¿Conocéis a Kitty, la pequeña heroína con superpoderes felinos? ¿No? Bueno, no pasa nada. Si aún no habéis tenido la suerte de adentraros en su mundo, aquí estoy yo para hablaros de esta segunda entrega titulada Kitty salva la noche, de Paula Harrison.
No os preocupéis si vuestros pequeños no han leído aún el primer tomo, Kitty descubre su poder, porque esta continuación se puede disfrutar de manera independiente. La autora nos proporciona toda la información importante sobre Kitty y su pandilla gatuna en las primeras páginas para que nadie se pierda y todos nos lo pasemos en grande con esta historia.
En esta ocasión, Kitty está entusiasmada porque en el museo se encuentra la estatua del Tigre Dorado —que puede hacer realidad todos los deseos—, y ella, apenada porque su gato Mandarino no tiene permitida la entrada, decide escaparse por la noche junto al minino para colarse en el museo. ¡Ay esta niña! Y, ¿sabéis cuál es su sorpresa? Pues que la estatua no está, ¡alguien la ha robado! ¡Esto no se puede quedar así! Kitty y su pandilla gatuna harán todo lo que esté en sus patas almohadilladas para atrapar al ladrón.
Tengo que deciros que uno de los superpoderes más valiosos y que más me gustan de esta heroína es que puede hablar con los animales. ¡Qué maravilla! Ójala hubiera tenido yo ese poder cuando era pequeña. ¡La de cosas que hubiese aprendido! Kitty comprende a los gatos y, gracias a su don, puede ayudarles rápidamente en cuanto recurren a ella y aparece el menor problema.
Además, en esta aventura podemos profundizar más en su relación con el gatito Mandarino, que ahora vive con Kitty y su familia. Él le cuenta todas sus inquietudes y deseos convirtiéndose así en su mejor amigo.
También aparecen nuevos personajes para hacer más jugosa esta historia. Personajes, como Cleo y Preciosa, que nos harán dudar a nosotros y a nuestros pequeños lectores, porque Kitty tendrá que averiguar si tienen buenas o malas intenciones. Y, dependiendo de ello, tomar una decisión.
Creo que, a diferencia del primer libro sobre Kitty, donde ella misma luchaba contra sus miedos para sacar a la heroína que llevaba dentro, en este segundo tomo encontramos a una Kitty mucho más segura, dispuesta a vencer cualquier obstáculo, totalmente justiciera.
Por otro lado, en este libro también se tocan temas como la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y la responsabilidad. Temas muy presentes si queremos que nuestros hijos crezcan respirando buenos valores.
De esta forma, Paula Harrison nos hace ver, a través de Kitty y de sus amigos, que siempre podemos conseguir lo que buscamos si entre todos colaboramos y nos ayudamos. Porque a veces uno no es lo suficientemente fuerte o capaz de llevar a cabo una tarea solo y tener éxito. Pero juntos no hay quien pueda vencernos.
Igualmente, como le ocurre a Kitty, hay que ser muy responsable cuando uno tiene superpoderes. ¡No es cosa fácil! Y eso lo sabe bien uno de los nuevos personajes que se topa cara a cara con nuestra protagonista. Porque Kitty no es la única con poderes especiales. Claro que… no todo el mundo usa los suyos para hacer el bien. ¡Ahí está la cosa!
Pienso que la autora ha hecho muy bien en añadir ese toque malvado a ese nuevo personaje, para que veamos que hay que tener los pies en la tierra cuando somos poderosos, porque el poder es maravilloso, pero corrompe.
El tema de la solidaridad, como os decía antes, también hace acto de presencia. Y es que cuando tenemos la suerte de que nos concedan un deseo, casi siempre tendemos a desear algo para nosotros mismos. Sin embargo, si nos dejáramos guiar por nuestro corazón, nos sorprenderíamos al ser conscientes de que lo que realmente nos hace felices es satisfacer a los que más amamos.
Y antes de finalizar, quiero y debo señalar el espléndido trabajo que de nuevo ha hecho Jenny Løvlie con sus atrevidas y llamativas ilustraciones. Ella adora el vínculo tan hermoso que puede llegar a existir entre niños y animales, así que tengo claro que este es el libro perfecto para ella para dar rienda suelta a su talento.
En definitiva, esta mini Catwoman me ha vuelto a enamorar en Kitty salva la noche. Porque Kitty es como cualquiera de nosotros, y al igual que ella, todos guardamos un héroe en nuestro interior.