Reseña del libro “La casa de las seis cabezas”, de J. Francisco Guerrero
Las leyendas y tradiciones populares siempre han sido una gran fuente para la literatura. Afortunadamente, España es un país con un folclore muy rico y, personalmente, no hay nada que me guste más que descubrir nuevas historias populares que han caído en el olvido o que no son tan conocidas. Este es el caso de la tradición malagueña de la casa de las siete cabezas, que el autor J. Francisco Guerrero ha reinterpretado en su nueva novela La casa de las seis cabezas.
He de decir que, tras la lectura he estado investigando más sobre la historia que rodea a esta casa que existió en 1639 en Málaga y que gozó de gran fama en la época. Todo esto me ha servido para entender el alcance de lo que J. Francisco Guerrero ha logrado con La casa de las seis cabezas. Creo que todos los malagueños y amantes del folclore español deberían sentirse muy orgullosos de esta brillante interpretación de la leyenda. Y es que, si bien existen diversas versiones y, como es lógico con las leyendas, nunca sabremos si realmente sucedió o no, el mimo del autor y la originalidad a la hora de adaptar (con sus licencias) esta historia, me han parecido brillantes. Tengo que alabar también el trabajo de documentación de J. Francisco Guerrero para abordar el periodo histórico en el que originalmente se desarrolla la historia y la precisión en los detalles.
La casa de las seis cabezas nos lleva al día 21 de septiembre de 1639. Son las cuatro de la tarde y en el corral de comedias de Málaga está a punto de representarse una obra de Lope de Vega. El licenciado Álvaro Torres de Sandoval espera, como tantos otros espectadores, que dé comienzo la representación. De todos es conocida la reputación del joven y guapo mujeriego Álvaro, aunque ahora que ha conocido a Laura Segura, la criada de la mujer del alcalde, está dispuesto a dejar atrás su pasado de excesos.
Junto a don Álvaro, esperando también que dé comienzo la obra, se encuentra un hombre con el que comienza a entablar conversación. Se trata nada más y nada menos que del intrépido capitán Alonso Contreras. Nadie sabe qué hace allí, pero su presencia dará mucho juego.
El alcalde de la ciudad, don Pedro de Olaverría hace entonces acto de presencia en el corral. Todos le temen y Álvaro tiene más motivos que ninguno. Doña Beatriz, la mujer del alcalde, mantiene un secreto juego de seducción con el joven galán. Pronto todo comenzará a enredarse para Álvaro. Una enorme rata será la culpable del martirio que está a punto de vivir. El alcalde, instigado por la despechada amante, cree que ha sido él quien ha lanzado la rata. El joven seductor se niega a pedir perdón.
Comienza así una obra dentro de la obra que se está representando en el escenario. Una obra que tiene como protagonista al joven Álvaro y su persecución por parte de los corchetes del alcalde, Mediaoreja y el Dentón.
Como os decía, esta forma de desarrollar la trama, creando una obra paralela a la obra a la que los protagonistas están asistiendo me ha parecido una genialidad. Pero es que, además, a esta obra a la que asistimos los lectores no le falta de nada: hay amoríos, duelos, persecuciones, acusaciones, traición y venganza. Todo acompañado de unos personajes exquisitos, maravillosamente retratados y de una precisión y un estilo literario que encandilan.
No quiero enredarme más en la propia trama ni dar más detalles porque, de verdad, merece la pena conocer la historia de la mano de J. Francisco Guerrero en La casa de las seis cabezas. Lo que sí puedo deciros es que esta interpretación de la tradición malagueña por parte del autor me ha parecido una maravilla. He disfrutado tanto leyéndola, he reído, he sufrido y, sobre todo, me he sentido tan conectado con la historia, tan dentro de la obra, que no puedo dudar en recomendárosla.
Como decía al principio, es una suerte que nuestro folklore sea tan rico, pero es aún mayor suerte contar con autores como J. Francisco Guerrero que se atrevan a ficcionar estas leyendas y tradiciones regalándonos libros como este.