La dama de blanco, de Wilkie Collins
Me pides que te cuente la reunión del club de lectura en la que hablamos de este libro que acabas de terminar y que tan buena impresión te ha causado. No me extraña en absoluto.
Como es habitual empezamos hablando un poco del autor: Wilkie Collins nació un 8 de Enero en el Londres de 1824, su padre era un reconocido pintor por lo que durante una temporada, y coincidiendo con la infancia de Wilkie, toda la familia residió una temporada en Italia. A los 17 años inició su vida laboral trabajando para una importante firma del comercio del té.
Durante esos años parece que fue tremendamente infeliz y pudo ser el dolor y esa infelicidad lo que despertase su creatividad literaria. Dejó ese trabajo que tanto le disgustaba y se matriculó en Derecho pero la suerte estaba echada en su vida y ya solo se dedicaría a la literatura.
El padre de Collins falleció en 1847, así que nuestro autor aprovechó para publicar uno de sus primeros libros, Memorias sobre la vida de William Collins (1848). También le tentó la pintura y de hecho, en la Exposición de verano de la Royal Academy, en 1849, expuso uno de sus cuadros. Bueno, también es cierto que sabemos que es más fácil moverse bien en los ambientes en que papá o mamá dejaron un buen recuerdo, en cualquier caso sería con la publicación de su novela “Antonina o la caída de Roma”, en 1850, con la que inició ya, y de forma continuada su vida y carrera como escritor.
Collins escribió unas 27 novelas, unas 50 historias cortas, al menos 15 obras de teatro y unos 100 ensayos.
Como ya has visto, “La dama de blanco” tienen una estructura narrativa de estructura epistolar, a ti sé que te gusta pero hay gente a la que parece que no termina de convencerle este género, lo interesante de estas obras es que las distintas partes son narradas por distintos personajes. Leer a este autor me pareció interesante porque por su estilo es considerado como un precursor de la novela policíaca y de suspense.
Como la mayor parte de los autores de la época, publicó sus novelas por entregas en revistas, y fue considerado un maestro en la creación del ritmo de intriga, lograba mantener la atención y la continuidad de su audiencia entre las diferentes entregas de sus novelas.
Pero creo que me voy del tema, lo que tu querías eran las impresiones de la gente del grupo, Bien, pues te diré que iniciamos el debate, como siempre, con una primera impresión del libro, y en general había gustado, aunque algunas partes se habían hecho un poquito pesadas, hablamos de que se notaba que se había publicado por capítulos y que quizá por ello se había alargado algo más de lo deseado; En varias ocasiones debimos recordar que estaba escrita en pleno Siglo XIX, y que no podíamos comparar aquella forma de vida, clasista y muy machista con la actual.
Alguien comentó que fue muy inteligente el autor al aunar en una misma novela, un relato policial, una historia de amor y un libro de aventuras, una historia en definitiva capaz de llegar a todo tipo de público lector, un poco como las series televisivas que se producen hoy y que pretenden enganchar a hombres y mujeres de varias generaciones. En este caso lo hace mediante una terrible conspiración para matar en vida a la hermosa Laura Fairlie por parte de Sir Percival Glyde, un cazadotes, y de su extraño cómplice el Conde Fosco. Una trama que intentan desentrañar Miriam, hermana de Laura, y Walter Hartright, prometido de la joven.
Se subrayó que la excelencia de este relato se apoya en el más elemental y antiguo de los fundamentos del género: en una buena historia; pero su mayor novedad formal, la que constituye su alma y su estructura misma, es la multiplicidad de las voces o de los puntos de vista narrativos. La historia es contada por una secuencia de varios testigos, que son también protagonistas, en primera persona. Ninguno sabe más de cuanto su protagonismo le permite saber, con lo cual estamos lejos de ese narrador “sabelotodo” que tanto nos molesta algunas veces. Hablamos de lo mucho que nos gusta este procedimiento, y que en aquella época debía ser bastante original, incluso después, pocos autores lo han usado con tanta propiedad e inteligencia.
Hemos visto que hay una alta intensidad dramática en el relato de los hechos y que en algún momento bordea lo sentimental, pero cuando parece que el lector está apunto de decir ¡Basta! de forma inmediata el autor cambia al plano informativo.
Me preguntas por la verosimilitud de esta novela, pues te diré que nosotros creemos que es muy buena en todo su desarrollo, si bien el desenlace pudiera parecer un poco precipitado, yo te he de reconocer que en mi primera lectura no me lo pareció, de hecho sigue pareciéndome un final perfectamente cerrado.
Respecto a los diálogos recordamos algunos que no tienen desperdicio. En relación con el tema de los personajes, hubo para todos, pero los que más juego dieron, sin duda, fueron Miriam y el Conde Fosco, la primera por ser un personaje atípico para la mentalidad de aquella época, pero a pesar de ello, a algunos les seguía pareciendo demasiado simple y predecible; y el segundo por ser la gran creación de la novela, desde que aparece pasa a ser el gran protagonista, malvado, retorcido, calculador y manipulador, y sobre todo, muy inteligente.
Todo esto nos llevó al tema de la manipulación, alguien formuló la primera gran pregunta ¿Manipula Collins también al lector? Muy interesante, ya que comentamos que en la época en que se publicaban los fascículos de la novela salieron a la venta, todo tipo de lo que hoy llamaríamos “merchandising”: Perfumes, jabones, …
Coincidimos plenamente contigo en la conclusión de que “cada personaje refleja un perfil puro”, y que en realidad nosotros somos una mezcla de todos ellos con predominio de unos sobre otros.
Hablar y profundizar en el libro nos llevo a la actualidad, a nuestro tiempo real, a la manipulación y los manipuladores, a como hoy nos esconden la verdad bajo tantísima información. Hablamos de la libertad de información pero también del derecho a la información, de la crisis económica y hasta de la Madre Maravillas.
Bueno querida amiga, espero que con todo esto puedas hacerte una idea de cómo transcurrió nuestra reunión.
Por lo que me cuentas en tu anterior correo, parece que el año no ha empezado todo lo bien que debiera ¡Ánimo, querida amiga! Seguro que todo irá mejorando.
Todo mi cariño y, como siempre, muchos besicos!
Susana Hernández
¿No crees que hubiera sido más correcto traducir el título original en vez de dama de balanco, mujer de blanco?
“La dama de blanco”, cierto es que el título original en inglés es “The Woman in White” y su traducción literal debiera ser “mujer de blanco”. Supongo que la editorial pensó que sería mejor, pero yo opino también que los títulos deben ser los más literales posibles respecto de sus originales.
Un saludo !
¡Menuda carta! Me alegro de que la publiques, porque a mí el género espistolar me encanta. Soy algo cotilla, jeje.
No conocía al autor, así que imagínate que tampoco sabía que iba a ser del tiempo de Dickens y que incluso escribieron libors juntos. Me quedo con la idea, que me gusta, de que fuese el precursor probablemente de la narrativa policíaca y de suspense, que a mí me gustan mucho, aunque apenas lea, pero que me entretienen mucho cuando lo hago. No sé si podré olvidar el detalle del opio, ¡porque claro!, si alguna vez me decido, y al leerle encuentro párrafos algo extraños, me saldrá rápidamente que estaría fumado. No confío nada en la cración con “barbitúricos”, jeje.
Pero bueno. Fantástica la exposición. Ya soy un poquito más sabia hoy 😛
Besicos.
POSDATA: La verdad que esas reuniones para comentar lecturas tienen que ser fantásticas. ¡Qué pena que no se graben!, pero es como dices, se perdería la espontaneidad, naturalidad y sinceridad. Pero la crónica ha estado muy bien.
Icíar, está claro que las dos pensamos que la literatura es un acto de comunicación entre el autor y el lector, pues fíjate que maravilla que de ese acto de comunicación tan íntimo como es la lectura surja ese segundo acto que es el debate, siempre interesantísimo tanto cuando se hace con autor, que generalmente nos saca de dudas sobre determinados aspectos de la trama o de lo que hay de en el libro de autobiográfico, como cuando lo hacemos sobre autores como este que por no poder decir ya más de lo que dijeron en su momento nos obligan a suponer, divagar, y traer su mundo a nuestra realidad…
En cuanto al estilo epistolar, a mí también me gusta, y nunca me había parado a pensar en lo del cotilleo jejejejje, pero seguro que algo de eso hay, pero sobre todo porque algo tienen las cartas, hoy podríamos hablar de correos electrónicos, que hacen que vayamos un poco más allá la hora de sincerarnos, de hacer el esfuerzo de recordar, de expresar lo que nos oprime el alma, lo que realmente sentimos, y de no ser cierto y mentir en una carta, lo convertimos en literatura? jejej
En cuanto a lo del opio, te diré que si lees este libro en concreto no lo verás “fumao” por ninguna parte jejejje.
Un besico y gracias por pasarte y comentar !!!!!
Me siento un poco entrometida al leer esta carta. Pero en fin, será que lo soy. Y que me ha encantado ver esta novela aquí. La leí hace años y me encantó. Y hace muy poquito que me enteré de que este gran autor colaboró con Dickens, que encontré una de estas obritas en mi biblio y no tardé en hacerme con ella. ¡Fabulosa entrada Susana!
Besotes!!!
Es curioso como unas cosas nos llevan a otras ¿verdad? Se celebra el año Dickens y yo de repente recuerdo a Collins y su Dama de Balnco y tengo como esa necesidad de reseñarla y sobre todo de contar un poco de la vida de del autor, y tu me dices que has leído una de estas obras en que los dos son coautores. Que gustazo compartir estos momentos contigo Margarita!
Besicos !!!
Querida Susana:
Me ha encantado tu carta-reseña. Siempre me ha gustado mucho escribir y hecho de menos las cartas y postales que se escribían antes, menos mal que nos queda Internet; así que tomo nota de tu recomendación literaria, como siempre.
Un beso y espero que nos veamos pronto.
Ana o Viky (depende)
Querida Ana:
También a mí me gustan mucho las cartas, he escrito muchas a lo largo de mi vida, si lo piensas bien, cuántas cosas decimos por escrito que no diríamos en persona. Bueno yo también tengo ganas de verte y espero que, como dices, sea pronto.
Un besico!
Susanita
jejejje
Muy interesante la reseña que escribes en el blog. En general coincido con las opiniones expresadas. Añado: Es admirable como en esta literatura del siglo XIX inglés, se consigue belleza literaria y rico argumento para construir una historia que continuará siendo actual a lo largo del tiempo
Tienes toda la razón, Pegi, cuando uno es capaz de comunicar de forma tan bella una historia tan interesante y al mismo tiempo ha sido capaz de innovar en realción al estilo y a la trama, está claro que estamos ante una gran obra literaria y ante un escritor prodigioso.
Un abrazo!
Muy original tu reseña, jugando con la estructura, felicitaciones!
No se si este es un libro que me interese (uno entre todos los que reseñaste) pero me la pasé bien con tu reseña
Saludos!
Muchas gracias Roberto.
El libro merece la pena, te lo aseguro =D
Un abrazo!!!
Susana, tengo este libro en la mesilla y tengo unas ganas terribles de hincarle el diente. Pero resulta que cuando quiero hacerlo, mis ojos se distraen en otros libros que no son menos interesantes…pero pendiente está…y esta reseña me lo ha recordado.
Me gusta mucho como describes al autor, haces un resumen estupendo de él…parece incluso que le vamos a ver aparecer de algún modo en el libro,…supongo que los autores dejan más de lo que creen, de sí mismos, en los libros.
Eso de la manipulación al lector…no sería el único, en el caso de que sucediera,…que no lo sé, porque como ya digo, no lo he leído.
Un abrazo grande!! Un placer leerte…leo a más de tus compañeros, pero tus entradas intento no perdermelas.
Un placer leerte a ti también por aquí. Tranquila que al libro ya le llegará su hora,si lleva más de un siglo esperando jeje, lo importante es que cuando inicies su lectura te dejes seducir por el tanto que por mucho que te miren los otros no los veas jejejeje.
La verdad que esta gente tenía vidas tan intresantes que no puedo evitar querer contar algo de ellas.
Un besico también para ti!
Gracias por darme la oportunidad de saber algo más sobre este libro, que tengo en mi lista mental desde que leí “La piedra lunar”. Me parece que Collins tiene muy merecido el título de ser el padre de la novela de misterio moderna. Y no será el único, ni mucho menos, que escribe (o crea) bajo los efectos de alguna droga.
Por cierto, que para “cotillear” un poco sobre Collins (y, de paso, para picar la curiosidad de quienes no lo conocen; fue mi caso), recomiendo “La soledad de Charles Dickens”, de Dan Simmons.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario y muy apropiada tu recomendación del libro de Simmons.
Si te gustó La piedra lunar, yo creo que este libro te hará disfrutar con su lectura.
Un abrazo!!!