Khïmera, de César Pérez Gellida

khimera

Hace no mucho tiempo le decía en Twitter a César Pérez Gellida que estaba a punto de terminar su libro y que cuando lo hiciera, íbamos a tener una conversación. Pues aquí estoy. Pero claro, juego con ventaja. Ventaja porque él escribe y yo leo. Y leer es más fácil que escribir. Así que hagamos un trato: la conversación la tendremos después de que César lea esto y así partiremos en igualdad de condiciones.

Así las cosas, acabo de terminar de leer Khïmera de César Pérez Gellida y tengo un lío de cojones. Voy a tirar de diccionario a ver si me oriento:

Distopía
Def: F. representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.
Pues no, Khïmera no es una historia distópica.

Futurista
Def: F. relativo a la actitud que se caracteriza por especular, sin base científica, sobre el futuro.
Pues tampoco, Khïmera no es un libro futurista.

Ciencia ficción
Def: F. género literario o cinematográfico, cuyo contenido se basa en logros científicos y tecnológicos imaginarios.
No. Khïmera no es una novela de ciencia ficción.

Estoy como al principio. No tengo ni idea de lo que es Khïmera, literariamente hablando, pero si tuviera que dar una breve descripción del libro de César Pérez Gellida, diría que esta obra es un AVISO. Una advertencia que nos lanza desde la mismísima dedicatoria. Es tan real que pone los pelos de punta. Un tortazo en la cara. Un puto telediario. Un baño de realidad.

Reconozco que ya me ganó al crear a Augusto Ledesma pero César Pérez Gellida lo ha vuelto a hacer. Se ha sacado de la manga una obra tan absorbente, tan densa y tan completa en todos los aspectos que es tan adictiva como profética. En serio, no sé de dónde saca este tío esas ideas y eso me desconcierta. ¡Hay que joderse!

La trama del libro es simple y densa al mismo tiempo. Apocalíptica y esperanzadora. Que sí, que no me he vuelto loco. Khïmera es una de las obras más complejas y profundas que he tenido en mis manos, pero que tiene un resumen bastante conciso. A ver si lo consigo: En el año 2054 el mundo está a punto de irse a la mierda. El mundo ha salido de la “Guerra de devastación global” después de cientos de millones de muertos y las grandes corporaciones han tomado el control. No obstante, la gente se sigue matando. La ciencia avanza y la esperanza de vida también. Pero la gente se sigue matando. La guerra fue un negocio y lo sigue siendo. De hecho, la propia vida es un negocio. La gente se sigue matando. Sin embargo, un viejo proyecto secreto llamado Khïmera y un personaje llamado “bogatyr” atesoran la poca esperanza que queda en un grupo de gente que resiste y que quiere que las cosas cambien. Y hasta ahí puedo leer. Aunque la verdad es que no quiero deciros más. Es por vuestro bien porque, cosa que os diga, cosa que os perderéis. Bueno, sólo decir que hay una mujer que se llama Rusalka. Respecto a la estructura, decir que es impredecible y que Khïmera no tiene personajes. Son personas. Son malditas personas tan reales que parecen de carne y hueso, como todos los seres que pueblan la realidad de Gellida. Khïmera es una historia de supervivencia de dimensiones épicas que debéis leer y sacar vuestras propias conclusiones.

Por contextualizar un poco, con vuestro permiso os voy a hablar un poquito del autor. De César Perez Gellida. Del calvo. Sí, del calvo.

Este recio castellano con la cabeza rapada se ha sacado de la misma cinco libros absolutamente magistrales. Y es que no sé cómo alimenta las neuronas porque, por más vueltas que le doy, no veo una puta fisura ninguna de las tramas. César, en serio, ¿cómo puede un cerebro albergar historias de esa magnitud? Es que no me lo explico.

¿Sabéis cómo me he imaginado yo el proceso de creación de este hombre? No como el típico escritor que anhela ser rico mientras tiene una cohorte de esclavos que le escriben los libros. Para mí la cabeza de César Pérez Gellida es algo así como una gran piñata con forma de cráneo afeitado que justo antes de darle con un gran palo, se rompe en mil pedazos por la presión que ejercen las ideas que hay dentro. Al romperse caen del cielo regalos en forma de libros. Pero no unos libros cualesquiera. Unos libros que son un jodido estándar de su género. Del género que sean. Libros que son una maldita lección de historia, de esos que cuando lees cien páginas tienes la sensación de haber aprendido un montón de cosas. Libros que son una droga que te encoge el estómago y te hace apartar la cabeza de las páginas. A veces creo que el pelo se marchó de su cabeza para dejar más sitio a las ideas que crea. Con César Pérez Gellida pasa como con la buena  música. Cuando conectas, conoces los libros como si fueran discos. Desde que grabaron la maqueta en un garaje. Desde que escribía (seguro que era así) en su antiguo trabajo a la hora de comer mientras engullía un bocadillo sobre el teclado. Un escritor que se nota que necesita escribir. Y se nota porque sus libros son de una calidad literaria y una profundidad conceptual que más que escribirlos parece que los da a luz. No hay una maldita palabra fuera de su sitio. Él los escribe, tú te los lees y después te tortura mientras esperas que salga el siguiente. Y de torturar, el calvo sabe un rato. Os lo digo yo.

A lo que iba. Tenéis que leer Khïmera. Porque es un libro cojonudo, porque el autor es brillante y porque el mundo de Khïmera no está tan lejos de lo que conocéis. Porque la semana pasada leyendo este libro en la playa de Bermeo, con un sol de pelotas me quedé helado.

Estoy seguro de que la decisión de César Pérez Gellida de dejarlo todo y dedicarse a aporrear teclados (como él dice) fue una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida. Por lo menos para nosotros lo fue y ojalá que su éxito aumente tanto como lo hagan sus ganas de seguir creando. Así que ya sabéis, leed Khïmera y, si podéis, leed cualquier cosa que escriba el calvo. Yo ya me he puesto con “Sarna con gusto” y desde ahora te aviso César que en la próxima reseña te voy a disparar de cerca. Más vale que no pares de aporrear teclados, cabronazo.

Gorka Rojo (@gorka_rojo)

Pd: no me he olvidado la cita que suelo poner en las reseñas. Tan sólo pasa que no he sido capaz de decidirme por una y no quería que este texto tuviera 30.000 palabras y se me acusara de plagio 😉

1 comentario en «Khïmera, de César Pérez Gellida»

  1. Cierto. Totalmente de acuerdo con tu apreciacion sobre Khimera. Para mi, un libro de culto a la altura de Fahrenheit. Una joya de mi biblioteca, un mar de sentimientos para mi corazón, y un abismo para mi pensamiento.

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