pero no todos- padecieron graves abusos y maltratos o bien profundas carencias afectivas, algo fuera de lo normal. Algo que viene a abonar las teorías según las cuales los psicópatas mayormente se forman en la infancia y en la raíz de su personalidad psicopática hay algún grave trauma relacionado con la falta de amor y debidos cuidados por parte de sus padres, especialmente la madre.
En resumen, Instinto criminal constituye una lectura ágil e interesante para aquellas personas interesadas en uno de los fenómenos más inquietantes y, a la vez, todavía hoy no bien comprendidos ni explicados de la psique y del comportamiento humanos.