Johnny Roqueta: 1982-1985, de Rafael Vaquer y Joan Tharrats

johnny roqueta: 1982-1985Si mi memoria no me engaña fue durante un verano, cuando yo todavía no había alcanzado la adolescencia, cuando los cómics de corte adulto abordaron, de forma arrolladora, mi vida de lector. Mis primos tenían un puñado de revistas antiguas y amablemente me invitaron a meter la nariz entre sus páginas. Me sentí como si estuviera en un buffet libre destinado al entretenimiento. Creepy, una revista especializada en reunir lo mejor en historietas de terror, fue una de ellas. La otra, que aún hoy en día sigue publicándose, fue: El Jueves. Mientras que con Creepy hice un espeluznante recorrido que me llevó del terror más visceral al más sutil y clásico, con El Jueves descubrí el humor irónico, la sátira política y los chistes subiditos de tono. Creo que he salido bastante bien después de todo. Pero me centraré en ésta última revista, pues aquel revelador verano, tras hojear varios números, enseguida quedé prendado de tres historietas: Pedro Pico y Pico Vena, Makinavaja y, por supuesto, Johnny Roqueta.

Johnny Roqueta lo tenía todo para que llamara mi atención: un tío más chulo que un ocho que hablaba siempre vacilándole a la gente (jerga de rockero, ¿okay?), con un tupé de construcción impecable que coronaba su cabeza y con la exagerada elegancia de vestir siempre (incluso en verano y con cuarenta grados a la sombra) una chaqueta de cuero que le sentaba como un guante y unas camperas que lograban que pareciera un cowboy de ciudad. Por si esto fuera poco Johnny Roqueta, y como buen rockero, se paseaba por las viñetas tarareando o escuchando lo mejores temas de rock; música que justamente hacía poco que, en forma de cassettes, había empezado a ocupar gran parte de mis estanterías. La única pega de las historias de Johnny Roqueta era que se acababan. ¡Nos ha jodío! Apenas dos páginas, tres a lo sumo, sobre las aventuras de un rockero que ocupaba su tiempo fumando porros, trabajando un poco (cachondeo asegurado con Johnny ejerciendo de canguro), escuchando buena música y metiéndose en tánganas en las que estaban involucrados heavys , punks o cualquiera que hiciera un comentario negativo sobre Elvis Presley. Si es que se lo buscaban. Pero la época de esperar una semana para disfrutar de unas páginas más de mi cómic favorito ya pasó, de hecho, y durante lo que me pareció una eternidad, Johnny desapareció dejando el panorama comiquero español falto de música, buenas motos y birras… Hasta ahora, pues Johnny ha vuelto para rocanrolear y enseñarnos dónde empezó todo.

Y vuelve gracias a Dolmen Editorial que, dentro de su colección ¡Por fin es viernes!, ha publicado en una edición muy cuidada, el álbum Johnny Roqueta: 1982-1985. En dicha recopilación, y como bien puede deducirse del título, se recoge todo y de forma cronológica lo que, primero en solitario Rafael Vaquer y luego junto a Joan Tharrats, se publicó durante esos años sobre el personaje. El álbum abre con una introducción del propio Vaquer en el que además de explicarnos los entresijos del personaje, rememora alguna que otra anécdota. Y de aquí hasta la página 160 encontraremos Johnny Roqueta en estado puro. Desde los inicios del personaje (difícilmente reconocible y con un dibujo más elemental) hasta, tras pasar por una visible evolución, llegar al Johnny que siempre lleva gafas Ray-Ban Aviator (probablemente de imitación o robadas), jeans ajustados, pulsera de pinchos y espesas patillas de rockabilly. Sin duda rasgos distintivos que lo hacen inimitable. ¡Ojo! Toda historieta tiene además un pequeño anunciado a pie de página en el que se nos hace saber el año y el número de la revista El Jueves en la que apareció la historieta. Todo muy bien ordenadito, como debe ser. Por cierto, el álbum además recoge un inédito, alguna curiosidad, una caricatura de los autores realizada por Vizcarra y un puñado de páginas a todo color.

Con este Johnny Roqueta: 1982-1985, los que tuvimos la oportunidad de conocer al personaje tendremos la sensación de reencontrarnos con un viejo amigo, los que no lo conocen descubrirán al rockero más gamberro, carismático y divertido que ha parido el cómic patrio. Aun así, he de reconocer que al principio tenía un poco de miedo. ¿Estoy viviendo de nostalgia? ¿He encumbrado un personaje que ahora no estará a la altura? No sería la primera vez que me pasa. Ni de coña. Johnny Roqueta sigue (y a falta de un calificativo más culto) molando. Su pandilla sigue siendo esa que nos gustaría tener a todos. Y sus peripecias, de dudosa moralidad y de clara ilegalidad, siguen consiguiendo arrancar sonoras carcajadas, además de hacerte soltar algún que otro: “¡qué bruto!”, “¡están colgaos!” o “¡coño, eso también lo he hecho yo!”. Porque, seamos sinceros, aunque lo relatado en Johnny Roqueta podría haber pasado de moda, no lo ha hecho. Las pintas no son las mismas, pero el contexto sigue encajando: chavales intentando sacar rendimiento a un trabajo basura, ahorrando unas pelillas al colarse en el tren, robando saleros (o media cubertería) en el bar o pasando el tiempo haciendo lo que más les gusta, como escuchar música, presumir de sus cacharros, ligarse a todo lo que se mueve o bailar hasta que el cuerpo aguante.

6 comentarios en «Johnny Roqueta: 1982-1985, de Rafael Vaquer y Joan Tharrats»

    • ¡Hola Yolanda!
      Veo que no fui el único que creció empapándose de todas esas descacharrantes historias de Johnny Roqueta que aparecían en El Jueves. No puedo describir cuánto deseaba ser adulto y sobretodo que me creciera la barba para dejarme patillas como las de un buen rocker. Por desgracia, y debido a ser algo barbilampiño, aún lo deseo. ¿Debería pintármelas con un rotulador?
      ¡Me encanta que te encante Yolanda!
      Saludos, y espero volver a verte por aquí muy pronto.

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  1. Vaya descubrimiento¡.No lo conocia, pero recordar con humor acido y corrosivo del bueno aquellos años puede ser un buen “Apres Noel”.Gracias por esta reseña tan amena

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    • ¡Hola Trovador!
      Gracias a ti por leer la reseña.
      Si como bien dices te gusta el humor ácido, Johnny Roqueta no te decepcionará.
      Añadir, antes de despedirme, que yo estaría muy atento, pues por lo visto no será el único tomo que recopilará las gamberradas de Johnny y compañía.
      Saludos Trovador, si algún día vuelves yo estaré encantado de charlar contigo.

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      • Como me encanta tu selección y tu sensibilidad humorística, estaré encantado de volver .Poco a pocp va emergiendo una nueva generación de ” Trovadores” con clase, personalidad y una mirada a su entorno que solo se puede expresar con su impagable humor.Parece que son buenos tiempos para la lírica…

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        • Vaya, me siento halagado. Creo que podría acostumbrarme a este sentimiento. 🙂
          La verdad es que me conformo con que os gusten mis humildes reseñas y que a través de ellas descubráis nuevas lecturas.
          ¡Muchas gracias Trobador!

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