Reseña del libro “La cadena de oro”, de Cassandra Clare
El otro día estaba hablando con una amiga y me preguntó que qué libro descansaba en mi mesilla de noche. «Uno de Cazadores de sombras», respondí. «¿Otro?», me miró extrañada, «¿pero cuántos van ya?». Por un momento, quise decirle que tampoco eran tantos, que aparate de la saga principal había escrito otros poquitos. Sin embargo, cuando fui a contestar, me di cuenta de que en realidad he perdido hasta la cuenta. Y es que, si quiero responder a esa pregunta y quiero hacerlo bien, debo sacar papel y boli para no meter la pata. Así es Cassandra Clare, y así es el universo que ella solita ha creado.
Corría el año 2012 cuando leí el primer libro de Cazadores de sombras. Ya llevaban unos cuantos años vendiéndose en España pero yo tardé un poco en caer en las garras de Jace y Clary. Y una vez que lo hice… ya no pude parar. Me adentré en la saga principal y después fui nadando entre las precuelas, secuelas y libros individuales que la autora nos regalaba. En total, en España tiene publicados 15 libros, y aunque no todos, sí que he leído la gran mayoría. Y después de hacerlo puedo decir alto y claro una cosa: esta mujer nunca debería dejar de escribir.
Seguro que a estas alturas de la reseña te preguntarás si es normal que una autora explote tanto un mundo literario. Es decir, Cassandra tiene una imaginación desbordante y tal vez ya sería hora de que explorase otras historias que no tuvieran que ver con ángeles y demonios. Sin embargo, cada vez que me adentro en una de sus trilogías, descubro que el mundo que ha creado es tan perfecto, tan rico y tan variado, que podría dedicar toda su vida a seguir con esta trama y no pasaría nada. Al contrario, seguiría creando una de las mejores sagas fantásticas juveniles que hay ahora mismo en el panorama literario.
Ahora, hablemos de este libro en concreto. Se trata de La cadena de oro y es la primera parte de la trilogía Las últimas horas. Es una historia que va justo entre la trilogía de Los orígenes y la principal, por lo que en orden cronológico, este libro iría en cuarto lugar. Nos remontamos a la época eduardiana y tomamos a los mismos personajes que teníamos en los libros anteriores. Han pasado pocos años y todo lo que ocurrió en aquellos libros todavía está pasando factura.
Nuestra protagonista se llama Cordelia Castairs (oh, Dios mío, ¡una Castairs!). Junto a ella viajaremos a Londres para tratar de esclarecer los motivos por los cuales su padre ha sido acusado de un crimen horrible. Ella sabe que es inocente, y hará todo lo posible por demostrarlo. Sin embargo, una vez que llega a Londres, unos demonios comienzan a arrasarlo todo, por lo que ella y sus amigos tendrán que luchar a vida o muerte para restaurar la paz de Londres.
Lo que más me gusta de los libros de Cassandra Clare es que, a pesar de tener unas premisas «sencillas», ella es capaz de enredar la trama hasta tal punto que lo que menos le importa al lector son los demonios y la lucha. Dentro de esa madeja, nos da historias de amor, de amistad, de familia… Nos da infinidad de valores y hace que sus personajes sean humanos —aunque sean de todo menos humanos—. Y esa humanidad que los rodea, esas preocupaciones cotidianas, hacen que el lector se identifique de lleno con los ellos y comprenda sus angustias, sus miedos y sus deseos. Y eso, querido amigo, es lo más difícil de conseguir a la hora de escribir un libro.
No puedo decir que La cadena de oro sea mi entrega favorita de esta saga y eso es simplemente porque hay otras historias que me han gustado más. Si tuviera que elegir un libro de Cassandra creo que me quería con El señor de las sombras (segunda parte de Renacimiento). Ese libro me removió tantas cosas por dentro y me tuvo tan atrapada que ahora creo que nada de lo que lea de esta autora conseguirá superar esa sensación. Aun así, yo seguiré intentándolo, porque me encantaría seguir creciendo al lado de Cassandra y leer todo lo que su arrolladora imaginación tiene para ofrecerme.