Reseña del libro “La conejita Marcela”, de Esther Tusquets y María Hergueta
La conejita Marcela es un cuento escrito en 1979 por Esther Tusquets y que Kalandraka Editora recupera con ilustraciones de María Hergueta, está disponible (como todo lo que la editorial ofrece) en castellano y gallego.
A veces, es necesario acercarse a libros destinados a lectores más pequeños, como éste que es perfecto a partir de 7 años, para tener una visión del mundo un poco más acertada. Es decir, todos tenemos una idea de lo que nos rodea y creemos que seríamos capaces de explicarlo a los que aún no tienen plena conciencia de ello, pero resulta que no es así, que cuando intentamos expresar la idea, nos quedamos pensando en si estaremos haciendo lo correcto.
Es por todo ello, que libros como La conejita Marcela nos ayudan a explicar qué pasa cuando alguien se siente y es diferente en un mundo donde todo pinta igual.
Marcela busca su sitio y va a luchar por ser ella misma, para que ni los cánones de belleza ni los comportamientos se establezcan de manera inamovible, y que todos y cada uno de nosotros nos creamos, nos queramos y nos respetemos.
Esther Tusquets consiguió crear un lugar donde poder reflejarnos, aunque sea con 4 patas, dos orejas puntiagudas y dos paletones enormes listos para comer zanahorias. Podemos ser Marcela, un conejo blanco o uno negro. Vivir en la bajada del río donde el agua está más sucia y la hierba es menos fresca, o en su nacimiento, donde todo está más rico. Podemos ver el mundo desde la perspectiva del que lo tiene todo preparado y listo, o desde el que tiene que currárselo un poco para sobrevivir. Podemos dejar que nos pisen una y otra vez sin que nos pidan disculpas por ello, o morder a quién nos pise, como hace La conejita Marcela, aunque con ello nos consideren antisociales.
Pero ¿qué pasa si un día alguien como Marcela decide irse a explorar el mundo y descubre que cerca de su poblado hay otro igual pero en el que todo funciona al revés? Los que estaban arriba ahora están abajo, los que pisaban ahora agachan la cabeza… ¿cómo digieres esa realidad cuando estás acostumbrado a la contraria?
La conejita Marcela nos enseña cómo.
No hay más que encontrar la verdad, pero no la de uno mismo, no la que queremos ver o entender nosotros, sino la verdad verdadera, la real. Enfrentarse a ella será, probablemente, lo más difícil que hagamos, pero merece la pena el descubrimiento.
Las convenciones sociales harán que como a La conejita Marcela te quieran amordazar o hacerte ver el mundo desde otro prisma poniéndote unas gafas que en realidad no necesitas, pero uno debe luchar contra todo eso y seguir buscando. Y quizás, tengas suerte y encuentres en el viaje alguien que sean tan antisocial como tú, y juntos andéis el camino que os queda.
La conejita Marcela de Kalandraka Editora no es más que un cuento, pero de los que muestran la vida tal y como es. Su moraleja está clara y no necesita explicaciones. Incluso sin leer el texto eres capaz de saber qué está pasando. Una bonita opción para entender nuestra sociedad y que otros lo vean claro.