La cultura del odio

Reseña del libro “La cultura del odio”, de Talia Lavin

La cultura del odio

El título del libro que voy a reseñar es bastante claro respecto a lo que nos encontramos entre sus páginas: La cultura del odio. Por si cabe alguna duda, el subtítulo especifica: «Un periplo por la dark web de la supremacía blanca». Y por si aún es necesaria más información para entrever el tono, basta con leer el nombre de la autora: Talia Lavin. Para quien no la conozca (como era mi caso), se trata de una periodista estadounidense, judía y bisexual, que suele dedicar artículos a la extrema derecha y agitar Twitter con sus tuits críticos, por lo cual ya ha recibido infinidad de ataques personales y amenazas de muerte.

Parece un paso natural en su trayectoria que haya escrito La cultura del odio, puesto que está curtida para aguantar las consecuencias. Pero, como bien explica en las primeras páginas, ha sido mucho más complicado de lo que imaginaba infiltrarse durante un año en más de noventa grupos ultraderechistas de Telegram, además de en otros foros y webs de la dark web, al margen de cualquier control o censura, para descubrir la retórica de estos grupos que propagan el odio. En el libro recoge una ínfima parte de los mensajes que tuvo que leer a diario y, aun así, son más que suficientes para que a cualquier lector defensor de los derechos humanos y de la igualdad le hierva la sangre.

La cultura del odio es un muestrario de las formas que adopta el odio en internet. Pero, para contextualizarlo, Talia Lavin se remonta a la historia del antisemitismo, concretamente en Estados Unidos, porque gran parte del marco intelectual que emplean los movimientos de supremacía blanca se fundamenta en convertir a los judíos en los culpables de todos los males.

A lo largo de diez capítulos, Talia Lavin nos habla de las distintas personalidades que adoptó para infiltrarse entre blancos que odian a los judíos, entre hombres que odian a las mujeres hasta niveles distópicos (véase el decálogo de los incels, que no tiene desperdicio), entre cristianos extremistas dispuestos a asesinar por el bien del mundo y hasta en páginas para encontrar pareja en las que los únicos requisitos son ser blancos y querer sexo procreativo para preservar la raza. A partir de estas experiencias, va reflexionando sobre qué es el odio y sus peligros.

Talia Lavin hace hincapié en que ver a estos grupos como una amenaza irracional sin lógica interna equivale a darles más poder y que ignorarlos o tolerarlos amparándose en la libertad de expresión es un grave error. Se nota que ha escrito La cultura del odio desde las entrañas y con un objetivo claro: conocer la ideología colectiva y las motivaciones que hay tras estos grupos dispares y tratar de entender por qué resultan atractivos a la gente que se radicaliza, ya que solo conociendo al enemigo lo puedes combatir.

Las anécdotas y ejemplos que aparecen en este libro demuestran que hasta las peores personas siguen siendo personas y que el odio continuo no es inocuo, pues desencadena inevitablemente violencia, ya sea verbal o física. El odio es un problema que nos afecta a todos, como individuos y como colectivo, por lo que La cultura del odio me parece de lectura obligatoria para comprenderlo y contrarrestarlo.

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